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Artículo

Sábado 1 de diciembre de 2018

Diáconos de la Arquidiócesis reflexionaron en retiro de Adviento

Un encuentro de oración, fraternidad y reflexión en torno al tiempo de Adviento y los desafíos de la Iglesia, vivieron los diáconos de la Arquidiócesis de Santiago junto al cardenal Ricardo Ezzati, en el tradicional retiro anual que se desarrolló en el Santuario de Schoenstatt de La Florida.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Natalia Castro

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

Durante la primera parte del encuentro, el pastor de la Iglesia de Santiago, saludó y entregó un mensaje a los diáconos y sus esposas: ”Bienvenidos a este espacio que quiere ser un encuentro con el Señor y entre nosotros, porque todas las veces que nos encontramos con Cristo, Él nos invita a a la comunión con todos los hermanos y hermanas”.

Junto a lo anterior, el Arzobispo invitó además a preparar este tiempo litúrgico y profundizó en sus tres dimensiones diciendo: “Adviento es un tiempo para la reflexión y por eso nos exige un esfuerzo especial. Es un momento para encontrarse con el Señor que ha venido, que viene y que vendrá”, agregando que “pone en relación el tiempo pasado y futuro con el presente y ambas dimensiones nos invitan a descubrir a Jesús, al Hijo de Dios, al misterio salvador que llega constantemente a nuestra vida e historia. Y el tiempo de Adviento que mira el pasado y el futuro es un pedagogo, un maestro para interpretar y vivir la venida del Señor en nuestra época”.

Luego, recordó que celebramos la primera venida del Señor en la humildad de nuestra naturaleza caída, en la naturaleza humana, marcada por la limitación. Y expresó que "estamos llamados a hacer presente el misterio de la salvación en la humildad y en la contingencia, no siempre de gracia, sino de mezcla de gracia y de pecado en la cual estamos viviendo".

Puso énfasis en la esperanza que nos trae este tiempo:“Nos enseña a mirar la segunda venida de Jesús, porque el advenimiento de su reino, la venida del Señor que anhelamos, se sigue realizando en la precariedad de la historia y por consiguiente es una invitación a no quedarnos en las limitaciones. Ustedes recuerdan en la Catedral de Santiago, el Papa nos invitó a no rumiar la desolación, sino a vivir este momento triste de la historia con la perspectiva de la victoria final”, agregó.

Para vivir la espiritualidad de este tiempo litúrgico, invitó a tener presente tres personajes bíblicos: el profeta Isaías, "el profeta de la esperanza";  Juan Bautista, "que invita a la conversión", y a María, "la mujer de la disponibilidad" y finalmente agradeció y animó a los diáconos a seguir su tarea evangelizadora con entusiasmo.

 

Diálogo con el pastor:

En la segunda parte de la jornada se realizó una ronda de preguntas, en donde los diáconos le plantearon diversos temas al Arzobispo, entre ellos, la continuidad de los discursos entregados por el Papa Francisco en su visita a Chile. Al respecto destacó dos aspectos en torno a los cuáles reflexionar: la centralidad de Cristo y el llamado a no rumiar la desolación.

También se abordó el desafío de integrar a los jóvenes a nuestra iglesia. Sobre este tema destacó el esfuerzo que significó el Sínodo de Santiago, diciendo: “Ha sido una gracia, una pequeña semilla que es también un poco de levadura, pero que si de parte nuestra esa pequeña semilla y ese poco de levadura se sigue haciendo presente como don de Dios, va a fructificar”.

 

Rol del diaconado:

En este contexto, Aroldo Ávila, diácono de la parroquia San José de Las Mercedes, comentó el rol del diácono en la actual situación de la Iglesia diciendo que “estamos en un tiempo de escucha, la Iglesia que está en la prensa, que sale con noticias malas, no es la que vivimos, no es la totalidad, somos una iglesia que tiene que renacer, tal como la semilla y en eso estamos llamados a participar”.

En la parte final del encuentro se entregó un reconocimiento a los diáconos que cumplieron 25 años de Ministerio y los asistentes compartieron en torno a la mesa fraterna.