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Martes 29 de junio de 2021

Cientos de personas rezan de manera continua por estado de salud de joven con covid

Con más de 100 horas de oración y más de dos mil Avemarías hasta ahora, jóvenes y adultos de diversas comunidades de Santiago, se unen para rezar por la salud de Ignacio Díaz Sandoval quien el jueves 17 de junio, entró en un cuadro complejo de salud tras contagiarse de covid-19.

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

“Nachito”, como es conocido por muchos, tiene 30 años y es un miembro activo de la parroquia Santa Cruz de Mayo en La Florida. Su actual servicio está en el coro, pero antes acompañó a dos grupos jóvenes en su proceso de Confirmación, fue coordinador de la Pastoral Juvenil y, además, es un servidor innato en su comunidad y en la vicaría Zona Oriente. Hace dos semanas, lamentan desde su círculo más cercano, se contagió de covid-19, con un pronóstico muy negativo, ya que su cuadro de salud empeoró de manera rápida, lo que activó el corazón de muchas personas.

Todo partió con una cadena de oración a las 21:00 horas, pero el jueves 24 de junio la historia dio un giro. Sus amigos y cercanos de la parroquia, tras salir de una misa realizada para pedir por su recuperación, se enteraron que habían llamado a la familia para que pudieran pasar a ver a Nacho para –probablemente- despedirse.

Roberto Yáñez, uno de sus mejores amigos, cuenta así ese duro trance: “En el momento que la familia y la Pancha (polola de Nacho) salieron de la sala donde está hospitalizado, nos contaron que el médico dijo que él tenía bajo porcentaje de probabilidad de mejoría. La Cote (mejor amiga) dijo: "Nos vamos a aferrar a ese 1%"; y yo abracé a la Pancha. Le dije a la familia y a la Cote que vamos a hacer una vigilia por estas 12 horas que eran las más importantes para Nacho. Llegué a mi casa y a las 21:00 horas habilité la sala de Zoom para que ingresaran todos los familiares y amigos”. Desde ese momento, y hasta ahora no han parado de rezar.

Francisca Jiménez, la Pancha, polola de Nacho, dice que todo surgió desde el amor y la amistad. “Siempre hemos sabido que el Nacho es querido y que es un referente en nuestra comunidad. Pero con esto uno ve que incluso es más de lo que pensábamos. Se han sumado al Zoom a rezar algunos amigos que se habían enojado con Dios y la Iglesia, pero acá están, reencontrándose con Él, por el amor que le tienen al Nacho”.

Para María José Contreras, mejor amiga de Nacho, este amor se explica porque: “El Ignacio es un ser que, desde el vientre materno, ha sido un servidor de Dios. Sus papás se conocieron en la Parroquia, siempre han sido miembros activos, más en el período de la infancia del Nacho, acompañaban comunidades de base y él creció en ese ambiente de comunidad. El Leo, su papá, ha sido un servidor de Dios muy reconocido en nuestra Iglesia chilena y hasta en el extranjero. Es formador bíblico, sequísimo. Y su mamita, la Lela, es un ser de luz que ha dedicado sus años al acompañamiento de mujeres”.

Leonel Díaz, Maritza Sandoval y Diego Díaz, son la familia de Nacho, sus padres y su hermano menor. Ellos son parte activa de la comunidad de la parroquia Santa Cruz de Mayo. En la oración también han llegado personas que los aman y buscan acompañarlos a ellos en este profundo dolor que han sentido durante estos días, con Nacho intubado en el Hospital de La Florida.

El Zoom sigue. Al comienzo fue sin descansos, con turnos de tres horas. Ahora cada media hora se rotan para rezar, y por algunas horas de la madrugada dejan música de Iglesia programada, para no cerrar la transmisión. Pero el amor traspasó la barrera de lo digital y durante dos días algunos miembros de la familia y amigos se trasladaron, con permisos y resguardos, hasta el hospital, para hacer imposición manos, cantar y orar por la recuperación de Nacho.

El martes 29, para san Pedro y san Pablo, Nacho comenzó a reaccionar favorablemente y eso no amainó las ganas de rezar. En el Zoom ahora hay más alegría, pero están convencidos que tienen que seguir acompañándolo con oración. Durante esta primera semana han hecho, según contó Francisca, una Nachotón, porque con el amor y sus ganas, lograron convocar a reconocidos cantantes católicos que se sumaron a esta cruzada: padre Cristóbal Fones, María José Bravo, Elizabeth Vega, Marcela Gael, el Coro Kerygma, además de varias religiosas.

Macarena Altamirano, amiga de Ignacio, comenta que lo que comenzó como una simple cadena de oración, “como una más de las que habitualmente participamos, con el transcurso de las horas, se convirtió en algo impensado. Lo que partió como un copo de nieve se había transformado en una avalancha de oraciones”, señala.

Esta cadena de oración traspasa la barrera de la edad, ya que día a día nos reunimos jóvenes y adultos, y además, ha sido una oportunidad de reencuentro en la fe para muchos jóvenes alejados de la Iglesia, por motivos de estudios y trabajos, se han acercado al amor fraterno y al Señor”, añade Macarena.

Viviana Altamirano, también cercana a Ignacio, agrega que “comenzamos a rezar por él y su familia desde la desesperación y el dolor, pero esto se ha transformado en una experiencia profunda de amor y fe, que ha traspasado a comunidades y otras parroquias. En este espacio estamos rezando por Ignacio, pero también por tantos enfermos que han confiado en la oración de este grupo humano. Llevamos menos de una semana en oración permanente y ya tenemos buenas noticias de la recuperación de Nachito”, cuenta animada.

Para el padre Eduardo Mera, asesor de Pastoral Vocacional de la Zona Oriente, este signo de amor hacia Ignacio expresa dos cosas muy grandes: “El cariño auténtico que brota por él y por su familia, muy conocida en la Iglesia. Son muchos los que quieren estar presentes para dar el consuelo. Pero también se está manifestando una gran sed de Dios y la necesidad que hay entre los jóvenes de encontrar espacios vitales comunitarios”.

El padre Mera pide que ojalá este ejemplo de entrega pueda ser replicado no solo en la vida personal, sino también en vida comunitaria: “Hoy la Iglesia necesita de estos caminos novedosos para que ellos puedan reunirse y vivir su espiritualidad”, ruega.

Francisca cierra con un mensaje a la comunidad: “Los invito a todos a que sigan rezando, es cierto que Nacho está presentando mejorarías, pero eso no significa bajar los brazos, sino que hay que rezar con más ganas. Él es fuerte, estoy convencida que nos ha escuchado y que se va a recuperar, gracias al apoyo de Dios y de todos quienes se han sumado con tanto amor”.