Cuatro novicios hacen su profesión religiosa en pandemia

“Este año de experiencia de noviciado fue de encuentro con Dios, conmigo mismo y de profundizar el carisma de los Barnabitas y con los hermanos, muchas gracias a esta comunidad que nos ha acogido y contamos con sus oraciones”. Así se refirió a este tiempo, en la parroquia Madre de la Divina Providencia, Fabricio Malaquias Colares, de 30 años, que, junto a otros tres hermanos provenientes de Brasil, se formaron durante todo el año 2020 en el seminario Barnabita ubicado en la comuna de Puente Alto.

Hace dos años el proceso de noviciado de los Clérigos regulares de San Pablo (Barnabitas) se hace en Chile, en donde han pasado novicios de diferentes naciones tales como Argentina, Brasil e Italia, para continuar con su formación en Sao Paulo o en Roma. Este período de formación de noviciado dura un año y termina con una celebración eucarística cada 25 de enero, día en que se conmemora la conversión de San Pablo.

En este contexto de pandemia fue muy diferente ya que sus familias no pudieron acompañarlos de forma presencial como se ha hecho en años anteriores. También se limitó la presencia de fieles para poder respetar el aforo correspondiente al paso de la comuna, dando cabida a la transmisión online para poder llegar a sus familias y feligresía en Chile y Brasil.

Para Erick Ego-Aguirre, coordinador de la sede parroquial y Mensajero (encargado del equipo de comunicaciones): “Fue un tremendo desafío ya que se tuvo que hacer bastante promoción de esta celebración en donde agradecemos a Dios poder llegar a la mayor cantidad de personas posibles a través de las redes sociales”. La celebración en sí logró un gran alcance que fue visto en simultáneo por más de 250 personas y alcanzó más de 1000 visitas durante el día de la transmisión.

En la transmisión destacó la homilía del padre José Carvajal, Asistente del Padre General de los Barnabitas, quien reflexionó: “Concluye una experiencia fundamental para todo religioso como es el año de Noviciado, un año para todos, marcado profundamente y dolorosamente por una pandemia que al parecer nos encontraba muy seguros y confiados en nuestras certezas, muy orgullosos de nuestras construcciones y progresos, pero poco fundado en una radical experiencia en un Dios que es vida y no muerte. Esto nos da una oportunidad de dar valor a las cosas esenciales. ¿Qué pasa si un religioso o consagrado no da valor a las cosas esenciales en su vida? Simplemente se vuelve un funcionario de lo sagrado y no siempre cualificado”.

Los otros novicios, que prestaron servicio a la comunidad de la parroquia de la Zona del Maipo, son Rodrigo Cunha, Robert Barbosa y Diego Santos. Todos se fueron a sus pueblos natales en Brasil el 26 de enero, y luego de terminar sus vacaciones, cada uno seguirá su formación teológica, algunos seguirán en Brasil y a otros los espera Roma.

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