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Jueves 28 de marzo de 2024

Diáconos renuevan sus Promesas Matrimoniales y Ministeriales

En una eucaristía presidida por el Arzobispo de Santiago, +Fernando Chomali, quien los convocó, a ellos y a sus esposas, a renovarse espiritualmente en la oración, la fraternidad y la solidaridad.

Cerca de 150 diáconos junto a sus esposas se congregaron en la Iglesia San Francisco, en el centro de Santiago, la tarde del miércoles 27 de marzo, para un encuentro con Monseñor Fernando Chomali y compartir la misa en la que renovaron sus promesas matrimoniales y ministeriales.

La jornada comenzó con un diálogo abierto con el Arzobispo, quien instó a los asistentes a adoptar una vida de oración más profunda y a fomentar una cultura de fraternidad y solidaridad en una sociedad que, a su juicio, a menudo ignora la dignidad humana.

“Somos expertos en humanidad”, afirmó Monseñor Chomali, resaltando la capacidad de la Iglesia para reconocer y defender la dignidad del ser humano, incluso “luchando contra corriente” para acoger al migrante, a la persona con discapacidad y a los más necesitados. El Arzobispo exhortó a los diáconos a que su vida y la de sus familias reflejen una Iglesia orante, capaz de confrontarse con la Palabra de Dios y ver la realidad desde una perspectiva espiritual y no materialista.

Los diáconos y sus esposas expresaron sus inquietudes al pastor, coincidiendo en temas por ejemplo ¿cómo estar más presentes en el mundo extraeclesial?, en los sindicatos, en las juntas de vecinos, en la política y, además, ser más inclusivos y participar más en la sociedad.

El Arzobispo enfatizó la necesidad de una formación continua y de encarnar los ideales cristianos: “Tenemos que ser una Iglesia más inclusiva, como nos dice el Santo Padre, una Iglesia que no discrimina y que nos toca ver directamente cuando vamos a lugares como las cárceles”. También señaló la importancia de distinguirse en la sociedad por una interpretación teológica de la realidad, algo que considera esencial para la construcción de una iglesia verdaderamente cristiana.

“Nosotros hacemos lecturas teológicas”, subrayó, criticando la superficialidad y llamando a evitar el desgaste en discusiones intrascendentes que solo llevan a la división dentro de la comunidad eclesial.

La solidaridad fue otro de los pilares de su mensaje, inspirado en el llamado del Papa Francisco a una “Iglesia pobre para los pobres”. Monseñor Chomali compartió su visión de una iglesia comprometida con los más desfavorecidos, subrayando que estos son los verdaderos lugares teológicos donde se encuentra a Dios.

Tras este diálogo abierto y fraterno, los diáconos presentes se prepararon para compartir la eucaristía del miércoles santo y renovar sus promesas matrimoniales y ministeriales.

Renovación de Promesas Matrimoniales y Ministeriales

Los diáconos y sus esposas se comprometieron nuevamente a estar al servicio de la Iglesia de Santiago, dando testimonio de su fe y entrega.

Entre ellos, Juan Carlos Mellado, diácono con 12 años de servicio, y su esposa Cecilia Navarrete, de la parroquia El Buen Pastor en Macul, quienes expresaron su entusiasmo por el encuentro y la oportunidad de vivir la iglesia de manera sinodal y unificada. “Somos un signo de unidad”, destacó Cecilia, resaltando la importancia de la esperanza y la alegría en esta etapa de renovación.

Berta Cid y Luis Tapia, con 8 años de servicio diaconal en la parroquia San José de Garín de la Zona Oeste, compartieron cómo esta experiencia ha transformado su visión de vida, enfocándose en el servicio y la ayuda a los más necesitados. “Lo que más valoro es mirar la vida con otros ojos, con una mirada de servicio”, expresó Luis, destacando el crecimiento personal y familiar que han experimentado a lo largo de su trayectoria.

Al renovar sus promesas, estos matrimonios enfrentan desafíos diarios, pero los viven con entrega y compromiso. “Los desafíos no se enfrentan como grandes batallas, sino día a día”, compartió Berta, subrayando la importancia de vivir cada momento junto a la familia y la comunidad eclesial.

Con hijos de diferentes edades, estas familias encuentran en el servicio diaconal un camino de crecimiento y unidad familiar. “Es una batalla que vamos librando entre todos”, afirmó Luis, destacando la importancia de acompañarse mutuamente en este camino de fe y servicio.

La jornada finalizó con la bendición de Monseñor Fernando Chomali y con la esperanza de esta renovación para la Iglesia de Santiago, reafirmando el compromiso de los diáconos y sus esposas con el servicio y la unidad en la comunidad eclesial.