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Jueves 3 de diciembre de 2020

Los desafíos y aspiraciones para los nuevos profesores de Religión UC

Transformar la sociedad y contribuir al fortalecimiento del encuentro y la relación de Dios con la vida del hombre. Con esos objetivos la Facultad de Pedagogía en Religión Católica de la UC, invita a conocer el nuevo programa en Religión Básica y Media para el 2021.

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Periódico Encuentro

Link fuente: www.periodicoencuentro.cl

Un estudio de “Elige Educar”, de 2018, detectó que cerca de siete mil docentes no son idóneos para el cargo de profesor. Para el 2025 proyectan en 32 mil los profesores sin una preparación disciplinar o pedagógica. En otras palabras, uno de cada diez profesionales que hagan clases no serán profesores preparados en su materia. En la actualidad, según datos proporcionados por la Vicaría para la Educación, los colegios de Santiago cuentan con 1975 profesores de Religión.

Patricia Imbarack Dagach, subdirectora académica del Programa de Pedagogía en Religión Católica UC, sabe que esos números son aún más complejos en su facultad. “La vivencia de lo religioso ha cambiado y adoptado nuevas formas. Se ubica en un plano más privado, de una vivencia a puertas cerradas”. Pese al panorama diverso y cambiante, cree que al estudiar pedagogía en religión se pone el acento en la comprensión de su rol en lo social y cultural. “Es posible gestar cambios en el entramado social, al reubicar la religión como un potente factor de cohesión social, que reconstruya confianzas y vínculos desgastados”.

La nueva malla, a través de una formación pedagógica disciplinar y profesional, ofrece al futuro docente ser un profesional con un sólido dominio de los fundamentos de la Teología y la Educación. “Es que lo religioso, como advierten los expertos, no desaparece, sino que más bien va encontrando otras modalidades. Por eso mismo es tan urgente contar con sólidos profesores de religión, pues es necesario marcar el sentido religioso con el sello de Cristo”, complementa el padre Javier Barros Bascuñán, director del Programa en Religión Católica.

Por medio de prácticas tempranas, la carrera genera oportunidades de aprendizaje para el desarrollo de la dimensión religiosa y contribuye a una educación integral y una convivencia respetuosa, abierta y dialogante. “El hombre ha perdido el diálogo con Dios y la educación religiosa escolar tiene la oportunidad de presentar grandes preguntas de sentido a sus estudiantes”, rescata Imbarack.

La investigación de “Elige Educar” precisa que ser profesor de Religión tiene un impacto en cerca de cinco mil estudiantes. Desafío no menor, según el padre Barros: “Nos llena de entusiasmo. Un profesor puede hacer un bien enorme y su trabajo puede incidir profundamente en la necesaria transformación de nuestra sociedad, que justamente necesita de lo religioso para cohesionarse y darle sentido a la vida”.

Similar impresión sostiene Imbarack: “Lo que un educador hace a lo largo de su trayectoria profesional es clave, no solo impacta en estudiantes, sino también tiene la oportunidad de impactar positivamente en sus familias, en la sociedad y en la cultura”. Nuevas generaciones Con una primera generación de seis docentes egresados en 2019, el sacerdote se mantiene optimista para el futuro. Sabe que la carrera es relativamente nueva y cree que en la medida que sea conocida en las comunidades, puede incrementar. “Además, ser profesor de religión responde a una vocación propia de la misión evangelizadora de la Iglesia, por lo tanto, es seguro que el Señor debe estar llamando a jóvenes para comprometerse en este desafío”, concluye.

Conoce más sobre la carrera en https://religion.uc.cl/