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Jueves 17 de septiembre de 2020

Nuevas estrategias para acompañar a personas privadas de libertad

Seguir acompañando a mujeres privadas de libertad, a sus hijos y familias, fue el motor que impulsó al equipo de la línea cárcel de la Vicaría de Pastoral Social Caritas a adaptar sus metodologías de intervención durante este tiempo y hacer frente a las múltiples necesidades en medio de la crisis sanitaria.

Fuente: Vicaría de Pastoral Social Caritas

A raíz de la pandemia surgieron necesidades inmediatas y urgentes de atender. como la entrega de material didáctico para apoyar el proceso de educación de niños y jóvenes, el apoyo con cajas de alimentos a las 120 familias que son parte de los programas de la línea cárcel y que producto de la crisis se han visto fuertemente afectadas por la falta de ingresos, además de la necesidad de contención emocional, fundamental en este tiempo.

"La línea cárcel ha sido un soporte  en este tiempo en la contención de las familias, comprendiendo que viven situaciones de marginalidad muy grande que se ha acrecentado en este tiempo. Esa contención ha sido tan importante como la necesidad de alimento", destaca Norma Villanueva, encargada de la Línea Cárcel. 

Junto con atender los requerimientos más urgentes de sus interlocutores, los equipos de trabajo de los programas “Abriendo Caminos” y “Rehaciendo Vínculos” iniciaron la reflexión sobre cómo adaptar el acompañamiento que brindan hacia formas más acordes a la situación de confinamiento. “Las familias no necesariamente se manejan en las plataformas digitales, hay sectores en donde la cobertura de internet no es buena, entonces comenzamos a utilizar gráficas y recursos bien lúdicos para hacer la intervención”, comenta Norma, quien también destaca  que la creatividad y proactividad de los equipos  fue fundamental en esto.

Un espacio que las personas privadas de libertad han perdido por la pandemia fue el de las visitas presenciales, ello implicó no ver a sus hijos y seres queridos, razón por la cual profesionales de la línea cárcel han asumido un verdadero rol de puente entre ellas y las familias, en coordinación con gendarmería.

“Desde gendarmería surge la instancia para que al suspenderse las visitas presenciales las personas pudieran hacer videollamadas con sus familiares en un bloque horario determinado y nosotros desde los programas hemos acompañado por separado a mujeres y sus familias, mediante videollamadas para estar en estrecha comunicación tendiendo un puente entre las mujeres y sus familias”, cuenta Carolina Zabner, Encargada del programa “Rehaciendo Vínculos”.

El acompañamiento individual a las mujeres que la línea cárcel ejecutaba antes de la pandemia, ahora se hace mediante algunas videollamadas coordinadas con gendarmería, instancia que ha servido -como comenta Carolina- para escuchar a las interlocutoras  y darles la tranquilidad que no dejarán solos a sus hijos. 

“Más que nunca hoy nos hemos tenido que adaptar a las familias. Hay abuelas cuidadoras que tienen nulo acceso a internet, no todas tenían mail, entonces hemos tenido que ir innovando. Al principio el temor era muy fuerte en las familias recibimos muchos llamados lo que podemos observar es que como línea hemos usado muy bien las herramientas digitales”, comenta Thamara Cavieres, del programa Abriendo Caminos.

Las temáticas de la intervención han tenido que hacerse a través de llamadas telefónicas o zoom, también se han realizado videos educativos para estar presentes en el día a día de los interlocutores, así también se creó la revista “Enrédate”, cuyo objetivo es entregar recomendaciones y datos a las familias, muy útiles para este tiempo de crisis.