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Lunes 7 de agosto de 2017

Párrocos celebraron a su patrono en el Seminario Pontificio

Con un encuentro de reflexión, compartir y oración, alrededor de cien presbíteros de Santiago celebraron junto al arzobispo, cardenal Ricardo Ezzati, y sus obispos auxiliares, el día de san Juan María Vianney, patrono de los párrocos, en el Seminario Pontificio Mayor, de La Florida.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

El encuentro, en el que también participó el cardenal Francisco Javier Errázuriz, se inició con un panel de testimonios sobre sus experiencias, con los presbíteros Marek Burzawa, Samuel Fernández e Iván Paz, moderado por el periodista Víctor Villa. El padre Burzawa, vicario de la Zona Centro, resaltó lo que significa el acompañamiento de la familia y, en particular, la necesidad de transmitir a la fe a los hijos, tema que consideró "prioritario". Por su parte, el padre Iván Paz, párroco de Nuestra Señora de Apoquindo, Zona Cordillera, señaló que el sínodo sobre los jóvenes es un desafío para interesar a muchos a participar en la Iglesia. El padre Samuel Fernández, profesor de Teología de la Universidad Católica, indicó que en este cambio de época tan profundo "hay elementos negativos, pero también muchos que son positivos, gente sincera, que dice la verdad sin problemas, lo que hace más fácil la evangelización. El hecho de que cada uno quiera contribuir con su propia particularidad nos impulsa también a pensar en comunidades con mayor autonomía, que laicos dirijan comunidades y que el sacerdote esté animando las comunidades, sin estar encima de cada una de las decisiones ni de tantas tareas administrativas".

El Papa, el X Sínodo y los jóvenes de Santiago

Terminado el panel, los obispos, presbíteros y seminaristas celebraron la Eucaristía en la capilla del seminario. El cardenal Ezzati en su homilía, manifestó que "el Cura de Ars, el patrono de los párrocos, es un ejemplo muy significativo de vida para cada uno de nosotros, por su fe profunda, su entrega apostólica, su humildad y por su gran generosidad para atender a las personas con la misericordia propia de nuestro Dios".

Luego expresó que en este encuentro presbiteral, centrado en el testimonio de san Juan María Vianney, "nos viene el mirar a Jesús, el modelo de nuestra vida sacerdotal", para vivir ese modelo en esta Iglesia concreta en Santiago, que prepara el X Sínodo arquidiocesano sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Al respecto, el pastor recordó una reciente carta que le envió el Papa Francisco con palabras referidas a este sínodo en Santiago. Le señala Francisco: "Que sea una oportunidad para aprender a caminar juntos. Todos formamos parte del pueblo peregrino, que marcha unido al encuentro del Señor, buscando su voluntad, haciéndonos prójimos del necesitado, del descartado de la sociedad", haciéndose pastores "cristóforos", es decir, portadores de Cristo, llevar a Cristo al mundo, "especialmente a las familias y a los jóvenes". Resaltó el Arzobispo de Santiago el pedido del Papa a los pastores de ser padres de las comunidades, que van alentando la fe y la vocación de cada hijo y hermano.

El cardenal aseguró que esta cercanía del Papa "nos llena de gozo y alegría", y expresó el anhelo de que Dios envíe más sacerdotes a esta mies."Esta es la tarea que queremos emprender en el X Sínodo. A los jóvenes queremos transmitirles ese tesoro inmenso que es el encuentro con Jesús". Finalmente, dejó el saludo del Papa "a todos los jóvenes de la arquidiócesis, a quienes deseo encontrar en mi próximo viaje apostólico a Chile", como le señaló en su carta el Pontífice.

Previo a la misa, se entregaron reconocimientos a nueve sacerdotes que este año cumplieron o cumplirán 25 años de presbiterado, y también al padre Fernando Vives, que cumplió 50 años de ministerio.
Uno de los que cumplirá 25 años como sacerdote es el padre Alfonso Fonseca, párroco de San Diego de Alcalá, Zona Norte, quien expresó: "Todos estos años han sido un gran don de Dios. Él ha estado conmigo y ha ido realizando todo el apostolado. A pesar de que hay tantos desafíos y la realidad se ve cada vez más difícil, estoy contento, con mucho optimismo, porque el Señor nunca nos va a abandonar y siempre nos ayudará a discernir cómo y dónde desarrollar el ministerio".