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Miércoles 10 de marzo de 2021

Padre Manuel Carmona asume como nuevo Vicario de la Zona Oeste

En una ceremonia realizada en dependencias de la vicaría y con el aforo permitido para estas actividades, el nuevo vicario juró ante el Arzobispo de Santiago, Celestino Aós, ponerse al servicio del trabajo pastoral de la zona, la cual comprende siete comunas de Santiago y cerca de 40 parroquias.

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

El cambio de vicario comenzó con la lectura del decreto por parte de la Canciller del Arzobispado de Santiago, Francisca San Martín, que da cuenta del nombramiento en la zona, para luego dar paso a la profesión de fe del padre Manuel Carmona. Tras ello, el cardenal Celestino Aós en sus palabras, destacó el servicio ministerial que llevan a cargo los vicarios zonales: “Es un ministerio muy importante, porque debe asumir la responsabilidad de sus hermanos sacerdotes, de escucharlos, de ayudarlos y también de las mismas personas de la zona, porque en la medida de lo posible, tendrá que estar también ahí junto con las distintas pastorales. Ser vicario es un poco como el obispo, que quiere llegar a todo, pero no llega a todo, sino que tiene que andar corriendo de un sitio para otro”.

El padre Eduardo Howard, vicario saliente, recordó la importante labor que ejerció en estos últimos tres años: “Fue un tiempo muy bonito, muy enriquecedor poder conocer la zona. Fue una alegría poder acompañar a sacerdotes, acompañar a religiosas de manera permanente. Es una pega muy bonita, así que animo mucho al padre Manuel. Creo también que es buena la rotación y vamos a tener muy presente en las oraciones al padre Manuel para que el Señor lo acompañe, lo ilumine y lo haga muy feliz en este ministerio”.

Reconocer las debilidades y flaquezas para saberse un necesitado de Dios, son los elementos de discernimiento que valoró en sus palabras de bienvenida el padre Manuel Carmona, nuevo Vicario de la Zona Oeste: “No por ser sacerdote, uno es un Superman. La escritura dice que un sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres y puesto en favor de los hombres en las cosas de Dios, por lo tanto, como cualquier otra persona, estamos llenos de debilidades, de defectos, de pecado y de virtudes. Qué nos hace distinto, que Dios nos eligió para ponernos como intermediarios, para ponernos como mediadores del pueblo de Dios”.

Luego, manifestó que la humildad y sencillez de monseñor Enrique Alvear, obispo estrechamente ligado a la zona, será su forma de trabajo en la vicaría: “Don Enrique tenía la virtud de compartir con las personas más pobres y también con los más ricos y el sacerdote se debe a todos, no a algunos. Hay que privilegiar a los más necesitados, porque necesitan más y así también, tienen más derecho a la misericordia de Dios los que tienen más pecados”.

La secretaria pastoral de la Zona Oeste, Patricia Catalán, por último, junto con agradecer el trabajo del padre Eduardo, precisó que “es un periodo muy desafiante el que está asumiendo el padre Manuel. Me gusta escucharlo cercano, comprometido con el ejercicio de la sinodalidad de que construyamos juntos, así es que estamos muy animados y también con fidelidad para poder ayudarlos lo mejor posible en sus servicios y ministerio”.