Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Nuestra Historia

1540-1561
Tres fueron los sacerdotes que acompañaron a Pedro de Valdivia en su llegada al valle del Mapocho, el bachiller Rodrigo González Marmolejo y los pbros. Juan Lobo y Diego Pérez. El 13 de diciembre de 1540, junto a la expedición de conquista se constituía la primera Iglesia en el Santiago del Nuevo Extremo, ciudad fundada el 12 de febrero de 1541. Pero no fue hasta veinte años después de la fundación de la ciudad en 1561, que el Papa Pío IV creó la Diócesis de Santiago, cuyo primer obispo fue el bachiller González Marmolejo, que no pudo ser consagrado por enfermedad y tomó posesión de la diócesis por medio de un apoderado. Le suceden los franciscanos: Fernando de Barrionuevo; Diego de Medellín y Pedro de Azuaga.

1570-1600
Fue fr. Diego de Medellín (1574-1593), quien organizó la Diócesis de Santiago. Su participación en el Tercer Concilio de Lima influyó en su labor. Entre sus principales obras se cuentan la división de la diócesis en cuatro parroquias y veintiséis doctrinas de indios; fundó el Seminario Conciliar; ordenó cuatro mestizos como sacerdotes; celebró el primer Sínodo diocesano (1586); y erigió canónicamente el primer monasterio femenino, el de las Clarisas en Osorno (1571). Mercedarios, Dominicos, Franciscanos, Jesuitas y Agustinos se integraron desde los inicios a la actividad misionera. En torno a sus conventos se crearon cofradías, terceras órdenes y se desarrolló una religiosidad popular devocional.

1600-1800
El siglo XVII se distingue por tener pastores preocupados por los indígenas y por la formación teológica. Es Juan Pérez de Espinosa quien se da cuenta de las injusticias cometidas contra los indígenas y es el primer prelado que envió una relación diocesana a Roma. Su sucesor, Francisco de Salcedo, defendió decididamente a los Huarpes. Los tres obispos siguientes: el agustino Villarroel, el franciscano Humanzoro y el dominico Carrasco se preocuparon de la formación teológica de los clérigos. Nueve obispos pasan por el gobierno de la diócesis en el siglo XVIII. En 1745 Juan González Melgarejo emprendió la construcción de lo que sería el principal templo de Santiago, la Catedral Metropolitana y sería el obispo Manuel Alday, quien terminó las obras. En 1767 son expulsados los Jesuitas por orden del monarca español Carlos III.

1800-1810
La guerra de la independencia (Siglo XIX) provocó una división al interior del clero que se acentuó con las diferencias entre la Patria Vieja, Reconquista y la Patria Nueva. El período posterior a la primera junta de gobierno (18 de septiembre de 1810), significará un desmoronamiento de la disciplina eclesiástica y una paralización de la evangelización, mientras el nombramiento de autoridades queda supeditado a las luchas entre patriotas y realistas.

1815-1840
Mons. José Santiago Rodríguez Zorrilla (asume en 1815), es quien se enfrenta a las nuevas autoridades, es desterrado dos veces, y Santiago queda sin obispo hasta su muerte, ocurrida en 1832. Tras su fallecimiento se restablece el episcopado y asume don Manuel Vicuña, que logra retomar el Seminario de los Ángeles Custodios, donde se formó un clero imbuido de nuevas ideas. Luego que en junio de 1840 la Santa Sede expidió las bulas de erección, esto significó que la diócesis fue elevada a la categoría de arquidiócesis y desde este momento los obispos pasaron a ser arzobispos. El primer Arzobispo fue mons. Vicuña, durante su gobierno se creó "La Revista Católica". En sus páginas se defendió la libertad de la Iglesia ante las medidas que generó el sistema de patronato mantenido por el Estado.

1840-1860
La renuncia de Alejo Eyzaguirre al cargo de Arzobispo (estuvo en el cargo entre 1844 y 1845), permitió que Rafael Valentín Valdivieso, hombre enérgico y organizado, fuera propuesto por el gobierno para el cargo vacante, del que tomó posesión en 1848. El nuevo pastor ordenó la curia arzobispal con reglas claras y precisas. Entre 1850 y 1855 es facultado por Roma para realizar la reforma de los Regulares, se integran las comunidades religiosas de los Sagrados Corazones, Jesuitas, Lazaristas, Capuchinos italianos, Inmaculado Corazón de María, Hermanos de las Escuelas Cristianas. Estas congregaciones fortalecieron la preocupación por la educación católica de la juventud.

1859-1905
Mons. Valdivieso también realizó la visita "Ad limina" (1859). Diez años después participó en el Concilio Vaticano I. Su fallecimiento, el 8 de junio de 1878, trajo un largo período de vacancia. Un hombre notable en la Iglesia arquidiocesana fue el presbítero Blas Cañas Calvo, quien se destaca por su labor social fundando la Casa de María, dedicada a las mujeres y el patrocinio de San José a los niños.Para liderar el fin del siglo XIX y el comienzo del XX, monseñor Mariano Casanova se convierte en Arzobispo de Santiago (es elegido en 1886). Él creó la Universidad Católica (1888). Estuvo al frente del Primer Congreso Eucarístico Nacional en 1904 y al año siguiente se publicó la pastoral sobre la cuestión social.

