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Viernes 2 de julio de 2021

Diálogo para un nuevo Chile en periódico Encuentro de julio

El proceso constituyente que vive el país produce esperanza, pero también preocupación. La elite política del país se ha polarizado y desde distintos sectores se apela a la descalificación. En este contexto invitamos a algunos servidores públicos a leer la encíclica Fratelli tutti, del Papa Francisco, para discernir ¿cómo podemos construir una cultura del diálogo?

Periodista: Natalia Castro y Cristián Amaya

Fuente: Periódico Encuentro

Link fuente: www.periodicoencuentro.cl

Mariana Aylwin, profesora y política. Directora Corporación Educacional Aprender: Hay una visión muy polarizada de la sociedad y un gran deterioro del lenguaje. No hay respeto por la autoridad; sea el presidente, un profesor o los padres. No nos reconocemos como un nosotros o como un país. Pero con la convención constitucional tenemos una tremenda oportunidad de generar un encuentro entre distintos. No solo en la convención. Será muy importante que se creen otras instancias de diálogo como las que ya han impulsado la U. de Chile y la U. Católica, que permitan el diálogo de la sociedad chilena en su conjunto, para ir acompañando este proceso.

Benito Baranda, psicólogo. Fundador de América Solidaria. Constituyente electo: La alta segregación geográfica residencial de las últimas décadas, nos llevó a un profundo desconocimiento de la realidad de los otros. La sociedad es hoy más horizontal, con sueños distintos a los del pasado. El Papa nos recuerda que la mejor política tiene que estar puesta en el bien común y que el reequilibrio entre lo individual y colectivo se llama fraternidad. Hay que volver a reequilibrar lo colectivo. Pero si seguimos formando niños y niñas para competir, los vamos a preparar para la guerra. Si los queremos formar para la paz, hay que formarlos para colaborar.

Alfredo Joignant, cientista político. Investigador COES, profesor U. Diego Portales: En todo el mundo y en Chile se vive una desacralización del poder y un proceso de descivilización, una involución en prácticas y economías sociales de la conducta, que son inquietantes. Pero los chilenos no están polarizados. Son las élites las que están polarizadas y desconectadas de la realidad. Esto tiene a mucha gente ofendida. El Papa dice que “el sálvese quien pueda se traducirá rápidamente en el todos contra todos”. La paz social tendrá un precio súper alto, no sólo económico. Tendrá un costo para la élite, que va a tener que renunciar a privilegios.

Rodrigo Mardones, historiador y cientista político. Académico U. Católica: El Estado, el mercado y parte de la sociedad civil han naturalizado la pobreza, la desigualdad, la exclusión y el abuso de millones de personas. Las políticas neoliberales produjeron pérdida del sentido comunitario, fragmentación de organizaciones sociales, individualismo exacerbado y desconfianza. Necesitamos un nuevo pacto social. Un nuevo modelo de desarrollo económico y social que no esté sometido a la economía. Un Estado presente y activo, orientado a las personas y al bien común.

Karoline Mayer, religiosa y enfermera. Creadora de la Fundación Cristo Vive: El pueblo chileno trabaja 45 horas semanales por sueldos miserables y después de 40 años de trabajo forzado, están sacando pensiones de $120 mil al mes. El gran tema es el trabajo. Ayudar a los pobres con dinero –dice el Papa- debe ser siempre una solución provisoria para resolver urgencias. El gran objetivo es darles una vida digna a través de trabajo digno, bien remunerado. Esta es una de las cosas en las que nuestro pueblo ha perdido la esperanza. Tenemos una gran chance con la convención.

Ignacio Sánchez, médico. Rector de la U. Católica de Chile: El proyecto de diálogo social Tenemos que Hablar de Chile, de la U. de Chile y U. Católica, convocó a casi nueve mil personas. Grupos de cinco o seis de distintas regiones, edades, pueblos, géneros, niveles educacionales y socioeconómicos. Y ahí se vio el Chile real, con distintas miradas y legítimas diferencias, pero sin polarización; con respeto y valoración de la diversidad. Hay incertidumbre por lo que va a venir, pero con esperanza, porque hay mucha confianza en el pueblo de Chile.

Ana María Stuven, periodista e historiadora. Creadora fundación Abriendo Puertas: En Chile se instauró una promesa y un horizonte de futuro con el retorno a la democracia. El país iba a progresar con mayor igualdad y el chorreo iba a llegar al pueblo. Esa promesa no se cumplió. No hay que tener miedo a hablar de recuperar la dignidad, porque esa es la base de la amistad cívica. Espero que este proceso constituyente resulte en un estado fortalecido, que atienda al interés social, donde la propiedad privada está supeditada al destino común de los bienes.

Jack Valero, ingeniero y comunicador social. Fundador de Catholic Voices: El diálogo se crea buscando lo bueno del otro, trabajando con los que estoy en desacuerdo. Hay que escuchar. No asumir que hay una mala intención y no buscar el punto medio, sino el punto común. Sólo si nos consideramos hermanos y hacemos una cultura del encuentro, donde vivimos para los demás, podemos resolver. La nueva Constitución de Chile podría ser un ejemplo para el mundo de lo que puede ser una visión política que no esté basada en la economía, sino primero en la fraternidad.