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Lunes 22 de abril de 2024

Confirmaciones: Adultos de la parroquia Cristo Resucitado dijeron Sí al Señor

Cuarenta y un catecúmenos recibieron los principales sacramentos de Iniciación Cristiana en una eucaristía presidida por el Arzobispo de Santiago, Mons. Fernando Chomali, quien llegó hasta la comuna de Maipú para acompañar a esta comunidad cristiana.

Felipe Lagos y Romina Mardones, ambos de 30 años, junto con su hija Amanda de apenas un año, decidieron adentrarse en la fe católica tras años de pertenecer a la iglesia metodista. "Fue una decisión fuerte; el Señor nos trajo a la verdad y conocimos los fundamentos de la Iglesia católica, la iglesia que fundó nuestro Señor Jesucristo", explica Felipe. Su transición no fue solo un cambio de denominación; fue el inicio de un compromiso profundo y consciente con su nueva fe.

Este joven matrimonio fue parte del grupo de 41 adultos de la parroquia Cristo Resucitado de Maipú, que decidieron recibir los Sacramentos de Iniciación Cristiana el pasado sábado 20 de abril en una eucaristía presidida por el Arzobispo de Santiago, Mons. Fernando Chomali, quien los ungió con el Santo Crisma y subrayó la importancia de la unidad y el reencuentro con la fe.

Luego de la Liturgia de la Palabra, el párroco de esta comunidad, padre José Antonio Varas, presentó a los confirmandos al Arzobispo y pidió para ellos el sacramento de la Confirmación: "Ellos han manifestado su deseo de recibir al Espíritu Santo siguiendo a Jesucristo en sus vidas a través de la vivencia de su Evangelio, y algunos, con el deseo de prestar un servicio pastoral en la Iglesia", expresó el párroco.

En su homilía, Monseñor Chomali destacó la relevancia de la parroquia como centro de la comunidad y los invitó a transformar cada acto cotidiano en una misión de fe. El Arzobispo citó ejemplos concretos de cómo se puede vivir esta misión: "Una tía que se alejó, llámenla. Tía, te invito a misa el domingo. Una vecina que está postrada. Señora, vecina, ¿en qué la puedo ayudar? ¿Qué necesita?".

Con estas palabras, el Arzobispo reiteró la importancia de la Iglesia y la fe en la vida cotidiana, no sólo como un refugio espiritual, sino como una fuerza transformadora en la comunidad. "Hagan de su vida una misión… y créanme, hoy en día lo que más necesitamos es una palabra de esperanza, una palabra de aliento", concluyó, subrayando que el verdadero llamado cristiano es una invitación a vivir con y por los demás, llevando la promesa de Jesucristo de estar con nosotros "hasta el fin del tiempo".

El valor del Catecumenado

El coordinador de la catequesis de Adultos, Carlos Pulgar, estaba muy contento por este gran grupo de 41 personas que decidió recibir los Sacramentos de Iniciación Cristiana, pues es una decisión consciente de confirmar su fe. "Son adultos, ellos deciden de mutuo propio formarse y estuvieron en el proceso de su catequesis de adultos prácticamente un poco más de un año, participantes en reuniones, celebraciones y el hermoso retiro que tuvimos hace poco.Fuimos viendo en este camino cómo el Señor comenzó a transformar sus vidas", relató el catequista.

Mientras sonaba la canción "Esta es la luz de Cristo, yo lo haré brillar", los 41 catecúmenos encendieron sus velas desde el Cirio Pascual e hicieron profesión de su fe para luego recibir la bendición del Arzobispo, quien impuso sus manos sobre los confirmandos, los ungió con el Santo Crisma, entregándoles el Sacramento de la Confirmación. Entre ellos, el joven matrimonio de Felipe y Romina, que como fue habitual durante todo este camino, recibieron al Espíritu Santo, acompañados de su hija Amanda.

El proceso de incorporar a su pequeña hija en este camino fue fundamental. "Queremos servir", afirma Romina, destacando el llamado a la misión que sienten como familia. El mayor desafío para ellos fue superar las barreras ideológicas que los separaban de la doctrina católica, especialmente la creencia en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. "Cuando acepté realmente esa verdad, que Cristo está en el pan y en el vino, fue muy potente para mí", relata Felipe con emoción.

Finalmente, los 41 adultos quedaron ya iniciados en la vida cristiana, con el Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación.

Esta eucaristía finalizó con la bendición impartida por el Arzobispo de Santiago, Fernando ChomalI, quien los envió a hacer de su vida cotidiana una misión.