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Viernes 21 de diciembre de 2018

Jesús, Dios con nosotros, fuente de Vida plena

El Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Santiago Silva, dio a conocer este jueves, 20 de diciembre, el Mensaje de Navidad 2018 del Comité Permanente del Episcopado chileno.

Fuente: Comunicaciones CECh

En dicho mensaje, los obispos tienen presente con especial preocupación a los inmigrantes, a las familias golpeadas por el flagelo de la droga, y a quienes sufren enfermedades severas o crónicas, particularmente a las personas contagiadas con VIH. 

Al mismo tiempo, piden que "la luz del pesebre y el mensaje de paz" de Navidad se hagan realidad en la Araucanía. "Que el respeto a la vida y a la dignidad humana junto a las necesarias reparaciones históricas del pueblo mapuche, ayuden a la concreción de los importantes pasos que se habían dado", agrega el mensaje.

Añaden que, como pastores, "conscientes de la realidad difícil que vive la Iglesia en Chile, con nuestro mayor empeño en nuestra propia conversión, miramos con esperanza el acontecimiento de Belén, volviendo una y otra vez nuestra mirada al Señor, frágil y vulnerable, que se hace cercano a nuestra vida e historia".

El mensaje concluye pidiendo que la Virgen María interceda para que "encontremos en esta Navidad la alegría de una esperanza renovada".


Jesús, Dios con nosotros, fuente de Vida plena
Mensaje de Navidad del Comité Permanente del Episcopado
Fecha: 20/12/2018


1. Al contemplar el misterio del nacimiento de Jesús, alabamos a Dios que eligió a la humanidad como su hogar, poniendo su morada entre nosotros y en nuestra historia. En Jesucristo, Dios entrega la Vida abundante que da sentido y plenitud a nuestra propia vida.

2. Iluminados por la humildad del Niño Dios en el pesebre de Belén, los obispos queremos para Chile los valores de paz y justicia, de amor y verdad que Jesús predicó y vivió.

3. En esta Navidad, tenemos presente con especial preocupación a nuestros hermanos inmigrantes, de un modo particular a quienes no han sido acogidos, comprendidos y respetados en su dignidad.

4. A las familias golpeadas por el flagelo de la droga, especialmente dañina en adolescentes y jóvenes, les extendemos un mensaje de esperanza, fundado en la persona de un Niño que invitó siempre a levantarse y venció a la muerte de una vez para siempre.

5. A cada hermana y hermano que sufre una enfermedad severa o crónica, de un modo particular a las personas contagiadas con VIH, manifestamos la cercanía del buen samaritano orando por su salud, su paz espiritual, y la fortaleza a sus familiares. Oramos para que en nuestra patria sobreponerse a una enfermedad grave no dependa de los recursos económicos con los que cada familia dispone.

6. Finalmente, quisiéramos que la luz del pesebre y el mensaje de paz que los ángeles regalan a todas las personas de buena voluntad, se haga realidad en la Araucanía. Que el respeto a la vida y a la dignidad humana, junto a las necesarias reparaciones históricas al pueblo mapuche, ayuden a la concreción de los importantes pasos que se habían dado.

7. Como pastores conscientes de la realidad difícil que vive la Iglesia en Chile, con nuestro mayor empeño en nuestra propia conversión, miramos con esperanza el acontecimiento de Belén, volviendo una y otra vez nuestra mirada al Señor, frágil y vulnerable, que se hace cercano a nuestra vida e historia.

8. Que María, la Madre del Salvador, interceda por nosotros ante su Hijo amado, para que encontremos en esta Navidad la alegría de una esperanza renovada.

Los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile