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Jueves 14 de abril de 2022

Diáconos permanentes renovaron sus promesas en esta Semana Santa

El miércoles 13 de abril, a las 19:00 horas, se celebró en la parroquia San Francisco de Asís la renovación de promesas diaconales y matrimoniales de los diáconos permanentes de la Iglesia de Santiago. En la ocasión, el arzobispo de Santiago dio algunos tips para reflexionar si la vida está dedicada al servicio. Y también, algunas parejas dieron sus testimonios. Conócelos a continuación.

La ceremonia fue presidida por el cardenal Celestino Aós, quien en su homilía invitó a los diáconos a vivir la sinodalidad en la sencillez y con “lengua de discípulo”. “Caminar como hermanos, en sinodalidad, es estar dispuesto a hablar como Jesús. A no callar cuando debemos hablar, ni hablar cuando debemos callar, a dejar hablar a todos los hermanos, a hablar al estilo de Jesús en nuestras comunidades, familias y trabajos”, afirmó.

Asimismo, los llamó a estar insertos en sus comunidades y servir con humildad. En ese sentido, les dio tres criterios para que cada uno reflexiones si su vida es un servicio: 

  • El primero es preguntarse qué servicios se hacen con gusto y cuáles se tratan de evitar, y si se está dispuesto a abandonar uno de prestigio para aceptar uno más humilde.
  • El segundo criterio es preguntarse si uno habla palabras de Dios. “Ciertamente que el diácono está metido en el mundo llamado secular, y debe conversar y dialogar sobre realidades contingentes y políticas. Pero debe tener mucho cuidado para no confundirse y confundir a los demás presentando sus opiniones y opciones laborales, políticas, sindicales, etc, como opciones y doctrina de la Iglesia”, dijo. 
  • En tercer lugar, los llamó al compromiso en acción. A participar en los consejos parroquiales y en la toma de decisiones, ser líderes en “la puesta en ejecución de lo que se ha dispuesto”, y no meros observadores.

Y por último, el cardenal se dirigió a las esposas e hijos de los diáconos y les dio las gracias por su generosidad de acompañar a estos servidores tanto en su preparación, ordenación diaconal y en su ministerio. 

Tras la ceremonia, las familias fueron invitadas a compartir juntas, respetando todas las medidas sanitarias, en los jardines de la parroquia.

Cada vez más cerca de Jesús

María Eugenia Rivera está casada con el diácono Luis Alberto Valdés, quien actualmente sirve en la parroquia Nuestra Señora de la Estampa y fue ordenado diácono hace 7 años. 

Rivera contó que este servicio ha sido muy importante para ella como esposa y para su marido. “Nos ha servido mucho en la espiritualidad. Tener buenos valores para entregar, conocimientos para también poder evangelizar”, dijo. Y agregó que “uno cada día aprende más y se acerca más a Jesús”.

Ella explicó además que juntos preparan novios para el matrimonio. “Eso es muy importante porque nos ayuda para que las familias que se van a formar también lleven la base del Evangelio y para que puedan educar a sus hijos en la fe”.

Servir a lo largo de Chile y recibir el doble

Fernando Troncoso fue ordenado diácono permanente hace 10 años y ha servido en Copiapó, Chiloé y actualmente en la parroquia San José de las Mercedes, de La Florida. Está casado con Claudia Bórquez, quien lo ha acompañado en su servicio por todos estos años.

Ha sido realmente un servicio muy lindo,una experiencia como persona muy engrandecedora y como apoyo para el matrimonio también. Nos une, nos hace conversar no solo de nosotros, sino de la comunidad, como está, como va, es ponerte al servicio de una comunidad. Eso es demasiado lindo”, expresó Fernando.

Por su parte, Claudia contó que para ella, además de engrandecedor ha sido entretenido. “Cuando uno aprecia lo que es la misa realmente la llegas a necesitar prácticamente todo el tiempo”, dijo . Y explicó: “Ha sido una experiencia renovadora, tranquilizadora para nosotros también porque, aparte de haber recorrido medio Chile, siempre hemos sido bien recibidos y acogidos, entonces ha sido bonito. Es una cosa que te enseña a apreciar las distintas comunidades y aprender a vivir con ellas también, con sus diferencias”.

Fernando complementó: “Exactamente, hace que uno crezca. Aparte de acogido, tú vas sintiendo que la gente te entrega más de lo que tú puedes entregar. Tú entregas, pero recibes el doble”.