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Sábado 9 de enero de 2021

Escuela Arquidiocesana de Verano superó limitaciones impuestas por la pandemia

El programa de formación pastoral de verano que cada año lleva a cabo el Arzobispado de Santiago, salvó con creces las restricciones sanitarias ocasionadas por la emergencia del covid-19, y más de mil 500 participantes recibieron los contenidos de diversos cursos para agentes pastorales, consagrados y fieles en general de la arquidiócesis, vía online.

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

La oferta formativa virtual incluyó 16 cursos de convocatoria amplia, como la encíclica Fratelli tutti, Doctrina Social de la Iglesia, Comunión, liderazgo y participación, Liturgia, etc. Otros cursos para una convocatoria limitada, como Promoción del buen trato, Talleres de alfabetización digital, Consejos económicos parroquiales y también un importante espacio para contenidos de la Pastoral Juvenil. Además, cursos para presbíteros y para diáconos permanentes y sus esposas, en especial con el fin de aportar elementos para el desarrollo de su vida espiritual.

La última sesión de cursos vía online se realizó este pasado viernes y comenzó con una reflexión y oración a cargo del padre Ignacio Gramsch, vicario de la Zona Norte, inspirada en el evangelio de este día, sobre la curación de un leproso, “el que cree que Jesús lo puede sanar” y “lo reconoce como el Señor”, dijo el presbítero. Agregó que nosotros debemos “reconocer a Jesús como nuestro Dios, capaz de sanarnos y salvarnos”. Como Jesús se arriesgó a tocar al leproso, expresó, “nosotros también tenemos que correr riesgos para salvar a otros”. En este tiempo de verano y de descanso que viene, el padre Ignacio invitó a retirarse algunos momentos a orar en  silencio, “para encontrarte más con Jesús, que te ama”.

La experiencia de formadores y alumnos

La actividad formadora de la Iglesia en Santiago fue muy bien valorada, tanto por profesores como alumnos. Así, en el curso Madurez cristiana y opción creyente, su formador, Rodolfo Núñez, docente universitario y psicólogo clínico, señaló que participar en esta escuela “me llena de esperanza, porque hay una comunidad de creyentes dispuesta a trabajar todos los días de la semana hasta las nueve de la noche para entender mejor el encuentro con Dios”. Agrega que hubo una participación muy comprometida, con la capacidad de intimar, de compartir lo íntimo de su trabajo de encuentro con Dios en la Iglesia, un sentimiento de comunidad que trabaja que se palpa a diario”.

Juan Francisco Fuentealba, de la parroquia San Alberto de Sicilia, se inscribió en el curso Dirección Coral a nivel parroquial en tiempos de pandemia. Su comentario acerca de esta Escuela de Verano virtual es que "me ha sorprendido gratamente este año, creo que hacer un énfasis en la formación siempre es bueno y, sobre todo, si los profesores están bien preparados”. Señala que “los formadores nos entregaron técnicas y ejercicios tremendamente útiles para aplicar en nuestros propios coros. Rescato de este seminario que a pesar del poco tiempo que tuvimos, alcanzamos a ver diferentes tópicos, además del canto propiamente tal, como teoría musical, liturgia y salmodia”. 

El curso La Pastoral Familiar Parroquial estuvo a cargo de la formadora María Verónica Romero: “Puedo decirte que, como siempre, la experiencia de entregar conocimientos para que otras personas crezcan y se fortalezcan en la fe, es maravillosa. Nuestra misión es sembrar la semilla, y qué mejor que hacerla por medio de estos cursos. La semilla siempre encontrará tierra fecunda para brotar y dar frutos”.

Parte de esa tierra que quiere fecundar es la alumna María Luisa Pizarro, de la Parroquia Nuestra Señora de los Pobres, de Huechuraba, donde junto a su esposo son coordinadores de la catequesis matrimonial. Confiesa que “ha sido muy gratificante, ya que siempre se aprenden cosas nuevas. No hay mucho material disponible para preparar los encuentros de novios y en este curso pude rescatar mucho material. Los temas de familia que abordamos nos ayudan mucho. Me pareció excelente María Verónica para impartirlo, me quedo tremendamente agradecida y empapada de renovados conocimientos”. 

La Hna. Claudia Hernández impartió, junto a otras formadoras, el curso sobre Catequética fundamental, que propuso una presentación sistemática y orgánica de los principales elementos de la catequesis en la Iglesia, como evangelización y catequesis; finalidad y tareas de la catequesis y fuentes de la catequesis, entre otros. La religiosa señala que “fue una experiencia enriquecedora compartir con catequistas de toda la arquidiócesis, que están interesados en desarrollar una catequesis que lleve al encuentro vivo y personal con Jesucristo, que deje huella en su persona y que construya comunidades que anuncien el Evangelio del Reino de Dios.  Me impactó que expresaron su necesidad como catequistas de continuar formándose”.  

Por otra parte, en el curso Qué nos dice hoy el Evangelio de Lucas, a cargo del padre Eduardo Pérez Cotapos, la alumna Patricia Olmos, de la Parroquia Santa Marta, de Ñuñoa, asegura que “me ha encantado, y es una pena que sólo haya sido una semana. El padre Eduardo es un excelente profesor, muy claro en su explicación y se nota su gran conocimiento y experiencia como docente.  Para mí ha sido toda una revelación acercarme al Evangelio de Lucas con la visión entregada por él”. Añade que “siento que es mucho lo que aún queda por analizar y espero se pueda planificar un nuevo curso para ver los temas que por tiempo no se abordaron. Felicito esta iniciativa”.

La Escuela Arquidiocesana de Verano 2021 culminó con una asamblea virtual de cierre este sábado, a la que fueron invitados  también aquellos que no participaron de sus cursos.