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Jueves 2 de diciembre de 2021

Rector Sánchez: “Muchos políticos están absortos con problemas que no afectan a la ciudadanía”

En entrevista con Encuentro, el rector de la casa de estudios se refirió a la Convención Constitucional y los aspectos que debería incluir la Carta Magna, a los cambios que se hicieron para prevenir el acoso y abuso sexual en la institución, y también a la misión católica de la universidad y su aporte al país en el contexto actual. “En la UC tratamos de aportar desde el conocimiento, la reflexión, el debate, el intercambio de ideas, para saber cuáles son los temas más profundos, los nudos que tenemos como sociedad y entregar ciertas propuestas de caminos de resolución”, dijo.

Periodista: Magdalena Álamos

Fuente: Iglesia de Santiago

¿Cómo ve usted el rol que ha jugado la universidad en Chile en este último tiempo, considerando el estallido social y la pandemia? ¿Y cómo le gustaría proyectar este rol a futuro?
Nos interesa seguir avanzando en calidad, en pertinencia, en entrega docente, en investigación, en compromiso público. Pero también tenemos muy claro que hay algunos aspectos que no son medibles tan fácilmente y en los cuales tenemos que poner especial dedicación. Uno de ellos, por ejemplo, la identidad de nuestra universidad, su aporte desde la educación católica al país, su aporte inclusivo, abierto, pero con una identidad que entrega al país una mirada, un trabajo que desde la Iglesia se entrega generosamente a Chile. Por otra parte, la definición de la excelencia en nuestra institución no la entendemos de manera competitiva con otras instituciones nacionales o extranjeras. La entendemos con el concepto de cómo podemos ser mejores en nuestras tareas diarias, cómo nos esforzamos diariamente por entregar lo mejor a nuestro país, comparados con nosotros mismos. El sistema universitario en Chile ha tenido una muy buena percepción de la comunidad nacional. (...) El aporte a soluciones concretas a nuestro país ha sido muy bien valorado. En nuestra universidad quiero destacar dos: nuestro aporte a la vacunación nacional y al proceso constituyente, poder establecer diálogos en nuestro país. (...)

¿Cómo ve usted el diálogo o las discusiones que se han dado en la Convención Constitucional y qué cree usted que sí o sí debería estar presente en ella?
Nosotros hemos estado en contacto con la presidenta, las directivas, nos hemos reunido en varias oportunidades para poner todo el aporte que desde nuestra universidad podemos entregarle (...). Por lo tanto, hay un grupo muy importante de nuestros profesores que están realizando lo que llamamos nosotros un Foro Constituyente al interior de la universidad, son cerca de 90, que están aportando en temáticas tan diversas como la salud, educación, vivienda, urbanismo, libertad religiosa y el reglamento de la propia constituyente. No cabe duda que hay muchos temas que son de particular importancia y que la convención lo está evaluando. La universidad tiene mucho que aportar en prácticamente todos estos temas. Pero quiero mencionar cinco que son realmente muy importantes. Uno de ellos es la dignidad de la vida desde su inicio a la muerte natural, la libertad religiosa, la educación pública y libertad de enseñanza, la combinación entre lo que el Estado debe proveer y la voluntad de los padres en esa decisión. El gran tema de los pueblos originarios nos parece que es particularmente importante y además, el cuidado de la casa común y la sustentabilidad. Estos cinco ámbitos son cruciales. Por supuesto que hay muchos otros, sin embargo, en estos cinco estamos aportando y colaborando fuertemente con insumos, con reflexión, con material de investigación, con articulación. Lo que yo he pedido a nuestros profesores y profesoras es que en la universidad se creen debates, diálogos y análisis muy en profundidad de estas temáticas.

Siendo una universidad católica, ¿ve usted un rol evangelizador en sus estudiantes?
Por supuesto, nosotros lo que queremos es tener una gran acogida y ser una universidad que está inmersa en nuestro país, que es inclusiva, acogedora, pero que tiene una identidad clara y que es desde la Iglesia, somos parte de la Iglesia, y desde ella entrega su aporte a la educación superior, a la investigación, a la universidad en Chile.

¿Cómo están trabajando los casos de abusos al interior de la universidad y qué han aprendido en esta materia?
Se ha abordado en distintos ámbitos. Primero, hicimos un estudio que salió publicado el año pasado y que está en nuestra página web sobre una comisión de la universidad abordando los abusos de miembros de la Iglesia en nuestro país. Y eso es muy importante porque no solamente nos hemos quedado con evaluar la situación al interior de nuestra universidad, sino que lo hemos hecho en términos de lo que ha afectado a nuestra Iglesia Católica en los últimos años, que es por todos conocido y es una situación de
gran importancia, de gran dolor para muchos de nosotros. En segundo lugar, (...) desde el año 2013-2014 comenzamos a trabajar en el desarrollo de la mujer en la universidad. El año 2018 viene un gran movimiento de rechazo a todo tipo de discriminación y de abuso y en esos años, entre el 2016 y 2018 generamos muchos reglamentos, normas, procedimientos que dejaron muy en claro que no se iba a permitir ningún tipo de abuso, que íbamos a hacer prevención, educación y también sanción cuando estos
abusos se conocieran (...) El peak de denuncias en nuestra universidad y en el sistema universitario fue en el año 2018-2019 y en esos tiempos entonces desarrollamos protocolos, grupos de trabajo, personas a cargo, una campaña comunicacional, señaléticas, una campaña educativa. Esto que nosotros realizamos y que tuvo una repercusión a nivel universitario nacional e internacional, llevó a una comisión de trabajo en el parlamento para redactar una ley que fue aprobada finalmente el 15 de septiembre de este año, en donde profesores y profesoras nuestras fueron clave en la redacción. Esta ley pone al sistema universitario tiempos de un año para poner todos los reglamentos, los protocolos, acorde a la promulgación de la ley. Nosotros tenemos gran parte 90-95% de nuestros protocolos ya enmarcados en esa ley. Al interior de la universidad existe una unidad de violencia sexual, existe un consejo para la prevención de la violencia sexual en contexto universitario, existe una ombuds, que es una persona que media cuando hay denuncias y las traspasa a una secretaría general, a una unidad de violencia, e insistió en que uno de los aspectos principales tiene que ver con la educación y la prevención, y con poner el tema sobre la mesa, hacer debates, hablar cuáles han sido las experiencias. Con esto hemos visto una mucho mejor comprensión y una disminución de los casos. 

