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Jueves 11 de febrero de 2021

Cardenal Aós visitó incendiado Hospital San Borja en el Día Mundial del Enfermo

Esta mañana trabajadores de la salud del Hospital San Borja Arriarán invitaron al cardenal de Aós a celebrar la misa en comunidad. Juntos dieron gracias a Dios por las más de 300 vidas que se salvaron del incendio del pasado 30 de enero. 

Periodista: Bárbara Guerrero - Cristián Amaya

Fuente: Comunicaciones Arzobispado

La mañana del sábado 30 de enero los medios de comunicación del país alertaron de un grave incendio en el Hospital San Borja Arriarán, en la comuna de Santiago. El siniestro significó la pérdida de 500 camas de Cuidados Intensivos, Maternidad y Pediatría y la evacuación de cerca de 320 pacientes.

A dos semanas de la tragedia, doctores, paramédicos, enfermeras y todo el personal del hospital trabajan codo a codo para ponerse de pie y seguir brindando atención médica a la comunidad. En ese contexto, y cuando hoy se celebra el Día Mundial del Enfermo, quisieron reunirse -algunos de forma presencial y otros siguiendo la transmisión streaming por el Facebook del hospital- a celebrar la eucaristía para agradecer a Dios. El motivo lo explica la Dra. Neva Cáceres, residente en el equipo de Reumatología:

"El día la del incendio la energía que se sintió en el hospital fue tan grande que yo creo que un ángel nos envolvió en sus alas y por eso se logró sacar a los pacientes sanos y salvos. Los funcionarios expusieron sus vidas por sobre su rol indicado, se rompieron protocolos, todo para sacar a los pacientes vivos. Y se logró. Por eso es necesario dar gracias a Dios" explicó.


"Ustedes nos enseñaron que cada vida es sagrada"

La Misa en el Hospital San Borja Arriarán se celebró en uno de los patios interiores del establecimiento, con la asistencia de unos 20 trabajadores (siguiendo el protocolo Covid-19). Junto a don Celestino, concelebró el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Alberto Lorenzelli.

En su homilía, el arzobispo recordó lo hechos y pidió por los enfermos y el personal sanitario:

"Madrugando a las 7:20 del sábado 30 de enero, llegó el fuego y la tragedia. El Hospital San Borja está ardiendo. Un hospital que poseía maquinarias costosas e instalaciones cuidadas, pero ustedes nos hicieron ver que importaban de verdad, y en primer lugar, los pacientes. Esos 324 hospitalizados. Las sirenas rompieron el ambiente y fueron llegando bomberos, ambulancias, trabajadores y voluntarios. Era distinto verlo en la televisión, que estar aquí, donde cada uno de ustedes aportaba generosamente con su esfuerzo. Horas de trabajo y tensión que se reflejaban en los rostros.

Para algunos, una simple noticia más, para mi una inyección de esperanza. Ustedes nos enseñaron que cada vida es sagrada, que cada vida debemos cuidarla, que ningunoi de esos enfermos, por muy graves y desahuciados que estén, sobran. Que nadie puede quedarse solo o abandonado. Esta fue una gran lección cuando otros hablan de vidas a descartar.

El incendio y la pandemia nos interpelan. ¿Cómo debe Chile cuidar a los enfermos, a los ancianos, a los pacientes? Máquinas y fármacos se pueden comprar y debemos luchar para tener las mejores, pero lo que dignifica y da calidad a un hospital son sus trabajadores y la atención que prestan, sabiendo que la vida y la salud son dones de Dios. Y ustedes son colaboradores de Dios
".   

Pérdida de Atenciones

Los daños en la infraestructura del hospital debido al incendio han significado una pérdida diaria de cuatro mil atenciones ambulatorias, que han sido derivadas:

La red no tiene la capacidad de absorber estas 500 camas y además de eso, la familia San Borja se ve disgregada porque todos sus funcionarios van a tener que ser reubicados mientras duran las reparaciones del establecimiento, que están contempladas por los menos en seis meses”, señaló Norma Bravo, asistente social del recinto hospitalario.

Para cubrir este déficit causado por el incendio y seguir brindando una atención de calidad a sus pacientes, han habilitado otros espacios, tal como indica el Jorge Wilhelm, director del hospital:

Nuestros pacientes no pueden esperar (...) alrededor del hospital tenemos instalados distintos dispositivos de emergencia, algunas carpas y la utilización incluso de la cancha de nuestro hospital, para dar atención a aquellas necesidades urgentes que tienen nuestros pacientes”.


Orar para sanar

Durante la celebración eucarística don Celestino recordó también la importancia de la oración para sanar:

Si miramos la vida solamente hasta la muerte, efectivamente podemos encontrarnos con esta terrible tragedia de la desvalorización de la vida humana (...) La oración es importante, no es tanto para conseguir que Dios cambie y haga lo que yo quiero, sino al revés, que como nos enseña Jesús, hágase su voluntad y no la mía”.

También tuvo palabras de reconocimiento a la labor de los agentes de salud. “A todos los cristianos se nos invita a mirar a los hospitales y a las clínicas con ojos de fe y profundidad. Cuanto amor hay en este Hospital San Borja, en el servicio de ustedes (...) Un hospital siempre requiere un nivel de generosidad, de ir más allá de las obligaciones porque el amor siempre va más allá de las obligaciones”.

El arzobispo culminó la celebración realizando un llamado "A tratarnos como hermanos. A que aprendamos siempre a vivir en la salud y en la enfermedad el gozo de la esperanza, el gozo del sentido de la vida que a otros le suponen dolor y que no lo encuentran. Lleven la bendición a sus familias, lleven la bendición a sus lugares de trabajo. Que los bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo


Dar las gracias

Norma Bravo, organizadora de esta misa, agradeció la visita de monseñor Aós ya que según dijo “la parte espiritual también era muy importante sobre todo para nosotros los funcionarios, para dar gracias y para poder seguir manteniéndonos unidos (...)  dar gracias que nadie falleció, que no tenemos funcionarios lesionados y para pedir que nuestro hospital también sea reconstituido, reconstruido, reparado, lo que haya que reparar, a la brevedad posible y podamos volver a funcionar como éramos antes y mejor que antes”.

Matías Allende, Químico Farmacéutico de la Unidad de Farmacia del hospital destacó la oportunidad de conmemorar el Día Mundial del Enfermo junto al Cardenal Aós ya que les permitió orar y “poder entregar nuestras energías hacia un bien mayor, para que nos pueda dar fuerza, nos dé resiliencia y podamos salir adelante de esta que es una de las duras batallas que nos ha tocado vivir”.

Fabiola Zuleta, Trabajadora Social, agradeció el encuentro al que calificó “como una buena forma de unirnos en oración con tal de atraer buenas energías y que esto pronto vaya pasando, porque la idea es solucionar y dar nuevamente la atención que se merecen nuestros pacientes y que hoy en día se sienten muy desprotegidos”.

Finalmente, Monseñor Alberto Lorenzelli dedicó palabras en reconocimiento a los funcionarios, manifestando que a pesar de la difícil experiencia vivida por la comunidad del Hospital San Borja “Aparece lo extraordinario del corazón y de la generosidad de todos los que aquí trabajan (...) A ellos la oración es de gratitud a Dios y de gratitud también a todos ellos”.

Revive la misa en este enlace: 

https://www.facebook.com/HospitalCSBA/videos/162995735450072/