Martes 10 de diciembre de 2019
Chile es consagrado a la Virgen María en las celebraciones del 8 de diciembre
El cerro San Cristóbal y el Santuario Nacional de Maipú, fueron parte de los lugares, donde miles de fieles se convocaron para pedir paz y protección.
Fotos: Jorge Salomón
Periodista: Carolina Jorquera Oliva
"Virgen del Carmen, madre de Chile, corazón inmaculado, oye nuestro clamor", fue la consigna de un gran lienzo que estuvo presente en las eucaristías del Parque Metropolitano y del Santuario Nacional de Maipú, el pasado domingo 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de María.
El joven tras esta iniciativa, Roberto Marchan, de la parroquia Santa María Magdalena de Puente Alto, quien le hizo una promesa a la Virgen, en el contexto de las manifestaciones sociales que han marcado a nuestro país los últimos meses: "Este lienzo es para manifestar la paz en medio de la tempestad que estamos viviendo. La Virgen siempre me ha acompañado con su gracia y hoy le pido que nos ayude a promover la tranquilidad para Chile, que todos nos contagiemos, los sacerdotes y laicos, todos clamemos juntos por la paz y justicia", sostuvo Marchan.
Ambas celebraciones fueron presididas por el Administrador Apostólico de la Iglesia de Santiago, monseñor Celestino Aós, quien se sumó al gesto nacional de consagrar el país a la maternal protección de la Santísima Virgen María, durante las eucaristías del día: "Necesitamos un Chile que sea una casa para todos. Todos y todas debemos colaborar, la libertad que Dios nos regala nos da la oportunidad de situarnos en los que miran y no colaboran, entre los que optan por la violencia que siempre mata la paz o situarnos entre aquellos que dicen trabajar por la paz, aún reconociendo sus limitaciones, pero dispuesto a rectificar". Expresó monseñor Aós, invitando a los asistentes a seguir el camino de las bienaventuranzas en medio de las dificultades que enfrenta el país.
Así lo han vivido Rosario y su esposo Jaime, quienes cada 8 de diciembre suben hasta la cumbre del cerro San Cristóbal a dar gracias a la Virgen, sin embargo, este año vienen a pedir paz, diálogo y amor para Chile: "Qué los cambios que necesitamos se hagan en un ambiente de paz y de concordia. Y el cambio tiene que venir de cada uno de nosotros, tenemos que promover en todos los ambientes la paz y como cristianos mantenernos en oración en estos momentos tan duros y tener la confianza en Dios y en la Virgen para que interceda por todo Chile".
¿Qué puedo hacer yo para este Chile que todos debemos construir?
Esta fue una de las interrogantes que planteó, monseñor Celestino Aós, enfatizando que la libertad es un don: "Tenemos que orar, porque el cambio de los corazones no lo podemos hacer nosotros solos, necesitamos de Jesús y la protección de la Virgen María. Junto a la oración, un diálogo sincero y la vuelta a las Santas Escrituras, tiene que ser la palabra santa donde Dios me habla. También, como la Virgen María, tenemos que mirar alrededor y sentir con lo más pobres", dijo el pastor de la Iglesia de Santiago.
Y así ha permanecido la imagen de la Virgen María del Cerro San Cristóbal, mirando a la ciudad de Santiago, siendo testigo de los clamores del pueblo. Así lo interpreta Miguel Villegas, joven de la Comunidad Shalom : "La Virgen ha estado muy presente mirándonos, como madre acogedora puede transformar muchos corazones rebeles, mostrándonos a Dios que es misericordia, amor y también justicia, una de las necesidades que resuenan con fuerza, pero la justicia que viene de Dios es mas grande y más fuerte. María puede interceder por esta justicia divina", finalizó el joven, invitando a sus pares a salir a la calles y promover acciones que promuevan la justicia y la paz.