Si usted tuviera que elegir los tres principales desafíos de Chile en políticas públicas de cara al futuro, ¿cuáles diría que son? Y ¿cuáles serían las tres necesidades que están más ocultas o en el tintero hoy en día, pero que son esenciales para pensar en el futuro?
Yo creo que desafíos y necesidades van muy de la mano, tenemos que respetar a la persona de manera integral, y eso exige la igualdad de derecho de las personas, la igualdad de dignidad. Cuando estoy hablando de dignidad de la persona tiene que ver con el que está por nacer, el que tiene una edad avanzada, con el que pertenece a pueblos originarios, con la relación hombremujer, con la situación socioeconómica. Es decir, respetar a toda persona en su integridad y su dignidad me parece que es un gran desafío y es algo que debemos promover centralmente en nuestra sociedad. Creo que cómo las sociedades tratan a los niños, a las personas mayores, define cuál es el concepto de sociedad y de respeto que se tiene por la población. (...) En segundo lugar, el gran tema de la educación. En “Tenemos que hablar de Chile” la educación fue la palabra más repetida. Las familias, madres y padres, lo que quieren es tener una mejor educación para sus hijos y en ese sentido, una educación de calidad que sea pertinente y con pluralismo en términos de ideales y de carismas educacionales, en donde el Estado provea una educación, permita que distintos privados, religiosos o no, puedan participar de esa educación que se entrega ampliamente a la sociedad. En tercer lugar, la libertad de culto es un gran desafío. Tenemos que tener el mismo respeto a creer o a no creer. En cuarto lugar, tenemos que tener un cuidado más amplio por las necesidades de la ciudadanía. Muchas veces los políticos están ensimismados en problemáticas que realmente no afectan de manera real a la ciudadanía. Tiene que haber una mucho mayor integración entre las necesidades de la población y las necesidades de un Estado, Gobierno o de quien ejerce la política pública. Por último, la diversidad que tenemos en nuestro país y el cuidado con nuestros pueblos originarios, con la población migrante. Tenemos cerca de un 20% de nuestra población entre pueblos originarios y población migrante, que tenemos que valorar y permitir su desarrollo. Y eso en conjunto con una situación socioambiental de cuidado de casa común. En este aspecto recuerdo la visita del Papa Francisco a nuestra universidad en enero del 2018, donde dice “las universidades deben ser verdaderos laboratorios en la construcción de un mundo mejor. En ellas deben analizarse las propuestas, ver caminos de solución para problemáticas que tiene la sociedad”. Y eso es lo que tratamos de hacer desde la UC, aportar desde el conocimiento, la reflexión, el debate, el intercambio de ideas, para saber cuáles son los temas más profundos, los nudos que tenemos como sociedad y poder poner ciertas propuestas de caminos de resolución. Para finalizar, yo creo que lo que nosotros hemos aprendido harto en los últimos años es la escucha activa. El estallido social nos dio varias lecciones de escuchar qué es lo que estaba pensando la población, cuáles eran las necesidades, y en ese sentido creo que las universidades junto con esa escucha activa están más presentes en el debate público.

El rol de la universidad con las vacunas

“El aporte a soluciones concretas a nuestro país ha sido muy bien valorado. El aporte a la vacunacuión nacional -y es un muy buen ejemplo de lo que la ciencia, los investigadores pueden lograr-, los investigadores de Sinovac, de otras universidades chinas, nos contactaron en febrero de 2020, antes de que fuera la pandemia global, antes de que llegara a Latinoamérica. Lo que querían era que nuestros investigadores, que llevaban más de 12 años trabajando en vacunas, pudieran conducir un estudio clínico para probar la efectividad de vacunas. Y ahí se desencadena un trabajo conjunto de estudios clínicos en nuestro país desde nuestra universidad, desde otras universidades, y ese estudio conjunto hace que podamos pedir compromiso de provisión de vacunas y estar en la línea y en el liderazgo en Latinoamérica y varios países del mundo, para poder proporcionar vacunas a nuestra población. Eso, sumado al apoyo de los ministerios, a la gran arquitectura que tiene Chile para el proceso de vacunación. Eso fue clave para poder echar a andar este engranaje que significa hoy día poder tener un altísimo porcentaje de población vacunada en nuestro país. Estamos trabajando en vacunación en niños, en variantes, en otros aspectos. Se están instalando investigadores en nuestra universidad para poder desarrollar vacunas propiamente nacionales para nuestro país, Latinoamérica y el mundo. Y estamos recibiendo la instalación de esta empresa Sinovac en nuestro país para tener un liderazgo en la vacuna”.