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Jueves 11 de julio de 2019

La Iglesia en Irlanda post crisis: “Más humilde y pequeña”

La afirmación es de alguien que conoce de primera fuente la desgarradora realidad de los abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por personal consagrado de la Iglesia en ese país, el periodista Michael Kelly, director del periódico irlandés The Irish Catholic.

E l profesional, que estuvo hace algunas semanas en Chile, en el Seminario de Comunicaciones de Iglesia realizado en la UC, compartió en entrevista para Encuentro el camino recorrido para llegar al momento que vive hoy la institución en la tradicionalmente muy católica Irlanda. Itinerario que puede ayudar a la ruta que está iniciando también la Iglesia en Chile.

“Siempre que existe una gran crisis en cualquier tipo de institución, en cualquier organización, no se pueden seguir llevando a cabo las cosas de la manera tradicional. No se trata de esperar y solucionarlo por el momento, sino que se requiere una reforma radical”, es su primera visión. Y agrega: “Es muy importante que la Iglesia demuestre que habrá trasparencia, que se harán responsables. Que a las personas a quienes les han fallado se les garanticen medidas, que si alguien ha dañado a un niño, que se haga responsable”. Descubrir la visión real del Concilio Vaticano II es también un derrotero: “Que tengamos una Iglesia corresponsable, no una Iglesia errática en la que los obispos y sacerdotes estén a cargo y donde los laicos sólo escuchen, sino que también tengan el derecho de ser líderes responsables. El problema del que estamos hablando en este momento es abuso sexual y esto tiene una repercusión en todo: en la parte financiera, en los recursos de la Iglesia. Por lo tanto, creo que existe la oportunidad en medio de esta crisis de abordar una nueva visión de la Iglesia, más auténtica, que permitirá reconstruir la confianza”. Pero advierte que esa confianza tardará algún tiempo en reconstruirse y “sólo se puede lograr si a las personas se les demuestra que las reformas necesarias se están implementando”.

¿Cómo está la Iglesia en Irlanda hoy? En primer lugar, es mucho más humilde en la actualidad. En cuanto a cifras, es una Iglesia más pequeña, puesto que la cantidad de sacerdotes es menor. No hay muchas personas ingresando en el seminario debido a varias razones. Algunas de ellas se relacionan con la crisis de abusos. Otras se relacionan con la creciente secularización que se está produciendo en Irlanda. Al mismo tiempo, las personas mayores tienen más participación en la Iglesia. Un hecho que se ha producido es que los laicos realmente se han preocupado de ser los guardianes de la seguridad de los niños en la Iglesia de Irlanda. Diría que la Iglesia en Irlanda está intentando recobrar la confianza, se está situando como una voz entre varias, en las áreas públicas y en la sociedad civil sigue desempeñando un papel importante. Si se consideran las cifras de asistencia a misa en Irlanda, casi un tercio de los irlandeses afirma asistir a misa al menos una vez a la semana. En comparación con los estándares de Europa occidental, es increíble.

¿Cómo ve el papel de la mujer en esa Iglesia? La función de ellas es muy importante, puesto que la gran mayoría de los voluntarios de la salvaguardia de los niños en la Iglesia de Irlanda son mujeres. La directora del Consejo Nacional para la Salvaguardia de los Niños de La Iglesia Católica de Irlanda es una mujer, Teresa Devlin. Ella es, en mi opinión, la mujer más poderosa de la Iglesia de Irlanda. Si el consejo realiza una denuncia en la que afirma que el obispo A o el obispo B no está siguiendo la normativa como corresponde, la presión pública será tan grande que ese obispo deberá renunciar. Ya hay siete obispos que han debido renunciar en Irlanda, porque han sido criticados debido a problemas en la salvaguardia de los niños. Eso ha generado que el consejo, encabezado por una mujer, sea muy, muy poderoso. Podemos decir, sin exagerar, que en Irlanda, si no fuera por la participación de las mujeres en este ámbito, los mecanismos de salvaguardia de los niños no serían tan exitosos como lo son en la actualidad. Kelly explica luego que ese consejo es una nueva institución y la idea es pasar de ser reactivos, en términos de protección infantil, a hablar de salvaguardia de niños. “Se trata de crear un entorno seguro tanto para los niños como para las familias. Ha sido un verdadero cambio de léxico en Irlanda”, añade el periodista. Confía en que este camino “contribuirá a restablecer de manera gradual y cuidadosa la confianza. Cualquier persona que haya sufrido una traición en una relación sabe que la confianza no se recobra de un día para otro. Se requiere de bastante tiempo para que alguien vuelva a confiar en una institución. Debemos tener mucha paciencia. Aún cuando la confianza no se haya recobrado jamás, todo lo que ocurra ahora debe ser lo correcto, porque esto se trata de salvar la vida de las personas. Se trata de proteger a las personas del abuso. No debemos verlo nunca como un ejercicio de relaciones públicas”. Kelly reconoce crudamente la realidad de hoy: “Ya no vivimos en una cultura espontáneamente católica. Las personas no tienen confianza implícita en la Iglesia. Se perdió. La transmisión de la fe es muy difícil. ¿Qué hacer? El traspaso de la fe se debe efectuar entre las familias; entre unidades más pequeñas (…) La fe ya no se transmite por osmosis en Irlanda; los padres, las iglesias, las parroquias, los colegios realmente se deben esforzar en la transmisión de la fe, porque hay demasiadas otras influencias compitiendo. Además, ya no podemos sostener a la Iglesia. Los pecados de la Iglesia son bastante públicos y estamos pagando un precio demasiado alto por ellos”. Finalmente revela que “la transformación más grande que se produjo en Irlanda se consiguió cuando logramos generar un solo enfoque de la Iglesia. Los mismos procedimientos y procesos se encuentran en todas partes. Se rigen por el Consejo Nacional para la Salvaguardia de los Niños en la Iglesia Católica en Irlanda, que es un organismo laico externo, un supervisor de todos los procedimientos”.