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Viernes 23 de agosto de 2019
Retiro anual del clero: momentos de fraternidad y mucha oración
“Me voy fortalecido para la pastoral, en estos tiempos difíciles”, comentó el Padre Julio Larrondo, párroco de la parroquia San Luis Beltrán, al término de segundo retiro anual del clero, que se desarrolló durante cinco días en la casa de Ejercicios de Lo Cañas, de los religiosos salesianos.
Fotos: Camila González
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
A cargo de la predicación estuvo el sacerdote mexicano Sotero Domínguez, diocesano, quien entregó dos reflexiones diarias para la meditación de los presbíteros, que tuvieron diversos momentos dedicados a la oración personal. Diariamente también celebraron la Liturgia de la Horas, la misa e hicieron Adoración del Santísimo.
El padre Julio Larrondo, sostuvo que el encuentro "ha sido una experiencia de mucha fraternidad y acogida, en la que ayudó mucho el predicador". Como lo señaló el cardenal Ezzati al presidir la misa final del retiro: "Los ejercicios espirituales son un momento privilegiado de contemplación que no está separado de la experiencia diaria de nuestra vida de cristianos, de nuestra vida de pastores". Añadió que si falta el diálogo íntimo y "nuestra vida se vuelve opaca".
El Administrador Apostólico de Santiago y vicario para el Clero, monseñor Alberto Lorenzelli, destacó el hecho que los sacerdotes hayan participado en "este tiempo de reflexión, de discernimiento, porque es un tiempo para retomar el propio camino, de re encantarse con la vida espiritual y sacerdotal". Agregó que "fue un hermoso momento de fraternidad que se respiraba en el clima general, de mucha solidaridad, de encuentro y de reflexión en la verdad. Esto lo he notado positivamente, como los momentos que se fueron generando a través de las reflexiones del predicador, que han tocado el corazón de cada uno."
El padre Julio Larrondo, sostuvo que el encuentro "ha sido una experiencia de mucha fraternidad y acogida, en la que ayudó mucho el predicador". Como lo señaló el cardenal Ezzati al presidir la misa final del retiro: "Los ejercicios espirituales son un momento privilegiado de contemplación que no está separado de la experiencia diaria de nuestra vida de cristianos, de nuestra vida de pastores". Añadió que si falta el diálogo íntimo y "nuestra vida se vuelve opaca".
El Administrador Apostólico de Santiago y vicario para el Clero, monseñor Alberto Lorenzelli, destacó el hecho que los sacerdotes hayan participado en "este tiempo de reflexión, de discernimiento, porque es un tiempo para retomar el propio camino, de re encantarse con la vida espiritual y sacerdotal". Agregó que "fue un hermoso momento de fraternidad que se respiraba en el clima general, de mucha solidaridad, de encuentro y de reflexión en la verdad. Esto lo he notado positivamente, como los momentos que se fueron generando a través de las reflexiones del predicador, que han tocado el corazón de cada uno."