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Martes 12 de noviembre de 2024

“La Tierra es Mía”: un llamado al cuidado ambiental desde la sabiduría de Levítico

“La tierra no debe venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía; ustedes son extranjeros y huéspedes míos.” (Levítico 25,23). Esta afirmación, inscrita en la sabiduría bíblica, nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la creación y el compromiso que tenemos de protegerla.

Periodista: Nazareth Quezada A

El libro de Levítico, en su capítulo 25, nos recuerda una verdad esencial: “La tierra no debe venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía; ustedes son extranjeros y huéspedes míos”. En estos versículos, Dios nos habla con una claridad poderosa sobre la relación entre la humanidad y la creación, invitándonos a reconocer que no somos dueños absolutos de la tierra, sino sus administradores temporales.

Este llamado a ser “huéspedes” nos hace reflexionar profundamente en un contexto donde, en Chile y en el mundo, vemos el agotamiento de los recursos naturales, la degradación de los ecosistemas y una crisis climática que pone en peligro el futuro de todas las formas de vida. Levítico nos invita a una relación de respeto y cuidado, recordándonos que la tierra tiene sus propios ciclos y tiempos, los cuales debemos honrar y proteger.

La sabiduría antigua de estos versículos parece tener hoy un eco urgente: nos llama a actuar con conciencia, a restaurar lo dañado y a cuidar de lo que Dios nos ha prestado. El cuidado del medio ambiente es, así, una responsabilidad espiritual y un acto de amor hacia las futuras generaciones.

Sigamos este llamado con determinación, para que con nuestras acciones diarias, podamos vivir como verdaderos custodios de esta casa común, respetando los ciclos y límites de la tierra, con humildad y responsabilidad.