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Artículo

Martes 10 de octubre de 2017

Solemne ordenación diaconal en parroquia Los Castaños

Rodrigo Prieto del Río fue ordenado diácono permanente en una Eucaristía que presidió el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati y que se celebró el pasado domingo 8 de octubre.

Fotos: Omar González

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

Poco a poco se fue poblando la parroquia Los Castaños en la comuna de Las Condes. Al parecer nadie quería perderse tan bello e importante momento.

El cardenal de Santiago, acompañado del futuro diácono, vicario y sacerdotes, además de diáconos ordenados hace muy poco, ingresaron al templo para dar inicio a una ceremonia cargada de ritos que hacían todo más bello aún.

Tras las lecturas y previo a la homilía, aparece el primer signo de la tarde. El diálogo entre el Arzobispo de Santiago y el Vicario de la zona Cordillera que da cuenta de la conformación para que Rodrigo tenga la venia para el diaconado.

En la homilía, el cardenal junto con relevar la importancia de la celebración, señaló la importancia de vivirla en comunidad: "Lo de hoy es la consagración de un hombre que ya fue consagrado en su bautismo como seguidor de Jesús y que él mismo Señor llamó para ser discípulo y misionero suyo como Diácono permanente de la Iglesia. Ciertamente ver cómo nace un ministro de la iglesia es una gracia para todos nosotros, quienes estamos llamados para ir más allá de los ritos externos para descubrir esta acción misteriosa de Dios, que cambia la vida de una persona, no en lo exterior, no en lo que hace todos los días, sino en la profundidad de su ser".

En relación a la proclamación de la liturgia, agregó: "Está llamado a ser anunciador de Cristo, sirviendo a los más necesitados, haciéndose parte de la liturgias de la iglesia, conduciendo en la medida que la iglesia se lo confiere, el pueblo santo de Dios. Sabemos que esta promesa es una promesa de una persona que se ha formado a lo largo de estos años con pasión y sabiendo lo que ello significa. Pero al mismo tiempo, está el querer responder al Señor desde la sinceridad propia del corazón, sabiendo que somos todos frágiles, que necesitamos de la bondad, de la misericordia de Dios y del amor fraterno de la Virgen María".

Finalizó con las palabras del Evangelio como un signo para la asamblea: "Yo soy la vid verdadera, ustedes son los sarmientos. Todo sarmiento que esta disociado de mí, que está cortado de mí, se seca y no dará fruto, y todo sarmiento que está unido a mí, el Padre lo poda para que dé un fruto más abundante".

Posterior a la exhortación, vino el diálogo entre el cardenal de Santiago y Rodrigo donde se confirmaba la aceptación de este servicio para la Iglesia; acción que dio paso luego a la respuesta de su esposa Isabel y sus cuatro hijos, quienes firmemente también aceptaban la voluntad del Señor para su familia.

Con el sí de parte de todos, las Letanías de los Santos, la imposición de manos y la entrega de la vestimenta propia y el Libro de los Evangelios, Rodrigo Prieto ya a esa altura, podía decir que su diaconado comenzaba: "La verdad que es un momento precioso. Es un regalo sentirse tan amado y es un paso que solo lo puede dar el Señor en uno. Es un compromiso gigante con la Iglesia de seguir siendo un servidor del Señor. Cuesta, cansa, pero se logra y solo lo de hoy recompensa todos los días de cansancio, pero es muy lindo. Estoy muy impresionado por el cariño de la gente, de ver tantos sacerdotes, amigos, estudiantes y eso me pone muy feliz", resumió.

Isabel Hurtado, su esposa, en tanto, agregó que este paso "es un compromiso que se asume como matrimonio desde el principio y muy contentos, felices, agradecidos del Señor, de tanta gente que nos acompañó en estos años y dispuestos a lo que el Señor quiera de aquí en adelante".

Para el padre Rodrigo Domínguez, vicario de la zona Cordillera, lo vivido en la parroquia Los Castaños fue un memorial para todos: "No es solo una buena noticia para la parroquia, para la vicaría, sino para toda la Iglesia.Un nuevo consagrado, una nueva familia que se consagra al Señor para servir a nuestros hermanos, así que es una gran alegría. Desde antes que comience el proceso de estudio, la familia, la comunidad ya está rezando y acompañando. Cierto que es un camino de preparación, de ir conociendo y de ir compartiendo para poder realizar un buen ministerio. Estoy más feliz que todos", reflejó.

El padre Roberto Espejo, párroco de Los Castaños, complementó: "Para cada uno de nosotros y para los católicos es algo muy emocionante y al mismo tiempo de mucha alegría. El Señor escoge a alguien y le da la posibilidad de un proceso de formación y que el día de hoy lo consagra. Es un momento muy bonito, de mucha importancia y de mucha responsabilidad. Como párroco y amigo de Rodrigo y de su familia le deseo todas las bendiciones".