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Martes 4 de septiembre de 2018

Culmina curso “Acoger, discernir y acompañar”

Este sábado y con la presencia del Vicario Judicial, Jaime Ortiz de Lazcano, se llevó a cabo la última clase y certificación de los 28 alumnos que participaron del programa de formación “Acoger, discernir y acompañar” para Agentes Pastorales Decanales que imparte La Delegación para la Pastoral Familiar y el Tribunal Eclesiástico en el marco del convenio de colaboración entre ambas entidades.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Natalia Castro

En total fueron cinco clases con las que se busca entregar herramientas para acompañar a aquellos matrimonios que están pasando por dificultades. El programa de formación incorporó la teología del sacramento del matrimonio y el derecho matrimonial canónico, a fin de ofrecer un acompañamiento pastoral con criterios serios, consistentes y coherentes. 

María Paz Jorquera, encargada de Formación señaló “este curso ayudará a que nuestros agentes pastorales estén capacitados para tratar todos los temas de la Pastoral Judicial, y nos fue muy bien, tuvimos 28 personas certificadas que quedaron preparadas para acompañar judicialmente a las personas que requieren de apoyo”.

Norma Flores, quien participó de este espacio de formación y quien además lleva ocho años preparando novios señaló, “fue un curso bastante intensivo pero encontramos que aún nos falta harto por aprender a quienes preparamos novios, porque son temas profundos. Nosotros estamos acostumbrados a acompañar distintas problemáticas cuando estamos en el proceso previo a que dos personas se casen, pero es diferente cuando un matrimonio no da para más y se tiene que poner término a ese vínculo, para hacer eso necesitamos herramientas, ser competentes. Nosotros luchamos en favor de la familia y acá estamos viendo un contraste, que es cuando un vínculo no puede continuar”.

Al respecto el Padre Jaime Ortiz de Lazcano comentó, “hace dos años que iniciamos este proyecto de formación de agentes pastorales en materia canónica, porque precisamente en las parroquias, a la hora de acompañar a parejas o matrimonios que viven situaciones de dificultad o irregulares desde el punto de vista canónico, no hay nadie que tenga las competencias o formación para acompañarlas, sea en la superación de la crisis o en derivarlos al Tribunal Eclesiástico para que inicien su proceso de nulidad matrimonial”, agregando, “el año que viene esperamos continuar con este proceso y que cada parroquia envíe uno o dos representantes para formarse”.