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Martes 20 de mayo de 2025

Cardenal Chomali comparte vivencias tras la muerte del Papa Francisco y la elección del Papa León XIV

En una transmisión en vivo realizada desde las dependencias del Arzobispado de Santiago, el Cardenal Fernando Chomali G., Arzobispo de Santiago de Chile, compartió con la comunidad chilena sus impresiones y reflexiones tras haber vivido uno de los momentos más trascendentes de la historia reciente de la Iglesia Universal: la muerte del Papa Francisco, el Cónclave y la elección Su Santidad, el Papa León XIV.

Periodista: Nathalia Bolaños Rosero

La instancia fue transmitida por Zoom, Facebook y YouTube, permitiendo que fieles de distintos rincones del país y también internacional, pudieran escuchar de primera fuente su experiencia de fe.

Una Iglesia viva que camina unida

“Fue un momento de dolor, pero también de mucha esperanza”, señaló el Arzobispo Fernando Chomali al recordar la partida del Papa Francisco. Describió también aquellos días como un encuentro, donde sin importar sin importar origen ni idioma, los cardenales se reunieron en comunión para discernir quién conduciría al Pueblo de Dios en estos tiempos desafiantes. 

“Estábamos 150 cardenales de 71 países. Un mundo que converge en un solo movimiento”, expresó.

El silencio del Cónclave y el clamor del Espíritu

El Cardenal compartió con emoción cómo vivió durante los días del Cónclave. Sin internet ni celular,  una experiencia marcada por el recogimiento y discernimiento. “Estar sin celular tres días fue bastante fuerte, pero también un momento de reflexión, un tiempo para pensar, rezar y escuchar”, afirmó.

Al entrar en procesión a la Capilla Sixtina, cantando las letanías y tomando sus puestos en un espacio sagrado y cargado de historia, el Cardenal confesó haber sentido una gran responsabilidad. “Voté pensando en la Iglesia de Chile, en sus alegrías y en sus dolores”, dijo.

Habemus Papam: la alegría de un nuevo comienzo

“Ya no nos sentíamos huérfanos”, expresó el Cardenal Chomali al referirse al momento en que se anunció la nueva elección del nuevo Papa. Destacó la humildad de Su Santidad León XIV y el espíritu fraterno con el que los recibió en una cena posterior al Cónclave.

Formado en la tradición agustiniana, con una amplia experiencia pastoral y una visión global de la Iglesia, el nuevo Pontífice eligió su nombre en honor a León XIII, reconociendo que estamos ante un cambio de época, marcado por desafíos como la inteligencia artificial y los nuevos contextos culturales.

Una Iglesia misionera, fraterna y esperanzada

El Cardenal Fernando Chomali, subrayó el fuerte mensaje del Obispo de Roma en su homilía del domingo 18 de mayo: “nos hizo un llamado a construir una Iglesia unida, fundada en el amor de Dios, abierta al mundo, solidaria con los más pobres y comprometida con la verdad del Evangelio”

Con fuerza, el Papa proclamó: “¡Esta es la hora del amor!”, proclamó León XIV, invitando a mirar a Cristo, acoger su Palabra y ser instrumentos de reconciliación.

Reflexiones de la Homilía de la misa de inicio de pontificado del Papa León XIV

  1. Apoyo al proceso sinodal: Mostró su respaldo al proceso sinodal que busca una mayor participación de la base e inclusión de mujeres y laicos en la vida de la Iglesia.
  2. La caridad como verdadera forma de autoridad: Enfatizó que la autoridad en la Iglesia debe fundamentarse en la caridad y el servicio desinteresado, siguiendo el ejemplo de Cristo.
  3. “Estamos llamados a ofrecer el amor de Dios a todos, para que se realice esa unidad que no anula las diferencias, sino que valora la historia personal de cada uno y la cultura social y religiosa de cada pueblo”.
  4. “Este es nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”.
  5. Unidad y reconciliación en la Iglesia y el mundo: El Papa hizo un llamado a superar las divisiones internas y externas, promoviendo una fraternidad que trascienda el odio, la violencia y la exclusión.

Durante la transmisión, el Arzobispo respondió preguntas del público: “Volví lleno de esperanza, viendo cómo la Iglesia es capaz de unir y forjar lazos”, señaló. Invitó a toda la comunidad a vivir con mayor profundidad la fraternidad, la misericordia y el servicio a los más necesitados.

Al finalizar, el Cardenal dejó un mensaje claro y esperanzador: “Hay un horizonte más amplio: el horizonte de Dios. Vivimos una historia de salvación, donde el bien siempre triunfa. Esa es nuestra esperanza”.

Con una oración final, concluyó esta transmisión, un testimonio vivo de una Iglesia que camina con su pueblo, que escucha, que discierne y que confía plenamente en el Espíritu Santo.