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Jueves 18 de julio de 2019

Don Enrique Alvear, el obispo de los pobres y su testimonio cristiano

Faltaban 45 minutos para el estreno del documental “Enrique Alvear: el obispo de los pobres”, en el Centro Cultural La Moneda, y las butacas de la cineteca estaban totalmente copadas, por lo que se ocupó parte de los pasillos y se habilitaron otros espacios adicionales.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Así fue el interés por participar de este estreno acerca de la vida y testimonio de padre Enrique Alvear Urrutia, Obispo Auxiliar de Talca, Obispo de San Felipe y Obispo Auxiliar de Santiago, cuya causa de beatificación se lleva en Roma, a la espera de comprobar un milagro para avanzar en ese proceso. Entre el más de medio millar de asistentes, estaban el Administrador Apostólico de Santiago, monseñor Celestino Aós, el obispo Auxiliar monseñor Cristián Roncagliolo, sacerdotes, religiosas y cientos de laicos.

La exhibición del documental, este miércoles 17 de julio, de una hora de duración, captó todo el interés de los presentes, que siguieron atentos y muchas veces emocionados o con aplausos, los diversos pasajes del trabajo, que mostraban parte de la vida familiar, sacerdotal y episcopal de don Enrique, su vida de oración, su apostolado ente los más pobres y perseguidos y su fidelidad radical al Evangelio de Jesucristo.

Terminado el documental, siguió un conversatorio con personas que conocieron y trabajaron con monseñor Alvear Urrutia, en el que Pablo Mackenna actuó como moderador. Comenzó el teólogo Antonio Bentué, quien señaló que el cristianismo es la única religión en la que "Dios se revela en un perdedor, en un crucificado, no por sadismo, sino para ratificar que aquello por lo cual fue condenado a muerte revela lo que Dios es, y tomar eso en serio es lo que hizo don Enrique".

Por su parte, Gloria Torres, abogada, que trabajó en el Comité Pro Paz y en la Vicaría de la Solidaridad, afirmó que "mi gran maestro desde el punto de vista del Derecho fue don Enrique. Los Derechos Humanos tienen su base la dignidad humana. La mirada de don Enrique era profética, entendió que esos derechos son "la solidaridad entre sí, el derecho económico junto al derecho político, el derecho a la vivienda junto con el derecho al agua, son una mirada absolutamente visionaria, no fragmentada", como la que tuvo el obispo Alvear.

Pablo Mackenna manifestó que "para los que no somos tan cercanos a la Iglesia y que nos tocó conocer este personaje y su vida, nos damos cuenta que éste es un gran referente para la Iglesia" y que "por eso puede ser un gran santo para la Iglesia, pero también un gran hombre para Chile". Además, intervino Leony Marcazzolo, realizadora del documental, quien explicó que "cuando hicimos el documental nos preocupamos mucho de que hubiese una línea narrativa clara".

Luego, el padre Mariano Puga destacó actitudes del Papa Francisco desde que asumió su pontificado, como el rechazar la residencia del palacio vaticano o celebrar su cumpleaños con los mendigos de Roma. Tras ello, afirmó que "don Enrique se identificó con los pobres: lo que se hace a los pobres se le hace a Dios y lo que se niega a los pobres se le niega a Dios". Además, hizo distribuir el texto del Sermón de la Montaña y señaló que "éste es el mensaje de Jesús de Nazaret", e invitó a leerlo juntos y preguntarse si estamos dispuestos a dar la vida por Jesús de Nazaret".

Terminado el conversatorio, monseñor Celestino Aós impartió la bendición a todos los presentes.

El encuentro culminó con dos testimonios. Primero, el de Beatriz Miranda, que fue detenida por la Dina en enero de 1975 y llevada a la Villa Grimaldi, a donde concurrió don Enrique para saber de ella, sin conocerla, actitud le salvó la vida. Luego, Carlos Lazcano, 90 años, de San Felipe, quien dio detalles de la llegada de don Enrique a San Felipe, luego de dejar la diócesis de Talca. Contó que el obispo le arrendó una pieza para vivir allí, porque no se sentía bien en el palacio obispal.

La actividad fue cerrada por el padre Fernando Tapia, postulador de la Causa Enrique Alvear, quien expresó que "hemos visto parte de la vida y ministerio de este hombre, que nosotros siempre pensamos que era un hombre santo".