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Miércoles 25 de septiembre de 2019

Mercedarios celebran a su Madre fundadora, la Virgen de la Merced

Cada 24 de septiembre, en la Basílica de la Merced, los mercedarios en Chile recuerdan aquella aparición a San Pedro Nolasco donde la Virgen le encomendó fundar la Orden que estos días venera a su imagen.

Fotos: Omar González

Periodista: Gustavo Donat Sandoval

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Era 1218, cuando San Pedro Nolasco trabajaba día y noche para liberar a cientos de cristianos esclavos que estaban en manos de los musulmanes. Durante esa época, eran llevados a sitios lejanos en condiciones inhumanas. Es ahí, cuando la Santísima Virgen se le apareció, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a ayudar y auxiliar a los cautivos. Nació así la Orden de la Merced: "Será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel, es decir, entre los cristianos y serán signo de contradicción para muchos", le dijo. 

A 801 años de su fundación, los Mercedarios celebran a su Madre fundadora: "Hoy buscamos dar gracias, de dar gracias a Dios por la comunidad, por lo que hacemos, y pedir por nuestra familia mercedaria esparcida en Chile y en el mundo entero, que la conforman laicos, religiosas, religiosos, sacerdotes al servicio del pueblo de Dios", aseguró su Superior Provincial, Fray Mario Salas Becerra.

El Administrador Apostólico de Santiago, Monseñor Celestino Aós celebró la misa junto a la comunidad mercedaria. Reflexionó en su homilía sobre la importancia que la Virgen de la Merced tiene en el trabajo que realizan: "María, la madre de la Merced, es regalo y ayuda para nosotros. Hijo, ahí tienes a tu madre, recíbela y cambiará tu vida, aprenderás el misterio de la fe y de la libertad, de la confianza y de la entrega total al Padre que hace maravillas en cada una de nuestras vidas. Aprenderás lo hermosas y santas que son las vidas de los demás mercedarios y las vidas de los esclavos a quienes se les han enviado a encontrar y liberar", señaló.

Monseñor Aós agregó: "Los religiosos de la Provincia Mercedaria de Chile, movidos por la gracia divina, quieren -como todos nosotros- avanzar en el crecimiento humano, conociendo nuestras limitaciones y fortalezas para posibilitar una vivencia más coherente con nuestro proyecto de vida consagrada. A ustedes, mercedarios, Dios les quiere regalar estás alegrías si están en la liberación de los esclavos, sean esclavos de la droga, de la sexualidad desenfrenada, de la avaricia".

Claudia Martínez tiene una gran devoción a la Virgen de la Merced. "Es muy bonito sentir el cariño que tiene ella para acoger, para acompañar. Desde que tengo uso de razón que yo sé que soy devota. Nuestra Madre ha significado sabiduría, desenvolvimiento, fuerza. Me ha ayudado en todos los aspectos de la vida, sobre todo en la salud. Me habían detectado una enfermedad y tuvo solución gracias a la Virgen de la Merced, porque yo tuve fe mientras no tenía una respuesta médica, una solución".

Para Sor María Mercedes, hermana de Nuestra Señora de la Merced, la Virgen de la Merced es raíz de su vocación: "Siempre  he dicho que el Señor puso en mi corazón esa impronta mercedaria, porque coincidió que me llamó María Mercedes y llegué a esta congregación. Creo que nuestra Madre es protección, amparo, una Madre que está pendiente de todos nosotros, a quienes ama. Su importancia es ver cómo llegamos más rápido a Jesús a través de esta maravillosa vía que es María".

Buscando que las comunidades sean espacios de encuentros fraternos, donde cada persona se acepte y ayude mutuamente, monseñor Celestino Aós finalizó su homilía pidiendo por cada uno de los presentes: "Que la Virgen de la Merced nos bendiga a todos y nos ayude así a ir conformando a los religiosos y a ustedes, que participan de esta espiritualidad, un corazón cada vez más mercedario".