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Artículo

Lunes 10 de abril de 2017

Religiosos comprometidos con acciones ecológicas

En San José de Maipo, símbolo de la problemática ecológica en la Región Metropolitana, un centenar de consagrados reflexionó y oró por el Cuidado de la Casa Común, motivados por la Vicaría para la Vida Consagrada.

Fotos: Héctor Landskron

Periodista: Clara Bustos Urbina

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

"Existe una gran conexión entre nuestra vida personal y la vida de toda la obra creada por Dios. Los fenómenos climáticos que hemos vivido en los últimos años, los incendios, la sequía, la falta de agua potable para poblaciones enteras, las tremendas varazones en el mar, los peligros de extinción de especies de animales, nos interpelan, porque la responsabilidad es de todos, tanto del gobierno de turno, como de la empresa privada y de cada uno de los ciudadanos, y especialmente de los católicos, de los creyentes, porque su cuidado es parte también del mensaje integral de nuestro Señor", señaló el vicario para la Vida Consagrada y obispo auxiliar de Santiago Mons. Jorge Concha.

Con esas palabras dio inicio al encuentro de reflexión y oración por el Cuidado de la Casa Común, celebrado durante la mañana del sábado 8 de abril, en el colegio Rafael Eyzaguirre de las Hermanas Escolapias en San José de Maipo; cita que contó con la asistencia de un centenar de religiosos de las distintas congregaciones presentes en el Gran Santiago.

Monseñor Jorge Concha añadió que en esta oportunidad se escogió uno de los lugares emblemáticos de la Región Metropolitana para hacer el tradicional encuentro de oración anual previo a la Semana Santa, por ser el Cajón del Maipo un pulmón verde y fuente de agua para Santiago, sitio que en el último tiempo "ha sido vulnerado, con el cambio climático y sus consecuencias que nos superan, y también por la intervención del hombre, aluviones y incendios y contaminación del agua".

"Necesitamos crecer en la conciencia de que tenemos que hacer más por el cuidado de la casa común; la naturaleza es parte de nuestra vida. Pero antes, sabiendo que somos ignorantes en muchos aspectos, necesitamos informarnos y escuchar la voz de los que saben más que nosotros. Esa es parte de nuestra responsabilidad, para que actuemos y seamos también animadores de otros", sostuvo.


PANEL

Por lo anterior, el encuentro se estructuró en su parte central con un panel integrado por tres especialistas que abordaron distintos aspectos de la problemática.

La primera en hablar fue la Hna. Maggie Loayza, religiosa de la Congregación Compañía de María, directora de la Comisión Nacional de Pastoral Rural, quien expuso una síntesis comentada sobre los principales ejes de la encíclica Laudato Si del Papa Francisco, destacando la mirada global y asociativa de la explotación de los recursos en los sectores más acomodados y el aumento de la pobreza. La religiosa hizo una invitación con propuestas concretas para favorecer lo reutilizable, especialmente en las comunidades y colegios a cargo de los religiosos, migrando de la cultura del consumo a la cultura del uso moderado de los recursos.

Le siguió Nicolás Bambach, director ejecutivo del Centro de Cambio Global de la PUC, quien se refirió a dos fenómenos de la vida actual muy relacionados con el conflicto ecológico: la desconexión presente en los pobladores de las ciudades con el origen productivo de los alimentos. "Eso hace que no nos importe y no cuidamos la naturaleza, desperdiciamos el agua porque es el acto de abrir y cerrar un grifo. Tenemos que reconectarnos con la naturaleza", dijo.

El otro fenómeno es el origen de la problemática de la migración, debido a que gran parte de la pobreza global es consecuencia de catástrofes naturales que obliga a poblaciones enteras a salir de sus países.

Posteriormente, el Dr. Andrei Tchernitchin, especialista en toxicología ambiental, investigador de la Universidad de Chile y director del departamento de Medioambiente del Colegio Médico de Chile, entregó una contundente exposición sobre los efectos medioambientales, sociales y patológicos a mediano y largo plazo derivados de la exposición crónica y desde el vientre a contaminantes como el plomo y el arsénico.


IMPRESIONES

Para la Hna. Marcela Uribe, franciscana misionera del Sagrado Corazón, la jornada fue "muy interesante unirnos y colaborar a los que nos dice el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si en el cuidado de nuestra casa común. Es bueno escuchar expertos en lo que es el medioambiente y el cambio global, porque así nos dan una visión más amplia de lo que estamos viviendo como país, lo que está ocurriendo en el mundo. Para nosotros como Iglesia, a nivel personas y de comunidades y colegios, en todos los ambientes y carismas en los que trabajamos podemos sumarnos en cosas concretas, reutilizando, evitando el uso de plástico, evitando lo que daña el medioambiente, que nosotros tenemos que cuidar y proteger".

Por su parte, la Hna. Andrea Armijo, misionera del Corazón de María resaltó lo interesante de las exposiciones y las propuestas, añadiendo que en su comunidad ya han iniciado algunas acciones como taller de reciclaje y elaboración de sillas con botellas plásticas.

La Hna. Natalia Sánchez, sierva del Plan de Dios, en tanto, sostuvo que además de ser un "tema muy actual, es muy necesario de abordar para sumarnos cada vez más en la conciencia de nuestra casa común, el medioambiente. Se ve la repercusión que tiene casa uno de nuestros actos, tanto para bien como para mal, entonces es necesario ponernos en la campaña de poder contrarrestar". En ese sentido, señaló en la Fundación Las Rosas -donde se desempeña su congregación- "creo que hay muchas de las ideas expuestas que ya hacemos y podríamos seguir profundizando pero también como buscar; usar creatividad para poder optimizar el uso del agua y la luz, disminuir la basura y crear una mayor concientización de todas las personas que están junto a nosotros también trabajando".

La Hna. Fresia Martínez, dominica de la Anunciata, con gran experiencia en el tema de la migración, resaltó los aportes de los invitados, especialmente de la arista que asocia el fenómeno climático con la forzada movilidad humana. "Estamos muy convencidas de la urgente necesidad de trabajar por un mejor ambiente en nuestra tierra y ayudarnos mutuamente en cambiar el mundo", dijo.


Al finalizar el panel de especialistas, los presentes participaron de una eucaristía cuya intención principal fue dedicada al monasterio carmelita del Cajón del Maipo.