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Artículo

Lunes 19 de junio de 2017

Un Papa cercano al pueblo de Chile

En esta nota recorremos algunos de los principales hitos que marcan la vida religiosa del Papa Francisco y su relación con Chile. Su paso por la casa de formación de los jesuitas en Padre Hurtado, sus mensajes de alientos a los afectados por desastres naturales y a los obispos chilenos en la visita Ad Limina.

Periodista: Natalia Castro

La relación del Papa Francisco con Chile ha estado presente desde los inicios de su vida sacerdotal, fue en la congregación Jesuita, específicamente en la casa de retiro de San Alberto Hurtado, donde en sus primeros años de formación como sacerdote profundizó sus estudios de historia, literatura, latín y griego.

Ya como pastor de la Iglesia Universal en el mundo, el Papa Francisco se ha hecho presente con mensajes de esperanza, en las grandes catástrofes y momentos difíciles de nuestro país. Sin ir más lejos, en septiembre de 2015, envió fuerza y señaló estar unido en oración con los familiares de las víctimas del terremoto de 8,4 grados Richter que afectó a Chile y que tuvo su epicentro en Canela, Cuarta Región.

En enero recién pasado, también envió un mensaje a quienes estaban sufriendo los embates de los incendios forestales que afectaron a gran parte del país. En la oportunidad señaló: "Elevo oraciones para que el Señor conceda fortaleza y consuelo a los damnificados por las deflagraciones e inspire en todos sentimientos de solidaridad, para que en estos momentos tan difíciles colaboren eficazmente, con generosidad y caridad, a atenuar el dolor y superar las adversidades".

Estrechando lazos: Visita Ad Limina

Entre el 20 y el 28 de febrero de 2017, el Papa Francisco recibió a los obispos chilenos, quienes viajaron hasta la Santa Sede para realizar lo que se conoce por visita Ad Limina Apostolorum, en donde los obispos tradicionalmente dan cuenta de la situación de cada una de sus diócesis y reconocen de manera palpable la jurisdicción universal del sucesor de San Pedro.

Uno de los acontecimientos curiosos de esta visita, fue el video mensaje que grabó el Santo Padre para las parroquias y sacerdotes que viven en contextos de violencia por el narcotráfico y situaciones de pobreza, animándolos a continuar aún con mayor ímpetu su labor evangelizadora. 

En el video de 30 segundos, el Papa manifestó una vez más su preocupación por quienes viven en las periferias, señalando: "Mis hermanos sacerdotes que trabajan en la frontera de la droga-dependencia y tienen que luchar por prevenir a los chicos, por sacar a los chicos y luchar contra las mafias que imponen la droga. Que el Señor los acompañe. A veces pienso que están en el Huerto de los Olivos. No dejen de rezar, que Dios los bendiga”.

El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, destacó la franqueza y libertad en los encuentros con el Papa y los dicasterios, que aportaron criterios, no respuestas directas a cada caso concreto. “La Iglesia no impone sino que propone, fundamentada en motivaciones que son racionales, y que el Evangelio confirma; el criterio de la misericordia no quiere decir pasar por encima de cualquier cosa, sino significa al mismo tiempo justicia, buscando los caminos para que la justicia pueda ser superada y las personas puedan ser salvadas”.

Otro de los puntos que el Sumo Pontífice abordó durante la visita fue la tolerancia cero frente a los abusos, la situación de los pueblos originarios y el aumento del flujo migratorio que se está dando en Chile y como tendencia mundial, la educación y el rol de la mujer en la Iglesia.

A pesar de la gran cantidad de temas analizados, monseñor Fernando Ramos señala algunos elementos fundamentales: “Primero, un estilo que expresa no solamente una forma personal de ser del Papa, sino una eclesiología, una visión de Iglesia que es la sinodalidad, es decir hacer las cosas en un diálogo fecundo, en el que se plantean todos los temas con mucha libertad y transparencia, en que cada uno puede presentar su propio punto de vista y eso ha sido muy evidente tanto en los encuentros con el Santo Padre como con las Congregaciones. Hubo una actitud de escucha y de diálogo extraordinariamente importante”.

Un segundo punto importante, fue la reafirmación por parte del Papa y sus colaboradores de “la misión de la Iglesia de anunciar a Jesucristo en los diversos ámbitos donde está inserta la Iglesia Católica en Chile y en el contexto cultural que nos toca vivir actualmente. Aquí hay una visión bastante precisa de cómo son los cambios que han ocurrido en Chile, de manera que nos han estimulado para que también como Iglesia hagamos los caminos necesarios para poder transmitir el Evangelio en este contexto”.


Con los brazos abiertos

Tras una serie de rumores y trascendidos que se arrastran desde el año 2016, este año cobró mayor fuerza la idea de una posible visita del Papa Francisco a nuestro país. Ya en mayo de 2017, el embajador chileno en el Vaticano, Mariano Fernández señalaba la factibilidad de un viaje del Sumo Pontífice a Argentina, Chile y Uruguay.

 “Con toda paciencia estamos esperando la decisión papal de su viaje a Argentina y en el momento que se sepa eso sabemos que va a viajar a Chile. Me lo dijo él mismo en audiencia privada, que el Cono Sur, Argentina, Chile y Uruguay, era para él una unidad de viaje”, dijo Fernández en la oportunidad.

Esta serie de trascendidos confirman que la visita del Papa Francisco a tierras chilenas, es un anhelo de todo un pueblo que espera con brazos abiertos el anuncio de la Buena Noticia en voz del pastor.

Hoy la visita del Papa a Chile es una realidad, que estrechará y afianzará aún más su relación con estas tierras y tendrá a todo un país viviendo la fiesta de la fe. Bienvenido Francisco.