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Lunes 10 de junio de 2024

La Vicaría Zona Centro celebra sus 60 años renovando su consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Frente a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, en el interior de la Catedral Metropolitana, las comunidades y colaboradores de la Vicaría Zona Centro comenzaron la celebración de los 60 años de esta entidad de la Arquidiócesis de Santiago.

Esta vicaría, en su origen, fue consagrada a esta devoción cristiana. Por esta razón, laicos, laicas, diáconos, sacerdotes y religiosas presentes –junto al vicario de la Zona Centro, el obispo auxiliar +Álvaro Chordi M.– realizaron una renovación de las promesas al Sagrado Corazón. 

Luego de este acto de fe, los animados asistentes caminaron en breve procesión hasta la Parroquia El Sagrario, donde se llevó a cabo la eucaristía. 

“Esta es la primera vez que se celebra un aniversario de la Vicaría abierta a todas las comunidades. Y esto es muy importante porque la Vicaría Zona Centro somos todas las comunidades”, expresó Mons. Chordi al iniciar la santa misa.

En los distintos momentos de la eucaristía participaron representantes de diferentes áreas, comunidades y parroquias de la Zona: colaboradores, exfuncionarios y el coro juvenil de la Iglesia Conventual San Antonio de Padua.

Mons. Chordi: “que el Sagrado Corazón de Jesús inspire nuestro trabajo”

Durante su homilía, don Álvaro compartió siete claves sobre el Sagrado Corazón que pueden “inspirarnos  en el trabajo que estamos haciendo en la Vicaría”.

  1. Cristo nos mira y nos ama desde su corazón: Desde las llagas de su corazón, Cristo nos ama eternamente y nos atrae con compasión.
  2. Compasión y misericordia: Debemos ser como un Dios compasivo que nos conforta en nuestras debilidades y dificultades.
  3. Cada persona es única: Jesús ama a cada uno de nosotros como si fuéramos únicos, dándonos todo lo necesario para nuestra felicidad.
  4. Amor al prójimo: En nuestras comunidades, cada persona debe sentirse única y sagrada, encontrando en el corazón de Jesús un amor grande y singular.
  5. Oración y entrega a Dios: Fortalezcamos nuestra oración de corazón a corazón, entregándonos en las manos de Dios con sencillez y humildad.
  6. Amor irradiado: Alimentémonos del amor de Dios y luego irradiemos ese amor a toda la humanidad, especialmente en Santiago.
  7. Caridad y fraternidad: Permitamos que las personas más necesitadas reciban amor y acogida en nuestras comunidades, cambiando nuestras prioridades y dejándonos evangelizar por los pobres.

Ojalá podamos mostrar que amamos al Señor amando al prójimo con un amor firme y constante, creando comunidades más fraternas y samaritanas. Corazón de Jesús, en ti confío”, señaló.

Acompañaron al obispo auxiliar de Santiago, el padre Sebastián Vial, párroco in solidum de las Parroquias San Pablo Apóstol y San Saturnino, el padre Erick Hauck, y el padre Francisco Javier Manterola, ex vicario de la Zona Centro.

“Muchos de ustedes me conocen de cuando fui vicario en la zona centro entre 2006 y 2011. Estoy aquí representando a todos los que han formado parte de la vicaría. Cada uno de nosotros tiene momentos en nuestra historia personal que nos marcan profundamente, como el pueblo de Israel con los grandes acontecimientos de Dios.

Hoy he vuelto a revivir esos grandes momentos de Dios en mi vida, y creo que la Iglesia de Santiago también puede hacerlo. La catedral y el Sagrario, consagrados al Sagrado Corazón de Cristo, son testigos de cómo Santiago y Chile han crecido bajo la gracia de Cristo y el manto de la Virgen. Comparto con ustedes esta experiencia de corazón, invitándolos a valorar y mantener viva la memoria histórica y religiosa de la Iglesia de Santiago y de Chile”.

Durante la eucaristía, +Alvaro Chordi invitó a miembros y excolaboradores de la Zona Centro a compartir vivencias relacionadas con la labor en la vicaría.

La primera en hablar fue Paula Titiro: “estoy súper contenta y agradecida porque el trabajo que se hace aquí es hermoso. Es muy lindo entregarse a acompañar a las comunidades y conocerlas. Trabajando, uno puede ver de cerca el amor a Cristo y cómo trabajan las comunidades. Espero que la vicaría siga cumpliendo muchos años más, que pongamos en el centro a Cristo y el amor al prójimo. Si no tenemos amor en nuestro corazón y no nos movilizamos desde el amor a Cristo y a Dios, difícilmente vamos a generar un cambio en esta sociedad. Muchas gracias a nuestros agentes pastorales que nos acompañan día a día”.

Por su parte, el excolaborador Francisco Lopez confesó tener “muy buenos recuerdos de la vicaría, llenos de emoción y alegría. Aquí me sentí como uno de los discípulos de Jesús, lleno de Cristo, y aunque comencé joven, me recibieron muy bien. Trabajé con pasión y ganas, aprendiendo mucho de mis compañeros. La vicaría de la zona centro fue donde mejor me sentí, como en casa. Me encanta venir y estar en comunicación con todos. Siempre me he sentido parte del amor de Cristo, poniendo empeño y pasión en todo lo que hago con alegría."

Finalmente, Hugo Zúñiga destacó que en la Vicaría Zona Centro aprendió a lanzarse en el amor laical a la Iglesia. “Los laicos tenemos herramientas cristianas para caminar juntos hacia el verdadero amor y felicidad. En esta zona, es bello ir acercando en comunidad el reino de Dios, conociendo al pueblo, escuchándolos y estando con ellos en todos los momentos. Mis compañeros me enseñaron a reír, disfrutar la vida sanamente, y a consolarnos mutuamente en el dolor. Aprendimos a soñar la Iglesia y construir desde las cenizas si es necesario. Vivir, aprender, enseñar, padecer, reír, soñar, crecer y renacer son acciones del amor, y si hay amor, Cristo está presente. En mi querida zona centro, experimenté el amor."

Al finalizar la santa misa de los 60 años, Mons. Chordi agradeció a todo el equipo de la Vicaría por el trabajo realizado y, en especial, a la secretaria del vicario Susana Molina, y al secretario pastoral Gabriel Rogers. “Estoy de acuerdo con las palabras que se dijeron antes. Aquí se siente que trabajamos en familia”, concluyó.