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Artículo

Viernes 5 de febrero de 2021

El desafío de vivir la fe en estos tiempos

El Vicario General y Moderador de la Curia, monseñor Cristian Roncagliolo, realiza un balance de las medidas pastorales y sanitarias propuestas por la arquidiócesis de Santiago en este tiempo de pandemia, e invita a no bajar los brazos y a descubrir los nuevos escenarios de la evangelización.

Periodista: Danilo Picart

Fuente: Periódico Encuentro

A medida que se reportaron los primeros casos de covid-19 en Chile, las diversas jurisdicciones eclesiásticas invitaron a seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias del país. Esta acción estuvo acompañada de la Mesa Interreligiosa, compuesta por el gobierno y los diferentes credos, para abordar medidas y acciones conjuntas, las cuales permitieron generar más tarde una serie de protocolos, subsidios y recomendaciones destinadas a continuar con la tarea evangelizadora y contribuir al bien común.

En este nuevo escenario se establecía una medida inédita, pero eficiente contra el contagio: se suspendieron las misas presenciales diarias y dominicales, lo que dio paso a las transmisiones en vivo de las celebraciones litúrgicas. El uso de las plataformas zoom y meet se hicieron recurrentes entre los fieles y las redes sociales se convirtieron en medios para promover la evangelización y la experiencia cristiana.

Hoy, ad portas de cumplir un año de la llegada de esta pandemia al país, la arquidiócesis de Santiago ha fortalecido su conjunto de medidas sanitarias, las que operan como un protocolo espejo del programa “Paso a Paso, nos cuidamos”. Con diversas acentuaciones en cada etapa, y con actualizaciones constantes, el documento dictamina el marco general para las celebraciones sacramentales o rituales, aforo y medidas de seguridad en las comunidades.

A lo largo de estos meses, las parroquias han hecho un camino de conciencia colectiva y de preocupación por el Bien Común. Así lo subraya el Vicario General y moderador de la Curia, monseñor Cristian Roncagliolo, quien realiza un positivo balance de estas medidas sanitarias y reflexiona sobre las proyecciones para este 2021.

“Hemos ido aprendiendo no solamente a aplicar protocolos, sino que a vivir la fe en un contexto no favorable, pero que es desafiante y con nuevas oportunidades”, comenta el padre Cristian. Señala, además, que el uso de la mascarilla, el lavado de manos, la restricción de los aforos y el distanciamiento social son medidas que han tomado con dolor, “porque han implicado una restricción en aspectos de nuestra acción pastoral, pero, al mismo tiempo, son expresión de nuestra preocupación por el Bien Común, que es tarea de todos nosotros y donde los católicos tenemos mucho que decir”, resalta.

Proyección

Ante el cansancio o la fatiga que ha traído esta compleja situación sanitaria, el obispo exhorta al pueblo de Dios a cultivar la fe y la solidaridad a través de las instancias que cada comunidad ha dispuesto en este tiempo. “Preocupémonos de no bajar los brazos, seguimos en tiempo de pandemia y este tiempo requiere que todos estemos atentos, disponibles, comprometidos por la prevención y la radicalización de una crisis que hoy nos trae tantas dificultades, y animarnos mucho la fe. La pandemia nos abrió horizontes nuevos que tenemos que aprender a potenciarlos en el futuro”.

Link al periódico: página 9.