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Lunes 21 de marzo de 2022

Opinión: Problemáticas sociales que enfrentan las mujeres migrantes en su inserción en Chile

Periodista: Antonia Lara, Investigadora y Coordinadora del Magíster de Intervención Social UCSH

Fuente: Periódico Encuentro

Se suele decir que los flujos migratorios se han feminizado en las últimas décadas. Sin embargo,
las mujeres siempre han migrado y, además del aumento cuantitativo, sobre todo se ha visibilizado
su posición activa, ya no solo como acompañantes de sus maridos o parejas sino encabezando los proyectos migratorios, tanto familiares como propios. Es decir, que conllevan expectativas de autonomía a través del trabajo propio. Lo anterior toma el carácter de un desafío, de poder demostrar a sí mismas y a otros que pueden lograr propósitos a través de la migración a trabajar en otro país, en un viaje lleno de obstáculos y en el que la incertidumbre las acompaña.

Actualmente, en el caso de la migración de mujeres latinoamericanas y caribeñas a Chile, uno de los primeros escollos lo constituye el documentar su situación migratoria. En ocasiones, cuando el cruce de fronteras se realiza por pasos no habilitados, las vías administrativas para obtener documentación son muy reducidas y el sistema se torna errático por períodos de mayor demanda o por el momento político nacional. Así las cosas, una vez que se realiza la solicitud los tiempos de espera suelen alargarse más de lo presupuestado y muchas veces el resultado del proceso opera a discrecionalidad del/a funcionario/a.

Otro ámbito de problemáticas es lo que ocurre durante el proceso de búsqueda de trabajo, ya que a poco andar se dan cuenta que tardarán mucho más de lo proyectado en encontrar un empleo con condiciones dignas para cumplir con sus propósitos económicos y, en algunos casos, profesionales. Es así como la expectativa de desempeñarse en aquello que estudiaron o en lo que tienen experiencia empieza a quedar relegada en pos de encontrar trabajo lo antes posible.

Las ofertas que aparecen disponibles para ellas se al sector de servicios (doméstico, aseo industrial, cuidados institucionales o familiares), es decir, aquellas actividades que social y culturalmente se consideran como “propias de mujeres”. Por último, un tercer ámbito de problemáticas es el de los malos tratos y agresiones que reciben, muchas de ellas de connotación sexual y racial, por el solo hecho de ser mujeres, migrantes y en muchos casos afrodescendientes. Es común que estas experiencias ocurran en los espacios laborales y públicos. Estas son algunas de las problemáticas sociales que las enfrentan a frustraciones, desánimo y baja sensación de eficacia, de logro y valor de sí mismas.