P. Cristián Roncagliolo, nuevo obispo auxiliar de Santiago

Cuando el cardenal Ricardo Ezzati otorgó la ordenación episcopal al vice gran canciller de la Pontificia Universidad Católica, el presbítero, que nació el 10 de septiembre de 1969, se convirtió en uno de los obispos más jóvenes del país, con sólo 48 años de edad.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Periódico Encuentro

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“Es lejos una de las personas que más ha marcado mi vida. Él camina al ritmo del Evangelio de Cristo, porque con ello logra hacer grandes cosas y logra motivar a distintos jóvenes a jugárnosla por un Chile más justo, más fraterno y más santo”, dijo Óscar Lizana, alumno de quinto año de Derecho de la Universidad Católica, acerca de la ordenación episcopal del padre Roncagliolo.

El propio vice gran canciller estaba sorprendido con la designación papal. “Sorprendido y agradecido de Dios”, dijo. También del Papa Francisco. “Agradezco la confianza del Santo Padre. Estoy enfocado en la misión, que es servir a la Iglesia donde a uno lo ponga el Señor. Y servir sabiendo que Él es el que desarrolla la misión y que uno es un instrumento al servicio del Reino de Dios”, señaló poco después de saberse la noticia. Su currículo es vasto. Hizo la enseñanza básica en los colegios Nido de Águilas y San Pedro Nolasco. La enseñanza media la cursó en este último. Cursó tres años de Derecho en la Universidad Católica de Chile y posteriormente ingresó al Seminario Pontificio Mayor de Santiago. Fue ordenado sacerdote el 3 de julio de 1999 por el cardenal Errázuriz y luego fue vicario en varias parroquias de Santiago y secretario particular del arzobispo, cardenal Francisco Javier Errázuriz, entre los años 2001 y 2006.

En 2006 obtuvo en la Pontificia Universidad Católica de Chile la Licencia en Teología Dogmática; participó en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano (Aparecida, Brasil, 2007) y en 2009 obtuvo el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Desde 2011 y hasta mayo de este año, ha ocupado el cargo de vice gran canciller de la misma (en los próximos días asumirá como vicario de la Esperanza Joven). Ha sido profesor de Teología Pastoral Fundamental, de Ecumenismo y Misionología en el Seminario Mayor de Santiago y es profesor de Teología Pastoral y de Sacramento del Matrimonio en la Facultad de Teología de la Universidad Católica. El arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, agradeció este nombramiento al Papa Francisco y destacó la trayectoria de monseñor Roncagliolo, que ahora servirá a toda la arquidiócesis. Resaltó, además, su experiencia en el trabajo pastoral con los jóvenes, “especialmente en este tiempo en que iniciamos el Sínodo de los Jóvenes para la Iglesia de Santiago”, expresó el pastor.

“Echaré las redes”

En la Catedral Metropolitana, el día de su ordenación episcopal, monseñor Cristián Roncagliolo afirmó que “en la medida que estemos más configurados con Cristo, la Iglesia será más atractiva y su evangelización será auténticamente fecunda, porque en ella se verán con más claridad los rasgos de nuestro Señor y los valores del Reino que queremos diseminar”. Y agregó: “El desafío real implica vivir con realismo, vivir nuestras pescas con realismo, reconociendo que hoy día las aguas están agitadas y que la barca de la Iglesia está siendo movida por las fuertes olas de la postmodernidad, también que esta gestación cultural requiere de nosotros sabiduría para discernir adecuadamente, y con los ojos de la fe, los signos de los tiempos, para realizar una eficaz evangelización de la cultura”. El lema episcopal que monseñor Roncagliolo eligió es “En tu nombre echaré las redes”. Su madre, Mercedes Pacheco, compartió su felicidad al ver a su hijo convertirse en obispo: “Feliz de verlo a él feliz, no le puedo pedir nada más a la vida. Él se desempeña muy bien en la pastoral juvenil, para captar jóvenes, no imaginé que podía ser obispo, pero estoy feliz y si lo nombraron, el Señor sabrá por qué lo escogió”. A su vez, Ignacio Sánchez, rector de la Universidad Católica, manifestó: “El padre Cristián es una persona de mucha fe, muy alegre, muy comprometido con la Iglesia, con principios e ideales muy claros, focalizados siempre en el bien común, centrado en las personas que necesitan más, muy abierto, muy inclusivo, con gran respeto por la diversidad de las personas y creo que le impregnó a la Universidad Católica -y quisiera que le impregnara a la Iglesia- la sana renovación de distintos enfoques, criterios, avances en congregar a las personas, invitar y entregar la fe y la palabra del evangelio con mucha alegría, con mucho convencimiento.