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Lunes 29 de marzo de 2021

Esperanza y sinodalidad marcan la primera asamblea de la Vicaría Oeste

Con el lema “Camino a Jerusalén: Jesús, Esperanza que no falla”, más de 250 representantes de las comunidades de la Zona Oeste de la Arquidiócesis de Santiago dieron vida a la primera Asamblea Zonal 2021. A través de las plataformas virtuales y con un renovado entusiasmo, la instancia permitió despedir al vicario saliente, padre Eduardo Howard y dar la bienvenida al nuevo vicario padre Manuel Carmona. En este primer encuentro, hubo momento para reflexionar sobre los sueños y esperanzas, en pleno período de año electoral y transformación social.

Por: Danilo Picart

Fuente: Comunicaciones Arzobispado

La asamblea comenzó con una oración guiada por el director del Departamento de Espiritualidad de la Arquidiócesis de Santiago, sacerdote Raúl Rivera, quien animó a los fieles a consagrar su labor pastoral a San José, como patrono de la Iglesia universal, junto con ofrecer las intenciones de todas las comunidades que conforman la zona, la cual comprende siete comunas de Santiago y cerca de 40 parroquias.

Posteriormente, se agradeció la gestión que tuvo el vicario saliente, pbro. Eduardo Howard, quien se despidió de los fieles y particularmente del equipo zonal de la vicaría, agradeciendo el cariño fraterno de quienes conforman esta unidad en estos más de tres años de servicio pastoral. “Me tocó conocer el esfuerzo de toda la zona ayudar a la gente que más lo necesitaba, en especial el año pasado (...) Los curas nos fuimos levantando, despertando y comprometiendo con las ollas comunes que surgían espontáneamente con juntas de vecinos, agrupaciones y luego en las capillas. Agradezco ese trabajo y ahora sigo en la zona como párroco y dedicar más tiempo a mi comunidad”, sostuvo.

Más tarde, la secretaria pastoral Patricia Catalán, dio a conocer los horizontes que plantea recorrer la arquidiócesis y particularmente la zona, resaltando el protagonismo laical, en pleno período de pandemia y crisis social “Tenemos un desafío de construir una Iglesia que sea capaz de revisarse, de conocer e implementar las políticas de Integridad en el Servicio Eclesial (ISE), donde el Buen Trato sea una forma de relación verdadera” explicó y luego agregó que en este tiempo “nos desafía también la nueva realidad de las vicarías de la diócesis, que van cambiando su estructura de acuerdo a las necesidades de la Iglesia, como zona también hemos tenido cambios que nos tienen desafiados y nos invitan a trabajar con más fuerza el voluntariado”.

Tras presentar las experiencias solidarias que han desarrollado las comunidades y pastorales de la zona durante el año pasado, el nuevo vicario, padre Manuel Carmona, brindó un mensaje de esperanza, indicando que, frente a los tiempos desafiantes, Jesús es esperanza que no falla, y es triunfante ante la adversidad.

He visto la mano de Dios en este nombramiento como vicario. No tengo grandes condiciones o cualidades. Por eso mismo, por la indigencia, necesito apoyarme para conducir en todos ustedes, en los decanos, párrocos, secretarias, catequistas (... )Somos la Iglesia y en ella Cristo tiene que brillar. Por eso, el gran desafío de este tiempo es hacer que sea el Señor el protagonista y dejar de querer brillar nosotros, enfatizó el pastor.

El encuentro culminó con una oración comunitaria, donde los representantes de las capillas, catequistas, presbíteros y laicos pudieron plasmar sus anhelos para este 2021, donde resaltaron palabras como fraternidad, comunión, servicio, fortaleza, esperanza, solidaridad y perseverancia.

Testimonios

Katie Van Cauwelaert, es laica consagrada y participa en la Comunidad Eclesial de Base (CEB)
Cristo Quemado, de la Parroquia San Gabriel en Lo Prado. Participar de esta primera asamblea, comenta, “me dio gozo y gratitud el testimonio de los brotes solidarios en tantas comunidades y parroquias de la zona. Ahora, el desafío grande es seguir siendo solidarios, que significa la promoción de las personas y no solamente dar ayuda caritativa; es recuperar la savia de la historia comunitaria de la Zona Oeste para recuperar vidas y promover encuentros en estilo pastoral sinodal para hacer crecer las semillas del Reino”

Luis Tapia Bello, es diácono permanente de la parroquia San José de la Plaza Garín, a la luz de lo reflexionado en este encuentro, “Las claves que he encontrado, especialmente por las palabras de nuestro vicario, son humildad y sinodalidad (…) Para ser Iglesia, debemos valorar a nuestros hermanos. Esta Iglesia, y nuestra zona especialmente, no está formada por solo pastores, tenemos una gran diversidad que nos enriquece cuando vamos en favor de la unidad”.

Rosa Oyarce González, de la comunidad Corpus Christi, es encargada de Liturgia y catequista de la parroquia Santa Isabel de Hungría. Tras vivir esta asamblea, agradece que se pueda contar con “pastores con olor a oveja” y que las llamen por su nombre. “Las claves que yo percibo serán esenciales en el quehacer pastoral de la Iglesia en medio de la crisis social y sanitaria que  estamos viviendo, es ponernos al servicio pastoral dentro y fuera de nuestros templos, bajo la mirada e intercesión de San José. Es perder el miedo a servir a ser una comunidad en salida".