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Martes 26 de octubre de 2021

“Mensajeros” realizan su primer Encuentro Nacional para compartir experiencias en tiempos de pandemia

Acompañados del lema “Mensajeros en la Sociedad”, la jornada virtual congregó a comunicadores parroquiales de todo Chile, para dialogar sobre el significado de transmitir el mensaje de la Buena Noticia durante este tiempo de pandemia y juntos, trazar desafíos en el contexto del camino sinodal que desarrollará la Iglesia en Chile.

Periodista: Danilo Picart

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

La jornada se desarrolló durante la mañana del sábado 23 de octubre y convocó a alrededor de 80 personas, quienes, de forma virtual se inscribieron para participar de este encuentro, desarrollado por el grupo de Mensajeros del área de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Santiago y que contó con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Chile. Esta actividad surgió como una necesidad de conocer las experiencias de otros comunicadores parroquiales a nivel nacional, en un contexto marcado por la apertura del Sínodo, al que ha llamado el Papa Francisco durante octubre.

En la cita, participó Valeria López, Secretaria General Adjunta de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), quien destacó el servicio y compromiso de los comunicadores parroquiales, y que se verá fortalecida durante este tiempo sinodal. “La labor de ustedes en cada una de las parroquias en nuestro país es sumamente importante, ustedes son los que pueden difundir lo que la Iglesia quiere transmitir a cada uno de sus fieles, en cada uno de los rincones de Chile, a la vez, alimentarnos de todo lo que ocurre en sus comunidades”, expresó.

En la jornada, el director de Comunicaciones de la CECh, Victor Villa, presentó los contenidos que acompañará el camino sinodal de la Iglesia en Chile, en que todos y todas tendrán una participación importante. Tras esta ponencia, la actividad culminó con una oración realizada por el Vicario para la Educación y encargado de las Comunicaciones de la Arquidiócesis de Santiago, padre Andrés Moro, quien agradeció la creatividad y disponibilidad para vivir este encuentro, subrayando que los mensajeros “muestran en concreto una Iglesia viva, que se mueve y convierte permanentemente”.

Testimonios de esperanza y desafíos para seguir caminando juntos:

En el encuentro, los comunicadores pudieron expresar lo que significa para ellos, ser mensajero o mensajera, y cómo esta labor se ha visto plasmada de gestos o signos durante estos meses de pandemia. Asimismo, pudieron trabajar en grupos y reflexionar sobre sus esperanzas, anhelos y desafíos, dentro de su rol pastoral. 

Cristian Méndez, comunicador de la parroquia Santo Domingo, Nuñoa:  “La pandemia nos sorprendió a todos, sentimos que se nos había cerrado una puerta, pero estaba la posibilidad de abrir una ventana. Todos partimos muy tímidamente, con el celular, los grupos de whatsapp, había gente que no les gustaba las cámaras, pero se empezaron a dar cuenta que era un paso que se debía hacer para acercar a la gente que no podía salir”.

César Vargas, comunicador de la Parroquia, Nuestra Señora del Rosario, Independencia: “El gran desafío como comunicadores es volver a encantar, invitar para que los fieles vuelvan a las parroquias y capillas. Con una pandemia que no cesa, debemos seguir cuidándonos, y es una medida que cuesta”. 

Ercira Caro, comunicadora de la parroquia San Francisco, Los Ángeles:  El trabajo pastoral no se detuvo; el desafío fue reinventarse para continuar con las actividades, pese a las dificultades y actividades propias, pese a nuestras pocas experiencias digitales, se avanzó en la difusión multimedia. Se trabajó con esmero y cada una de las comunidades, con sus propias conectividades, lograron seguir realizándolas”.

Camilo Rodríguez, comunicador de la parroquia San Francisco de Asís, Padre Las Casas, Villarrica: “Esto de comunicaciones en tiempos de pandemia significó ser la voz de quienes no la tenían, quienes además tenían desesperanza. Fue una inyección de ánimo, de mantener el llamado de Dios para que los hermanos mantuvieran esta esperanza”.

Juan Rosales, comunicador de la parroquia Sagrada Familia, Machalí: “Cada uno, con nuestras realidades, nos encontramos en la necesidad de reinventarnos, potenciarnos para usar las redes sociales, especialmente el Facebook; Whatsapp, Instagram y Zoom, además de usar los redes de comunicación diocesanos, para transmitir las misas”.

María Eugenia Quitral, comunicaciones del obispado de Valparaíso: “Ahora que este año hemos estado en un proceso híbrido, hemos encontrado con el desafío de que las personas vuelvan a las parroquias. Ahora hay que respetar cada proceso, pues, cada una tiene su realidad y comunidades en que han fallecido integrantes y otras que transmiten misas. Cómo acompañarles y renovar el compromiso”.

Ingrid Smith, comunicadora de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, Valparaíso: “Este sistema (digital) llegó para quedarse, y logrando llegar a personas que antes no podíamos llegar, como eran los enfermos y postrados. Ese nicho de personas, fue logrado gracias a los medios digitales. Ellos se sentían integrados y fue un fruto de esta pandemia”.

Hilda Torres, comunicadora de la parroquia San Vicente de Paul, La Florida: “Una de las conclusiones que entregó el trabajo grupal fue que los comunicadores deben ser factor de unión dentro de la comunidad. Tenemos que saber llegar a los corazones de las personas, ser creativos, hemos aprendido a manejar un poco mejor la tecnología, haciendo videos con los rostros de las personas, con una comunidad que está viva, haciéndolos partícipes”.

José Watanabe, comunicador de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, Valparaíso: “En este tiempo de pandemia, hubo muchas dificultades, como en el inicio, la forma en que enfrentamos el uso de las tecnologías y las redes sociales, en especial en comunidades donde tenemos a muchos adultos mayores. Por eso, fue importante vivir nuestra fe en comunidad, como Pueblo de Dios, porque prácticamente todos los aportes grupales apuntaron a la ayuda de las mismas comunidades, de las familias, de los integrantes más jóvenes, que fue un aporte para sus familiares, para integrarse a las labores pastorales”.