Comedor Manuel Pino de Lo Espejo entrega ayuda a los más necesitados

La olla común de este comedor, organizada por la comunidad parroquial de la Capilla Señora de Guadalupe María Madre de los Pobres, perteneciente a la Unidad Pastoral San Pedro Pescador,  cuenta con un comprometido equipo de siete voluntarios quienes trabajan a toda máquina para preparar los fondos de comida. Ni la pandemia, ni la lluvia ha detenido su tarea y gracias al apoyo del Arzobispado y de los mismos pobladores, de lunes a sábado entregan comida reconfortante a personas en situación de calle o a quienes han perdido sus trabajos por causa de la pandemia. 

No ha sido fácil. Al colindar con un Servicio de Atención Primaria, se vieron en la obligación de trasladar todo al antejardín de Orlando Cortés, responsable del comedor, quien habilitó el espacio con mesas y toldos para continuar con el servicio. Este miércoles, en medio de una incipiente llovizna, que lograron capear con sus toldos, entregaron un un plato de pantrucas y un triple postre que incluyó una manzana, arroz con leche y calzones rotos. “Yo cocino cuatro veces a la semana y descanso dos días en lo que me apoyan unas vecinas que cocinan en su casa. Aquí con lluvia o calor se entrega igual” dice Orlando.

En el comedor o en el patio de su casa, la ayuda se entrega con la misma dignidad, así lo afirma Marcelo Cortés, hermano de Orlando, quien muchas veces se encarga de acarrear las raciones y las entrega a quienes no pueden llegar a buscarla. “Entregamos lo mismo que uno come en la casa, acá somos todos iguales, no se hace diferencia en nada”, afirma y es esa amabilidad la que agradecen los pobladores, como Alejandro Maturana, maestro pintor, que además de ver mermada su condición económica durante la pandemia, fue afectado por el virus del Covid-19 y hoy ha logrado mantenerse gracias a la ayuda que ha recibido. También lo hace Héctor Castillo, quien vive en situación de calle. “La ayuda del comedor es 100% fenomenal de verdad, a nadie le falta. Ustedes para nosotros son Dios. Yo vengo a diario al comedor y es de gran ayuda. La Iglesia está jugando un rol muy importante en esta pandemia”. 

El comedor social en la José María Caro

Lo que comenzó como una ayuda para los hermanos en situación de calle, se transformó en el soporte de quienes más lo necesitan. Es en el compartir de las ollas comunes, donde la comunidad parroquial ha logrado levantar las necesidades de los vecinos, es así como organizados lograron entregar durante dos domingos seguidos, planchas de zinc a quienes presentaban filtraciones en sus techos y también doce balones de gas a las familias que no contaban con este recurso. El comedor “Manuel Pino” es el único comedor parroquial en la José María Caro y se definen en palabras de su párroco como un “comedor social” que se sustenta de la ayuda desinteresada de personas que les han regalado fondos, cocinas e implementos y con el apoyo permanente de Caritas Chile y la VPSC. “Las donaciones que nos regalan, nosotros las entregamos a la gente con necesidades” afirma el padre Manuel Pino.

Una bendición para los fieles

Este miércoles monseñor Cristián Roncagliolo visitó el comedor, instancia en la que bendijo a los beneficiarios y también los alimentos que sirvieron y que ayudó a repartir, gesto fue valorado por el párroco y su comunidad, quienes consideran esta visita como una muestra que no están solos y que la Iglesia los acompaña. “La visita estuvo muy bonita, muy cercana. Monseñor bendijo el almuerzo y conversó con las personas, fue muy ameno”, comenta Orlando.

*Para colaborar con el comedor "Manuel Pino" comunícate con Orlando Cortés al correo 23sur5970@gmail.com