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Artículo

Martes 7 de marzo de 2017

El espíritu misionero en tiempos de catástrofe

La localidad de Quitento en las cercanías de Portezuelo, fue una de las tantas zonas afectadas por los últimos incendios forestales en nuestro país. Las voraces llamas que arrasaron con el hogar, la fuente de trabajo e incluso la capilla de la comunidad, no lograron extinguir la fe y la esperanza en Cristo, aún en las adversidades.

Fuente: Por Natalia Castro - Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

"A raíz de los incendios que se produjeron en el sur de Chile, a muchos de nosotros nos llamó la atención que en la localidad de Quitento se había quemado una capilla. Tengo un conocido en Portezuelo, llamé y me contaron como una de esas lenguas de fuego agarró la única capilla de este sector, que pertenece a la diócesis de Chillán", comenta el padre Pablo Palma, párroco de la parroquia Jesús Servidor de Lo Hermida.


"A nosotros nos habían regalado dos estructuras de casa, de 36 metros cuadrados cada una, para concretar unos proyectos para el adulto mayor y vimos la necesidad de donar estas dependencias para reconstruir la capilla Luz de la Esperanza de Quitento", agrega.


Fue así como vecinos, vecinas y trabajadores de la construcción de Lo Hermida, que participan de la parroquia Jesús Servidor, se unieron y decidieron ir en ayuda de los compatriotas que necesitaban una mano solidaria y mucha buena voluntad para reconstruir su poblado.


"Se inició una caravana el 17 de febrero donde un camión trasladó a los trabajadores y a algunas señoras de la comunidad que fueron a ayudar con el tema de la alimentación. Fue muy bonito porque allá en Quitento estaba esperando parte de la comunidad afectada por el incendio, con desayuno. La construcción comenzó a armarse por la mañana y a las seis de la tarde, ya tenían todas las estructuras de la capilla. Al otro día se colocó el techo y a capilla quedó operativa en un 80 %", señala el padre Palma.


"La idea es que por esta situación apadrinemos esta capilla. Durante tres años queremos ir a misionar, se unieron lazos muy lindos entre Quitento y Lo Hermida, Dios sabe por qué hace las cosas y a raíz de esta catástrofe se produjo un despertar misionero", finaliza.