Viernes 20 de agosto de 2021
468 años de la presencia Franciscana en Chile
La Orden Franciscana celebra, este 20 de agosto, 468 años de presencia en nuestro país y lo hace recordando el constante e importante aporte de hermanos a lo largo de la historia, quienes han sobresalido en las artes, la educación y principalmente en la construcción de la Iglesia chilena. Acá un poco de su historia.
Por: Comunicaciones Orden Franciscana en Chile
Provenientes del Perú, el 20 de agosto de 1553, se instalan en territorio chileno los primeros religiosos franciscanos. Ellos eran los hermanos Martín de Robleda, superior, Juan de Torralba, Cristóbal de Rabaneda, Juan de la Torre y Francisco de Frejenal, quienes, desde el primer momento, comenzaron un trabajo de evangelización y atención espiritual al pueblo nativo y a los colonizadores españoles.
Entre los frailes que han hecho de Chile un país más cercano a Dios, destacan las figuras de fray Fernando de Barrionuevo, segundo obispo de Santiago; fray Diego de Medellín, que fundó el seminario de Santiago; fray Antonio de San Miguel, primer obispo de la diócesis de la Imperial; fray Bernardino Berríos, obispo de San Felipe; fray Luis Yáñez, obispo de Los Ángeles, fray Polidoro Van Vlierberghe, primer obispo prelado de Illapel y fray Jorge Concha, obispo de Osorno.
Además, con gran devoción popular y a la espera de su pronta beatificación, destacan en Chile, la figura de los venerables siervos de Dios, fray Pedro de Bardeci y fray Andrés García Acosta, conocido como fray Andresito.
Actualmente los Hermanos Franciscanos están presentes en 19 fraternidades desde Iquique a Castro, siendo esta última, la más austral de la Orden a nivel mundial, acompañando a diferentes comunidades parroquiales, a jóvenes, a pastorales escolares, y a personas en situación de vulnerabilidad, a través de comedores solidarios. A ello se suma, su participación académica, mediante la docencia universitaria, el aporte a la cultura por medio de la preservación y cuidados de Museos y Archivos Históricos Franciscanos y la asistencia de adultos mayores por medio del Hogar de Ancianos San Francisco de Castro, entre otros apostolados y servicios fraternos.
Son 468 años de servicio fraterno, respondiendo desde el carisma franciscano, a las necesidades más urgentes de nuestra sociedad chilena. Desde la Paz y el Bien, la Orden Franciscana de Chile, ha hecho presente el Reino de Dios en medio nuestro.
Si bien, esta celebración por un nuevo año de vida, no queda ajena a la realidad que vive el mundo producto de la pandemia, con esperanza se puede decir que a pesar del confinamiento y las diversas dificultades que ha generado el coronavirus, nada ha sido impedimento para que la Orden Franciscana a lo largo del país, siga entregando ayuda solidaria y evangelizadora a cientos de personas de norte a sur.
Con mucha alegría y en memoria de estos 468 años de presencia, la Orden Franciscana recuerda tantos frailes que, consagrando su vida a Jesucristo en la Orden Franciscana, han hecho vida el Evangelio desde el carisma de San Francisco.
Saludo Hermano Santiago Andrade Triviño, Vicario provincial Orden Franciscana en Chile
“Al celebrar 468 años de la presencia Franciscana en Chile, sin lugar a duda, es un evento importante para la Familia Franciscana. Durante todo este tiempo, en todos estos años, hemos venido sembrando la semilla del Evangelio del Señor, sobretodo procurando que seamos cada día más hermanos, más fraternos. Esta celebración, está marcada por la pandemia, pero, de todas maneras, eso nos ha motivado también a hacer presente la vida Franciscana de otra manera. Ha servido de aprendizaje para nuestra vida, sobre todo, el no poder contar con lo presencial, pero que también hemos tratado de colocar nuestra impronta Franciscana frente a esta realidad que estamos experimentando. Son tantos años de evangelización, de presencia, de espiritualidad que nos han marcado y seguirá marcando también a tantos hombres y mujeres a lo largo de la historia. Que no nos desanimen los problemas que estamos viviendo y que no nos desanime la pandemia. Durante tantos años, los hermanos experimentaron tantas pandemias y tantas dificultades, pero fueron superando aquellas cosas y siguieron adelante con el espíritu de San Francisco y con lo que el Señor también nos ha inculcado, eso de ser verdaderos discípulos de su Reino. Por eso invito a toda la familia Franciscana a recordar toda la trayectoria de los hermanos y hermanas que han sabido escuchar al Señor y que se han enamorado con la espiritualidad de San Francisco, los invito a seguir adelante, a seguir aprendiendo, a seguir siendo hermanos y, sobre todo, a seguir perdonando de corazón. Vivimos tiempos difíciles, también para la Iglesia con todos los problemas que ha habido de abuso, pero tenemos que tratar de revertir esas situaciones negativas y adversas, y hacer que nuestra vida sea de hermanos como lo quiere el padre San Francisco. Que el Señor nos siga bendiciendo y acompañando y, en la medida que vayamos cumpliendo años, también podamos ir dejando la impronta nuestra, esa de ser hermanos entre los hermanos, que seamos instrumentos de paz en el mundo, el cual necesita mucho de la paz y, sobre todo, nuestra gran preocupación por los hermanos pobres como Francisco, que siempre inculcó y lo vivió. Nos alegramos y nos sentimos contentos por este año más de aniversario y los invito a seguir adelante como decía San Francisco, porque hasta el momento es muy poco lo que hemos hecho. Siempre existe la posibilidad de hacer más y de contribuir más al mensaje del Reino de Jesús para que así seamos de verdad, un país de hermanos, una sociedad de hermanos, porque el Señor nos invita, nos ayuda y nos fortalece en este caminar, a vencer las dificultades, los miedos, los temores y a seguir con alegría evangelizando”.