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Lunes 15 de julio de 2019

Celebremos a los Santos, celebremos a Teresa de los Andes

Este sábado 13 de julio la recordamos. Y en su día se realizó una procesión por las calles de Puente Alto, donde la gente y los cuasimodistas alzaron su imagen hasta llegar a la parroquia que lleva su nombre.

Fotos: Omar González

Periodista: Carmen Gloria Díaz Meléndez

El frío de la noche del sábado no fue impedimento para que la comunidad de la Parroquia Santa Teresa de los Andes la celebrara. Llegaron todos en familia, los niños jugaban fútbol en el patio de la parroquia minutos antes de que empezara la misa, los jóvenes del coro ensayaban y la comunidad esperaba en la calle para unirse a la procesión que traía su imagen. Todo había empezado horas antes en la capilla Padre Hurtado, luego marcharon a la capilla San Andrés y terminaron su peregrinar alrededor de las 20:00 horas cuando ingresaron a la parroquia y santa Teresa fue aclamada por todo los asistentes.

Nadie se excusó, todos llegaron a la misa del sábado. "Ésta es mi casa" dice Camila Trujillo, de 28 años. Ella llegó a los 13 años, "mi familia es cero católica, cero colegio católico. Llegué por una amiga, que su mamá la estaba obligando para entrar a Primera Comunión, como ella no quería venir sola me pidió que la acompañará y me quedé yo y ella se fue. No terminó, no hizo la primera comunión, se reveló y yo acá seguí en coro, en catequesis de niños, después de jóvenes y sigo aquí con la pastoral juvenil".

La procesión estuvo encabezada por los cuasimodistas de la comunidad El Peral, ellos escoltaron la imagen de santa Teresa de los Andes que fue realizada por el artesano Ricardo Morales y vestida por las hermanas Carmelitas Descalzas. La acompañaron los integrantes de la pastoral juvenil, los de la pastoral familiar, los grupos de la parroquia, los acólitos y los vecinos de calle Gabriela Oriente.

Al interior de la parroquia el coro esperaba su llegada, han ensayado y se han preparado mucho para esta celebración. Ahí está José Gajardo, de 25 años, coordinador de los coros a nivel parroquial. "Voy a ser súper honesto me he ido y he vuelto. Yo hice aquí mi proceso de confirmación, me confirme aquí el 2011 y ahí me perdí unos 4 años y volví". Desde ese momento han pasado seis años, en los cuales ha sido animador de confirmación, actualmente está a cargo de los coros y es animador de pergrinos. Sobre su regreso a la Iglesia él plantea que Dios actúa de manera misteriosa, "yo volví ilógicamente por una apuesta. Yo volví porque mi mamá me dijo, cuando yo tenía como 16 años o 17 me dijo si tú vienes todos los domingos a misa durante un año te voy a comprar, ya no me acuerdo que era, te voy a comprar algo y yo dije ya po, y empecé a venir, no falle ni un domingo, hasta el día de hoy gracias a Dios no he fallado ni un domingo".

La misa comienza y todos cantan, los niños, jóvenes, las familias y los adultos mayores. Camila, ya no está en el coro pero piensa reintegrarse en los próximos meses. "Desde afuera los chiquillos del coro han hecho algo súper potente, han hecho una rica comunidad... es un signo súper lindo que se le dé el paso a los jóvenes de tomar el cargo, algo que por años era de los adultos". Y continúa "están convocando jóvenes con ganas de música para entrar al coro, entonces esa es una oportunidad, una puerta que no se estaba abriendo hace rato. Es súper positivo". José agrega "nosotros tratamos de motivar a los jóvenes para que cuando se confirmen sientan que pueden seguir participando en algo". Camila recuerda que antes cantaban 2 personas y este sábado había 11 formando el coro que animó la celebración a Teresa de los Andes.

La misa la encabezó el Administrador Apóstolico de Santiago, monseñor Celestino Aós que motivó a la comunidad presente a celebrar a los santos. "Nosotros celebramos a los santos porque son un regalo de Dios a la iglesia y a la comunidad cristiana y humana donde ellos vivieron, y Teresa de los Andes que nace en esta familia chilena, es un regalo de Dios por eso nosotros le damos gracias". Recordó su historia, de que era un joven muy alegre que eligió seguir su vocación y entrar al convento, y entró feliz pero su tiempo fue corto. Ella eligió en un mundo donde había gente que no le importaba nada la religión, vivir unida a Jesucristo. Por eso celebramos a los santos, por eso nos celebramos a nosotros porque así como Dios fue haciendo su obra poco a poco en Teresa, también la va haciendo en nosotros".

Camila no falla a la parroquia, todas las semanas va. Ella cree firmamente en el poder de Dios a pesar de los últimos hechos ocurridos al interior de la Iglesia. "Ha sido un dolor en el corazón como si lo estuviese pasando un familiar". Pero su fe sigue intacta, "mi relación con Dios tiene otra dirección, gracias a él es que no se ha debilitado mi participación o mi fe en general. Tal vez si no hubiese tenido esta experiencia de pastoral, de comunidad las cosas hubiesen sido distintas no lo sé, pero he podido disfrutar de la vida de permanecer, de no dudar porque finalmente todo esto que ha pasado es por el hombre no es por obra de Dios, el que diga que esto es culpa de Dios está muy equivocado, muy equivocado. Dios da muchas cosas buenas, a mí misma me ha dado una vida aquí, yo acá conozco a mis mejores amigos, yo acá tengo los mejores lazos, de aquí conocí a mi pareja, también me ha permitido llevar a Dios a mi casa, a mi familia, ellos jamás habían pisado la iglesia. Entonces yo cantar un salmo y ellos venían para acá, yo sacaba un grupo de confirmación y ellos venían a verme a mí, entonces Dios actúa de muchas maneras muy misteriosas, entonces estoy súper agradecida de eso". La mamá de Camila ha participado en retiros y participa de las "misas más importantes" y su papá "adoptó un amor a María muy bonito". Ellos a su manera pero ahora más cerca.

Monseñor Celestino Aós terminó su homilía diciendo "en esta Iglesia se puede ser santo como Teresa de los Andes, como Alberto Hurtado, como la madre Teresa, como tantos y tantas hermanas y hermanos que no tienen corona pero que han sido personas buenas. En esta Iglesia se puede ser un mediocre y en esta Iglesia se puede vivir como un canalla, el asunto es dónde quiero estar yo y nosotros queremos estar entre los buenos, entre los Santos y por eso celebramos a los santos".

La parroquia Santa Teresa de los Andes cuenta en su comunidad con varios movimientos, la pastoral juvenil la integran aproximadamente 60 jóvenes y la catequesis familiar debe tener unos 40 a 50 niños, dice Camila. Y agrega que las capillas también tienen grupos, es un espacio de encuentro. Al finalizar la misa compartieron y repasaron su historia, cómo nació la parroquia, cómo la construyeron y se alegraron de lo que han logrado tras el esfuerza de la comunidad. Esto el día que se celebra a su santa, a Teresa de Los Andes y la recordaron rezando "eres modelo de santidad y camino de perfección para la Iglesia. Tú supiste reír, amar, jugar y servir".