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Viernes 6 de agosto de 2021

Laicos, Familia y la Vida ya tienen una vicaría en la arquidiócesis

La nueva dependencia pastoral de esta Iglesia local fue oficialmente presentada este viernes 6 de agosto, en la Fiesta de la Transfiguración del Señor, La ceremonia fue presidida por el cardenal de Santiago, Celestino Aós.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

La Vicaría para Laicos, Familia y Vida tendrá como misión velar por la promoción de la vida, el apostolado de los fieles laicos y la atención pastoral de las familias. Entre sus desafíos, tendrá el continuar con la tarea que realizó desde su fundación la Vicaría para la Familia y posteriormente la Delegación para la Pastoral Familiar, DEFAM, y el Área de Laicos, para ser un punto de encuentro, iluminación y coordinación entre ellas.

Tendrá un Área de Laicos, cuyo objetivo es contribuir a la comunión entre los movimientos y asociaciones laicales, favorecer el desarrollo de una Iglesia diversa en sus carismas y potenciar la acción evangelizadora de laicos y laicas a lo largo de Chile. Además, un Área de Familia, para el acompañamiento integral de las familias, desde la mirada del ser y pertenecer al Pueblo de Dios, apoyar y guiar a las parroquias en su Pastoral Familiar y capacitar a sus agentes pastorales. También, un Área de Vida, que  presentará en forma actual y cercana las orientaciones de la Iglesia sobre los temas de vida, y acompañará y fomentará las condiciones adecuadas para una vida digna. 

La ceremonia de presentación de la nueva vicaría comenzó con la lectura del Evangelio de la Transfiguración, tras lo cual el cardenal Celestino Aós habló primero de la labor con los laicos: “Se trata de promover la vocación y misión de los fieles en la Iglesia y en el mundo. Los laicos con su propia vocación y los religiosos y presbíteros también. Pero todos somos bautizados y estamos llamados a la santidad. Todos somos Iglesia. Y, por tanto, allí donde haya un laico tiene que haber una luz”. Aquí cabe el trabajo con los jóvenes, la mujer y el cuidado de los débiles, que son los niños, los ancianos y los enfermos, indicó.

Ofrecer el Evangelio de Jesús, pero sin no pelear 

En cuanto a la familia, dijo que la vicaría protegerá su dignidad y defenderá sus derechos y su responsabilidad en la sociedad civil. “Sobre todo se preocupará de la familia a nivel de la fe, porque son santas por el sacramento del matrimonio. Hay otras familias, la sociedad va llamando familia a otras realidades, que son respetables, pero no encajan con este modelo de familia constituido por un varón y una mujer unidos en santo matrimonio. También habrá que preocuparse de esas realidades”, manifestó.

Además, el pastor señaló la misión de valorar el don de la vida: “Allí donde haya la presencia de una nueva vida, tenemos que acercarnos con respeto, es Dios el origen de la vida y es el que nos la regala y nosotros. La Iglesia es un bien para la familia y familia es un bien para la Iglesia”. Agregó que “la vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural, es para nosotros sagrada, en las condiciones que sea. Es intransable (...) Hay embarazos difíciles pero hay que ayudarlos y no eliminarlos. Y hay que ayudar también a las mujeres que pasaron por el trance de un aborto y quedan marcadas. No entramos a juzgarlas, porque no somos jueces, sino que debemos ayudarlas como hermanos”. Por último, mencionó los temas de la biomedicina y las ideologías de género, “todo eso afecta a la vida”, sostuvo, “y nosotros tenemos el Evangelio de la Vida. Ante esos hechos debemos mirar siempre desde la fe, esa es nuestra misión. No entramos a pelear, sino a ofrecer al mundo lo que Jesús nos ofrece”. 

Acoger para ser semilla del Reino de Dios

Terminada la homilía, la Canciller, María Francisca San Martín, leyó el decreto que nombra a monseñor Julio Larrondo Yáñez, Obispo Auxiliar de Santiago, como vicario episcopal para Laicos, Familia y Vida. Terminada la lectura, monseñor Larrondo prestó solemne Profesión de Fe y Promesa de Fidelidad a la Iglesia ante el Arzobispo de Santiago, tras lo cual agradeció a Dios por esta misión y al cardenal la confianza puesta en su persona, como también al equipo con el que ya empezó a trabajar en esta nueva tarea. Resaltó el gran desafío de articular estas tres áreas y aseguró que “vamos a acompañar estas distintas dimensiones, vamos a acoger, para ir construyendo esta Iglesia que quiere ofrecerse al mundo como una semilla del Reino de Dios que va creciendo y quiere hacerse presente para ayudar a este camino de plenitud de hombres y mujeres de esta arquidiócesis”.

En la oportunidad, se entregó un presente al matrimonio del diácono permanente José Manuel Borgoño y Mónica Undurraga, quienes estuvieron hasta ahora a cargo de la DEFAM. Mónica agradeció a Dios “la oportunidad de servir y trabajar con y por la familia. Fue un tiempo de mucho crecimiento como persona y como matrimonio”. Por su parte, José Manuel expresó su esperanza de “haber sido un aporte, desde nuestra debilidad y fragilidad” parafraseó la cita del evangelio de san Juan 3, 30: “Es necesario que la DEFAM disminuya, para que la nueva vicaría pueda crecer y seguir sirviendo a la Iglesia”.

La ceremonia terminó con un envío que hizo el arzobispo de Santiago a los miembros de esta nueva vicaría para llevar a cabo esta misión pastoral en la arquidiócesis. La Vicaría para Laicos, Familia y Vida trabajará con un equipo de personas encabezadas por el secretario ejecutivo, Nelson Aguilar, y para apoyar esta tarea se configuró una serie de consejos y comités de expertos y consultores con vasta experiencia.