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Viernes 10 de agosto de 2018

Diáconos permanentes de Santiago celebraron su día

Con ocasión de la Fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir de la Iglesia, un poco más de cien diáconos permanentes celebraron el viernes 10 de agosto, su tradicional día en la Catedral Metropolitana de Santiago en compañía de sus esposas, familiares y amigos.

Fotos: Omar González

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

La eucaristía fue presidida por el padre Cristian Castro, Vicario para el Clero, quien es su exhortación valoró el trabajo que realizan los diáconos en cada una de sus parroquias y capillas.

"Qué es lo que amo San Lorenzo. Sin duda, la respuesta no está a nuestro alcance. Aunque sepamos pocos datos de su vida, no nos cabe duda que el centro de su vida estaba su inmenso amor a Jesucristo, pero de modo muy especial, en los pobres. Por tanto, con toda propiedad podemos decir que San Lorenzo amó entrañablemente a los pobres, incluso fue eso, lo que le costó el martirio (...) No hay otra riqueza más importante en la iglesia que el amor hacia los pobres", dijo el padre Cristian Castro.

Luego, invitó a reflexionar en medio de la crisis que vive la iglesia hoy en día: "Hagamos un acto comunitario de amor entre nosotros para con nuestra iglesia, para con Jesucristo, para con los pobres. Volvamos a empezar. A cada momento, a cada paso, vemos nuestra fragilidad, nuestra pequeñez, nuestro pecado, pero por sobre todo eso, está la misericordia de Dios esperándonos para que volvamos a empezar en el amor y en el servicio".

Por último, sostuvo: "Juntos hemos recibido un llamado para el ministerio y para el servicio y estoy aquí, porque quiero volver a empezar, quiero renovarme, fortalecerme, no desde mis fuerzas, sino que desde la fuerza de Jesucristo. Como el grano de trigo que cae en tierra y muere, ese es el modo y la fuerza de Cristo".

Para José Contreras, diácono hace cinco años de la parroquia San Columbano de El Bosque, este día es muy especial ya que "es muy bonito y emocionante, porque uno recuerda el periodo de estudio y se encuentra con sus compañeros. Ser diácono para mí es un una alegría, ya que uno puede entregar gratuitamente lo que recibió, tal como lo pide Jesús y para eso la familia es fundamental, porque solo no se puede caminar", manifestó.

José Álvarez por su parte, diácono hace seis años de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Providencia, agregó: "Hoy celebramos a nuestro patrono y especialmente, es un día de renovación de nuestras promesas. Y para mí ser diácono es una forma de vida, de consagración, familiar y personal al Señor. Es un lugar donde servir, pero que debe ser junto a la familia, ya que es esencial".

Recordemos que el diácono se ordena al ministerio de la palabra, la liturgia y la caridad, cuya función principal es la asistencia cualificada al sacerdote en las celebraciones.

Así mismo, dentro de sus competencias está el bautismo, conservar y distribuir la Eucaristía, ser ministros de la exposición del Santísimo y de la bendición eucarística, ser ministro ordinario de la sagrada comunión, portar el viático a los moribundos, en nombre de la Iglesia asistir y bendecir el matrimonio, leer la Sagrada Escritura a los fieles, administrar los sacramentales como el agua bendita, bendición de casas, imágenes y objetos, presidir el rito fúnebre y la sepultura.

Todo culminó con un compartir fraterno entre los diáconos, sus esposas, hijos y amigos que participaron de la celebración.