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Domingo 20 de septiembre de 2020

"En el corazón de Dios hay amor para todos sus hijos”

Con un llamado a imitar la bondad de Dios y amar al prójimo para ayudarlo a ser bueno, el obispo de Santiago Celestino Aós presidió la misa dominical. Junto a monseñor Alberto Lorenzelli elevaron una oración en el contexto de las festividades patrias y también pidieron perdón por aquellos que cometen pecado.

Periodista: Bárbara Guerrero C.

El Arzobispo de Santiago, Celestino Aós, agradeció a Dios con un emotivo mensaje por lo bello y lo justo que hay en nuestras vidas y en nuestro país, recordando que la celebración de esta Fiestas Patrias no tiene otro sentido que el regalo de la resurrección que llena de esperanza nuestra existencia. En sus palabras también pidió misericordia y perdón por aquellos que son irresponsables y cometen actos de maldad. 

El obispo, citando el Evangelio de San Mateo, recordó que Jesús nos revela la imagen de Dios a través de sus palabras y acciones, y que ese Dios bueno y justo, no puede ni debe ser confundido con los esquemas que tenemos en nuestra mente ya que sería un indicio de no haber escuchado la Palabra Santa que dice: “mis pensamientos no son vuestros pensamientos”. 

Continuando su homilía, Aós habló de los judios convertidos que enjuiciaron a Jesús, acusándolo de amar de igual manera a justos y pecadores, dándoles su bendición, incluso sin considerar que estos últimos no siempre cumplieron la ley. “No se quejan de que no se les haya pagado lo convenido y suficiente, sino porque comenzó a pagar por los últimos (...) la envidia, el pecado triste por excelencia”, señaló. 

Tal como lo dijo San Juan en su Primera Carta, destacó que el amor de Dios es grande y se hace realidad solo si nos amamos los unos a los otros y que ese mensaje lo vivimos en cada misa, cuando a través de su palabra El Señor nos invita a ser buenos con todos. 

Para finalizar su mensaje Aós dijo “No debemos amar solo a aquellos que son virtuosos, que han hecho el bien, sino que debemos animarlos para que continúen siendo buenos y a los que están equivocados, a los que están en el pecado, los amamos para que se conviertan”.