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Sábado 18 de agosto de 2018

Agradecida y emotiva despedida al padre Hugo Otaíza

Familiares, parientes, amigos, sacerdotes y feligreses, especialmente sordomudos, participaron en la misa de exequias del padre Hugo Otaíza, este sábado 18, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Providencia, liturgia que fue presidida por el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/

El sacerdote falleció el pasado jueves 16, en la casa Santo Cura de Ars, a los 88 años de edad. Durante su ministerio se dedicó especialmente a transmitir la palabra de Dios a los católicos con discapacidad auditiva, realizando misas en lenguaje de señas e impulsando el trabajo pastoral entre quienes tienen capacidades diferentes. El padre Hugo Otaíza dedicó su vida a trabajar con estas personas. "Comencé con discapacitados mentales, formando grupos estables en diferentes zonas pastorales de Santiago para realizar catequesis especiales... Creo que algunos aún continúan funcionando", comentó en una oportunidad.

Al comenzar la Eucaristía, el cardenal Ezzati dijo que del testimonio del padre Hugo, "en primer lugar, nos queda en el corazón su ministerio de discípulo y apóstol de Jesús, a lo largo de tantos años, hasta el final de su existencia dedicado a servir al Señor y a los hermanos. Después nos queda su sonrisa, siempre abierta para aprender de una manera muy particular en la catequesis especial de aquellos hermanos y hermanas que tienen cualidades diferentes a las nuestras y que pueden hablar con sus gestos alabando al Señor y comunicándose entre nosotros. ¡Cuánto trabajo y cuánta dedicación del padre Hugo para ser mensajero de Jesús, de su palabra, especialmente para estos hermanos y hermanas!".

Luego, el pastor expresó que "como Iglesia de Santiago le agradecemos a Dios su vida y su ministerio. Y en el día en que recordamos a san Alberto Hurtado, le pedimos al Señor que lo asocie a él y a todos nuestros hermanos sacerdotes que participan en la liturgia eterna en la celebración de su nombre y en la compañía de su Hijo resucitado".


La voz de los que no tienen voz

En el momento de la homilía, el padre Luis de María Avendaño, párroco de la parroquia Santa María de la Esperanza, de Maipú, cuyo primer párroco fue el padre Hugo, el mismo quien lo presentó al seminario, manifestó que su muerte "es la pascua de un amigo cotidiano del misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo, quien celebró su muerte victoriosa y la esperanza de la vida eterna todos los días".

Enseguida, dirigiéndose a los fieles sordomudos, expresó que a través de las palabras expresadas en gestos por el padre Otaíza, "el cielo se abrió todos los días en el altar y también en el corazón de ustedes. Hugo fue, como todo sacerdote, una puerta del cielo en la tierra. Y como todo sacerdote, vivió cada día en la frontera de la vida eterna. Ayer cruzó el umbral de esta vida y entró a vivir el misterio que celebraba todos los días. Hoy es la pascua de Hugo. Él fue palabra silenciosa que abrió el silencio de ustedes. Los que literalmente no tiene voz, fue voz de ustedes, los sin voz; fue palabra de ustedes, que no tenían palabra; fue alegría de quienes esperaban en silencio".

Terminada la misa, el cardenal Ricardo Ezzati presidió un responso ante la urna del padre Hugo, y luego sus restos fueron trasladados al Cementerio Católico, para ser sepultados en medio de la oración y la Palabra Dios expresadas en signos, y del cariño de todos sus cercanos.