Mauricio Domínguez asumió como nuevo Ecónomo del Arzobispado

El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, señaló que "trabajar en el arzobispado, en cualquiera estructura de la Iglesia, no es solamente un contrato civil, es sobretodo un compromiso de vivir este trabajo desde la perspectiva de aquello que nos mueve interiormente, el Señor, el Evangelio, el servicio a los hermanos de acuerdo a lo que el Evangelio nos propone". Añadió que el ecónomo tiene también una función muy importante en cuanto a los medios que debe administrar. Primero, dijo, "los medios económicos en la Iglesia solo tienen una finalidad: estar al servicio del Evangelio, de la pastoral y, por consiguiente, tienen como objetivo fundamental el bien más grande al que pueden aspirar las personas, que es llegar a la comunión con Dios a través de Jesucristo en la comunidad de la Iglesia".

Otro principio fundamental en la administración de la Iglesia, precisó el cardenal, lo indica el Código de Derecho Canónico, que "le pide al obispo que administre los bienes de la comunidad eclesial como un padre de familia, que siempre tiene en cuenta a todos y de una manera muy particular al que más necesita". El pastor agradeció a Mauricio Domínguez su disposición para llevar adelante esta tarea.

El nuevo Ecónomo para la Administración de Bienes del Arzobispado de Santiago, expresó que asume esta responsabilidad "con un espíritu de colaboración, con un ánimo de que las comunicaciones entre toda la arquidiócesis sean una prioridad, y con mucha fe en que vamos a tener éxito en nuestra tarea de hacer de nuestra Iglesia una Iglesia más grande".