1908-1915
Se inaugura el Santuario de la Inmaculada en la cima del cerro San Cristóbal, el 26 de abril de 1908 Al fallecer en 1908 ocupó su cargo un apóstol social, Juan Ignacio González Eyzaguirre, a quien sus contemporáneos llamaron el Arzobispo de los obreros. Realizó el primer Congreso Social Católico en el que participaron laicos y sacerdotes, quienes recogieron las enseñanzas y orientaciones de la encíclica "Rerum Novarum". Con la ayuda del Centro Cristiano solicitó la venida de los Hermanos Maristas. En 1915 consagró la Arquidiócesis al Divino Corazón de Jesús. Se destacó en la promoción social el p. Fernando Vives.

1918-1939
Tras la muerte de Monseñor González (1918), asume como Arzobispo Mons. Crescente Errázuriz (1919). Durante su gobierno se crearon nuevas parroquias, consiguiendo con ello el aumento en la piedad de los fieles. Estimuló la fundación de la Acción Católica en la Arquidiócesis, realizó el segundo Congreso Eucarístico Nacional y se preocupó de fomentar la devoción mariana haciendo coronar a la Virgen del Carmen como Patrona del pueblo chileno (1926).

1939-1962
El obispo de La Serena de esa época, mons. José María Caro Rodríguez, fue el sucesor. Asumió el 14 de octubre de 1939. El papa Pío XII lo creó cardenal en el Consistorio del 17 de mayo de 1946. En 1950, la Santa Sede le dio el título de Primado de Chile. En ese período surgen numerosas parroquias en los suburbios de Santiago. Misioneros de otros países vinieron a colaborar. En 1945, el Padre Alberto Hurtado, S.J. funda una de las obras más queridas, el Hogar de Cristo, mientras que el pbro. Alfredo Ruiz-Tagle organiza la fundación "Mi Casa". Recién comenzaba la década del 60 cuando Juan XXIII nombra como Arzobispo de Santiago a mons. Raúl Silva Henríquez (junio de 1961), Salesiano y obispo de Valparaíso. El 19 de marzo de 1962, es creado cardenal. Organizó la gran misión de Santiago y el Sínodo diocesano para aplicar las orientaciones del Concilio Vaticano II.

1983-1989
Luego se manifestó contrario al proyecto de la Unidad Popular de la Escuela Nacional Unificada (ENU) y se mantuvo firme ante el gobierno militar por la defensa de los derechos humanos. Se destaca la creación de la Vicaría de la Solidaridad, la Academia de Humanismo Cristiano y la Vicaría de la Pastoral Obrera. A partir de este período se organiza la Escuela para el Diaconado permanente. Reconocida internacionalmente su labor, en junio de 1983 deja el cargo de Arzobispo de Santiago, tras renunciar al cumplir 75 años de edad.

1990-1998
Casi todo el decenio final del siglo XX (1990-1998), la Arquidiócesis de Santiago fue liderada por mons. Carlos Oviedo Cavada, Mercedario, y que asumió el 22 de abril de 1990. Es creado cardenal en el Consistorio del 26 de noviembre de 1994. Publicó alrededor de 20 Cartas pastorales. Durante su mandato, el 10 de octubre de 1994, es beatificado el P. Alberto Hurtado S.J. Desarrolló diversas iniciativas con motivo del Quinto Centenario de la Evangelización de América. Convocó al IX Sínodo de Santiago, promulgado el 4 de noviembre de 1997. Debido a una grave enfermedad renunció en febrero de 1998. Como Administrador Apostólico con Sede Plena fue nombrado monseñor Sergio Valech Aldunate. El cardenal Carlos Oviedo falleció el 7 de diciembre de 1998.

1998-2011
El siguiente Arzobispo de Santiago fue mons. Francisco Javier Errázuriz, obispo de Valparaíso. Lo nombró el papa Juan Pablo II el 24 de abril de 1998 y fue creado cardenal el 21 de febrero de 2001. El 15 de diciembre de 2010, el Arzobispo de Concepción, monseñor Ricardo Ezzati Andrello es nombrado Arzobispo de Santiago por el Santo Padre Benedicto XVI. El 15 de enero de 2011 toma posesión de la arquidiócesis. Su labor ha estado marcada por un marcado trabajo en terreno, que lo ha llevado a visitar la totalidad de las comunidades parroquiales de Santiago. En su administración se llevó a cabo el traslado de los diferentes departamentos de la Iglesia de Santiago, a la antigua sede arzobispal, ubicada a un costado de la Catedral Metropolitana y el incentivo a un importante número de sacerdotes a estudiar y perfeccionarse en el extranjero, principalmente España e Italia.

2011-2021

Mons. Ezzati recibió el palio arzobispal de manos de Benedicto XVI el 29 de junio de 2011 en la Basílica de San Pedro. El 12 de enero de 2014 fue creado cardenal por el papa Francisco, cargo que asumió el 22 de febrero de 2014.​ El 23 de marzo de 2019 Mons Ezzati renuncia al gobierno de la Arquidiócesis. El Santo Padre acepta la renuncia y nombra como Administrador Apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la Arquidiócesis de Santiago de Chile, a Monseñor Celestino Aós Braco OFMCap., quien nació el 6 de abril de 1945 en Artaiz, Navarra, España. El 27 de diciembre de 2019 fue nombrado Arzobispo de Santiago de Chile y el 28 de noviembre de 2020 creado cardenal de la Iglesia.