Mons. Aós: “Entramos en un tiempo de perdón y misericordia”

Hace un par de semanas, el Papa Francisco concedió celebrar un año de Gracia Jubilar para nuestro país, declarando al Santuario de Teresa de Los Andes y los Monasterios de la Asociación de Carmelitas Descalzas como Templos Jubilares, ad portas del primer centenario de la muerte de la primera santa chilena.

En este contexto, es que este jueves 15 de agosto y en la Fiesta de la Asunción de la Virgen María, Monseñor Celestino Aós, llegó hasta el Monasterio Carmelita San Rafael de La Reina, para hacer la solemne apertura del reciente Templo Jubilar.
Tras la lectura oficial del decreto y los respectivos signos para la apertura, las cerca de 200 personas, entre laicos y religiosas que llegaron, fueron testigos del inicio de este Año Jubilar en el monasterio de manos del obispo Celestino Aós y del obispo Auxiliar, monseñor Alberto Lorenzelli.

En su homilía, el obispo Aós junto con resaltar la imagen de María como el paso hacia el encuentro verdadero encuentro con Jesucristo, invito a los asistentes a vivir con especial ahínco este tiempo de gracia: "La Iglesia nos invita a que este año, que nos concede este privilegio del Año Jubilar, a que vengamos ante Dios con sencillez y con humildad, a implorar para nosotros y para los demás, la misericordia de Dios (...) porque sólo la misericordia de Dios hará el milagro de cambiar el corazón humano".

Al término de la misa, la Hermana Rosa Moya, Priora del Monasterio Carmelita San Rafael, agradeció la presencia del obispo y de la comunidad para este bello momento: "Estoy muy contenta con la visita de todos en este Año Jubilar, para nosotros ha sido también un año lleno de bendiciones, para el Carmelo chileno. De verdad que no esperábamos este hermoso gesto de parte del Santo Padre", exclamó.

José Luis Muñoz, quien lleva más de diez años acompañando en distintas labores al monasterio, este día es un memorial que guardará para toda su vida: "Es un gran día para la comunidad, porque la gente podrá profundizar en lo que es el monasterio, la labor de las monjas y lo que es la religión católica. Estamos en tiempos muy complejos y muy vapuleados, por lo que todo esto será de gran ayuda y de fe para muchos".

Misma alegría expresó María Aracena, Camarera de la Virgen del Carmen: "Todo esto es un regalo de Dios. Nunca pensamos que sería todo tan lindo. Tengo fe que este año será maravilloso. Ya se ve en la gente que viene hasta acá y por eso, estamos todos muy comprometidos. Sólo nos queda rezar por este año y sobre todo, por las vocaciones, que tanta falta hacen".

Todo terminó con un compartir fraterno organizado por la comunidad del monasterio.