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Jueves 5 de diciembre de 2019

Espiritualidad y Arte juntos en la Parroquia San Juan Apóstol

El domingo pasado monseñor Celestino Aós bendijo la segunda parte de la obra en mosaico que incluye las imágenes de la Virgen María del Apocalipsis y San Juan, además del ambón y las pilas de la entrada.

Fotos: Omar González

Periodista: Carmen Gloria Díaz Meléndez

Seis años llevan liderando este proyecto Francisca Claro y Marcela Cortés, que no se conocían hasta que el padre Osvaldo De Castro, párroco en este momento de la Parroquia San Juan Apóstol de Vitacura las juntó. "Me encontré en la iglesia con él, él hace tiempo quería hacer un proyecto del apocalipsis porque justo a él lo habían asignado a la parroquia San Juan, que escribió el apocalipsis, y había estudiado también todo el tema de los mosaicos cuando estuvo en España, Barcelona y quería hacer este proyecto. Por casualidad nos encontramos y me pidió si podía hacer, especialmente el capítulo 21 y 22, la parte gloriosa del capítulo del apocalipsis", recuerda Francisca, quien estudió Artes en la Universidad Católica y durante 20 años ha trabajado en arte sacro, ha hecho algunos proyectos en parroquias. "Esta idea la tenía desde hace mucho tiempo. Él decía 'necesito que esto tenga 2 pilares', un poco como trabajan algunos centros de espiritualidad y arte en Europa, que tenga 2 pilares, en la espiritualidad y el arte. Entonces, me pidió si me podía hacer cargo de la espiritualidad", cuenta Marcela. Ella cree que se lo pidió porque se conocía y "porque yo me preparé como acompañante espiritual y he trabajado en eso mucho tiempo. También estudié arte, entonces podía entender el idioma y podía interpretar si venía un artista, porque nosotras no nos conocíamos, cómo interpreta lo que el otro quiere y juntarlo con la espiritualidad, yo creo que va un poco por eso fue".

Marcela y Francisca han trabajado junto a un grupo de 45 personas aproximadamente que no son artistas, pero fueron aprendiendo todas juntas. "Cada persona hace un trabajo sin nombre, lo hace como se hacían las catedrales, un trabajo anónimo y gratuito. Trabaja una, y al del día siguiente sigue otra, y luego otra sigue y tú no te adjudicas ningún trabajo específico, sino que es un trabajo en equipo", cuenta Francisca.

Antes de iniciar la misa monseñor Celestino Aós, administrador apostólico, apreció las imágenes y el mosaico, conversó con Francisca y con las personas de la comunidad que estaban contentos con su presencia. El padre Aldo Coda, párroco le agradeció "ha venido en un momento muy especial para nosotros, para nuestra comunidad, ha venido para bendecirnos el ambón de la palabra de Dios y que queremos que sea el lugar donde el Señor nos oriente, donde el Señor no vaya mostrando el camino, donde el Señor nos incite y nos motive a construir el reino de paz, de justicia y de amor que él vino a predicarnos. Le damos gracia por estar con nosotros por hacerse parte de este momento tan especial para nuestra comunidad". También agradeció a quienes colaboraron para que esto se hiciera realidad "a cada una de ustedes, que entregó lo mejor de sí, su tiempo, su dedicación, su espiritualidad y su trabajo, renunciado tal vez a muchas cosas legítimas como tiempos de casa, tiempos de mamá, tiempos de esposa y se lo regalaron al Señor, darles las gracias infinitamente por ello".

Monseñor Aós bendijo primero las pilas de la entrada, el ambón, la Virgen de la Apocalipsis y a San Juan Apóstol. En su homilía le dijo a la comunidad presente "hemos rezado para que el Señor nos ayude, para que nuestro adviento sea tiempo de practicar las buenas obras. Y esta misa y fiesta es una buena obra, y tiene que animarnos a seguir en buenas obras, en alerta y espera porque el Señor se viene a cada una de nuestras vidas en la hora que menos pensamos".

"Es emocionante que monseñor haya bendecido las imágenes, y lo más emocionante para mí por lo menos es poder rezarle a una virgen que antes no existía y ahora le estas rezando, y que hicimos en conjunto con todas las personas del taller, con mucha oración, con mucho cariño, con mucha dedicación y a la que ahora se le puede rezar", dice Francisca.
Antes de finalizar la misa se rezaron tres Ave María por la paz del país.