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Miércoles 24 de abril de 2019

Mártires del Evangelio: Pascua riojana, alegría del pueblo

Tras las celebraciones de semana santa se viene una nueva alegría para la Iglesia argentina y latinoamericana. Este sábado 27 de abril a las 10:00 hrs. (9:00 Chile) en La Rioja serán beatificados el obispo Enrique Angelelli, el misionero francés Gabriel Longeville, el franciscano conventual Carlos de Dios Murias y el laico y padre de familia Wenceslao Pedernera.

Fotos: martires.org.ar - Vatican Media

Periodista: Felipe Torres

Fuente: martires.org.ar - www.vaticannews.va

Enrique Angelelli, obispo: nacido en Córdoba fue ordenado sacerdote en Roma en 1949. En 1961 fue nombrado obispo auxiliar de Córdoba cuyo lema fue "justicia y paz", conoció a muchos obispos entre ellos chilenos durante el concilio vaticano II y en 1968 fue consagrado como tercer obispo de La Rioja. Como principal preocupación fue impulsar las enseñanzas del concilio en su diócesis a pesar de las amenazas que recibía. La tarde del 4 de agosto de 1976 mientras conducía en compañía de un sacerdote un grupo de militares vestidos de civil le dispararon en una rueda haciéndolo volcar cuando se dieron cuenta de que estaba vivo le dieron un culatazo en la cabeza muriendo en el lugar.

Carlos de Dios Murias, franciscano conventual: nacido en Córdoba estudiaba ingeniería en Córdoba y entró a un centro focolar donde conoce a los franciscanos conventuales donde fue ordenado sacerdote de esa orden en 1972.

Gabriel Longeville, misionero: nacido en Etables (Francia) fue ordenado sacerdote en 1957. Llega en 1970 a Argentina sirviendo primero en Corrientes y luego en La Rioja.
Ambos fueron secuestrados el 18 de julio de 1976 en Chamical y asesinados pocos días después.

Wenceslao Pedernera, laico: nacido en La Calera de San Luis se traslada a Mendoza en 1961 donde conoce a Marta Cornejo quien se casa un año después y tiene 3 hijas. En 1968 se acerca a la iglesia y participa en el Movimiento Rural de la Acción Católica, poco después se trasladan a Sañogasta (La Rioja) donde el 24 de julio de 1976 personas armadas lo acribillan por "error" muriendo al día siguiente en un hospital de Chilecito.

Este acontecimiento marca un antes y después en Argentina sobre todo en el magisterio de Francisco. Como parte de estas celebraciones grupos de chilenos irán a la ceremonia de beatificación y una misa de acción de gracias para el 4 de agosto, día del martirio de Angelleli.


Para mas información visita: martires.org.ar

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P. Bianchi: Sangre mártires riojanos, semilla de unidad de argentinos

El P. Enrique Quique Bianchi, teólogo argentino, compartió con Vatican News la siguiente reflexión titulada "Sangre de mártires riojanos, semilla de unidad de los argentinos". A continuación, ofrecemos algunos fragmentos.

Jesucristo, mártir por antonomasia

Jesús es testigo del amor del Padre. Con su pasión y muerte, "ofrece su vida en sacrificio redentor para reconciliar a la humanidad con Dios". De igual manera, "Los cristianos estamos llamados a ser "testigos". La fuerza del testimonio radica en la unidad entre vida y palabra. "El testimonio debe envolver la vida entera. Pronto lo entendieron los primeros cristianos cuando comprobaron que el pedido de Jesús de ser sus testigos tenía que ver con compartir sus sufrimientos e incluso su muerte".

Mártires, fuente de gracia para la Iglesia

El P. Bianchi insiste en que "haya cristianos capaces de encarnar el Evangelio de tal modo que pongan el amor de Cristo antes que su propia subsistencia es una poderosa fuerza de inspiración. Sus vidas ofrecidas son una especie de "prueba" de la plenitud que ofrece la fe cristiana" ... "De este modo, la sangre de los mártires mezclada con la de Cristo suscita nuestra fe, hace creíble la Buena Noticia que trajo Jesús".

Semilla de Cristianos

Bianchi afirma: "sabemos que esa semilla espera un buen terreno para desplegar su fecundidad. Son muchos los que trabajan con entusiasmo para hacer germinar la memoria de estos mártires en la vida de la Iglesia argentina". También llama la atención sobre "la frialdad de algunos sectores ante la inminente beatificación".

El P. Bianchi profundiza sobre este aspecto: "Tal vez este silencio tenga que ver con que los mártires riojanos nos obligan a hablar de lo que no se habla" ... "La dificultad de hablar de estos mártires parece estar relacionada con la profundidad de la herida que dejó en la sociedad argentina la violencia política y el terrorismo de estado de la década del 70" ... "También puede pensarse que los mártires riojanos no sólo nos muestran que la herida no termina de cerrar, sino que nos revelan nuestra incapacidad para revisar nuestras posturas.

El sacerdote considera que la actitud acrítica "nos deja indefensos frente a las fuerzas que buscan polarizar a la sociedad para dominarla (polarización que parece ser un fenómeno común en muchas sociedades modernas)". Y recuerda al Martín Fierro, que advierte: "los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera".

Mártires intercesores

El P. Bianchi clama a los mártires: "Pidámosle como Iglesia que nos consigan de Dios la gracia de ser tierra fértil para su semilla. Que sus sangres derramadas sean una siembra de amor y unidad para el pueblo argentino. Atrás de cada martirio hay un odio asesino, pero no puede ser eso lo que domine la escena. Bastante herido está nuestro pueblo con la siembra de odio de quienes buscan dividirlo". Recuerda las palabras que Wenceslao Pedernera en su agonía, le dirigía a su hija: "perdonen, no guarden rencor, no odien, yo los perdono".