En Santuario Lourdes despiden a P. Olivier d`Argouges

Son cerca de las once de la mañana y en el Santuario de Lourdes, en Quinta Normal, hay más movimiento que de costumbre. Buses con fieles provenientes de Rengo, Concepción y Santiaguinos de a pie, llegaron hasta el lugar, esperando despedir al último de los misioneros franceses asuncionistas en Chile.

A los pies de la imagen de la Virgen, en la gruta del lugar, se vivieron momentos de profunda emoción. Entre los testimonios destacó el del obispo asuncionista emérito de Juazeiro, Brasil, José Geraldo Da Cruz, quien señaló: “El querido Padre Olivier se va a la casa del Padre y, lleva con él, una parte importante de la historia de la Asunción en América Latina, y cierra una página de la aventura francesa en la Provincia Andina”. Y agregó: “Olivier, hombre apasionado de Dios y de sus hermanos, nos deja su ejemplo de vida y la misión de ser fundadores y creadores de comunidades de hombres y mujeres que amen a Dios sin miedo de la solidaridad y del compromiso transformador de la sociedad”. 

El Superior Provincial, padre Juan Carlos Marzolla lo recordó como: "Un hombre que ha estado presente en todas las realidades de Chile y en situaciones difíciles. Lo que hizo fue algo muy sencillo no anteponer nada a su sacerdocio y a ver a Cristo en sus hermanos para acompañárlos en momentos dolorosos de su vida".

Por su parte, el Padre Nelson Egaña, párroco de Nuestra Señora de Lourdes explicó: "Después de tanto tiempo el trabajo del padre Olivier ya tiene una continuidad en las distintas comunidades. Fue un hombre que se entregó mucho a quienes más lo necesitaban, amparándolos y cuidando personalmente a las personas y eso marca mucho y da cuenta de su gran espíritu, de su gran corazón y de su entrega a Jesucristo”.

Luis Bustamante, quien viajó desde Rengo para darle un último adiós al padre Olivier, señaló: “Vinimos en delegación para acompañar a nuestro padre que sirvió en nuestra comunidad durante tres años y medio, así que con un cariño y una pena enorme por esta noticia porque él representa la cercanía, la sencillez y por eso fue tan querido en Lota, en Valparaíso y acá en Lourdes, tiene una trayectoria inmensa”.

El cardenal Ricardo Ezzati, quien no pudo estar presente por encontrarse arribando a Chile desde Roma, envió un sentido mensaje que fue leído ante los presentes: “Me acabo de enterar de su paso a la casa del Padre, lo encomiendo a la misericordia del Señor. Con  el padre Olivier vivimos fructíferos momentos en nuestro paso por la Iglesia y se forjó una gran amistad. Como Arzobispo de Santiago en tiempos no indiferentes, de desafíos sociales y pastorales, me dio mucha alegría conocer de su trabajo”.

Durante estos días, se han sucedido infinidad de saludos y testimonios desde el Superior General de los Asuncionistas hasta personas muy sencillas que trabajaron codo a codo con Olivier en los “pabellones” de mineros de Lota como en las poblaciones marginales de la Zona Oeste de Santiago en tiempos de la dictadura. Olivier arriesgó su vida para salvar vidas, se aparecía con su porte distinguido en diversos lugares, para evitar que desaparecieran personas, y lo lograba.

El padre Miguel Fuentealba Melo, actual cura párroco de la parroquia san Juan Evangelista, de Lota Bajo, relata su sentir: “La noticia de su muerte ha golpeado fuertemente en Lota, donde se desempeñó como párroco de la parroquia san Juan Evangelista, por unos 19 años en tres períodos diferentes, entre los años 1965 y 1996. Muchos tienen algo que contar, una experiencia que compartir, un recuerdo que mencionar. Lota lo aprendió a querer y él se enamoró de Lota. Por donde pasó – Concepción, Santiago, Lota, Valparaíso, Rengo, Pomaire, fue despertando simpatías como respuesta, en gran medida, a su personalidad jovial y atrayente”.

Sus restos mortales descansarán en la cripta de la basílica de Lourdes.