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Martes 16 de enero de 2018

Parque O'Higgins: Gracias Papa Francisco, le pedimos nos bendiga dijo Cardenal Ezzati

En un breve mensaje al término de la misa en el Parque O'Higgins, el Arzobispo de Santiago agradeció la paz de Jesús que nos trae el Papa. Agregó que aun cuando persiste una "brecha que nos separa (que) es demasiado profunda y donde la pobreza y la exclusión siguen levantando muros y exclusiones", el cardenal destacó que este es un pueblo "en cuyo corazón brilla la vocación de entendimiento y no de enfrentamiento".

Periodista: Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/

Las palabras textuales del Arzobispo de Santiago:

"Este lugar nos evoca la presencia del primer Papa que ha visitado nuestra patria, san Juan Pablo II (aplausos). Aquí la provocación y la sinrazón intentó pintar de gris la alegría de todo un pueblo que daba gracias a Dios por la beatificación de una de sus primeras predilectas, sor Teresa de Los Andes (aplausos), joven carmelita de nuestra tierra.

Aquí, mientras las bombas lacrimógenas intentaban apagar el entusiasmo de la gente, brazos y manos levantadas de presbíteros, de consagrados y laicos se alzaban al cielo para detener la barbarie e implorar la paz y la reconciliación para un país en cuyo corazón brilla la vocación de entendimiento y no de enfrentamiento (aplausos).

En este lugar se escuchó fuerte y vigorosa la palabra de un profeta enviado por Dios gritando: "¡El amor es más fuerte! ¡El amor es más fuerte!" (aplausos).

Querido Santo Padre, hoy es usted, sucesor de Pedro, pastor universal de la Iglesia, quien nos ha presidido la Santa Misa, haciéndonos uno en Cristo e invocando para Chile y sus habitantes el don del amor, de la justicia y de la paz. Le damos gracias, Papa Francisco, porque de sus labios hemos escuchado la voz de Jesús: "Mi paz les dejo". Y en un gesto de fraternidad nos ha invitado a hacernos mutuamente don de esta misma paz. En un Chile donde la brecha que nos separa es demasiado profunda y donde la pobreza y la exclusión siguen levantando muros y exclusiones, la Eucaristía dominical se vuelve profecía de justicia y de paz y, al mismo tiempo, escuela incomparable de fraternidad y de amor.

Santo Padre, en el gesto eucarístico celebrado domingo a domingo en cada comunidad de fe, buscaremos hacernos más y más hermanos y hermanas, para que, alimentados del mismo pan eucarístico, nos convirtamos en artífices de justicia y de paz.

Le pedimos, Padre Santo, que nos bendiga, que bendiga de manera especial a los niños y a los jóvenes de nuestra ciudad y de nuestra patria (aplausos); a los enfermos y a quienes sufren en su espíritu; bendiga a nuestras familias y a quienes tienen la responsabilidad de hacer de Chile, como dice la Canción Nacional, "la copia feliz del Edén". Muchas gracias, Santo Padre".