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Martes 12 de noviembre de 2019

66 jóvenes de la UC recibieron los sacramentos de iniciación cristiana

En la ceremonia, monseñor Celestino Aós abordó la misión de estos nuevos testigos de Cristo, en el contexto que vive Chile, señalando que “en la cruz se resume toda violencia de la humanidad”.

Fuente: Pastoral UC

Bautismo, Confirmación y Primera Comunión fueron los sacramentos que este sábado 9 de noviembre recibieron 66 jóvenes, entre estudiantes y funcionarios de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en la Catedral Metropolitana de Santiago.

Monseñor Celestino Aós, administrador apostólico de la arquidiócesis de Santiago y quien presidió esta ceremonia, señaló a los confirmandos: “En la cruz, donde toda la violencia de la humanidad se resume y se condensa, aparece también todo el amor de Dios, (...) quien tanto amó al mundo que le dio a su propio Hijo, no para condenarlo sino para salvarlo”, puntualizó.

Además, el administrador apostólico de Santiago recordó a los fieles que el Señor “no ha hecho una Iglesia de ángeles ni de superhombres”, sino más bien, “elige mujeres y hombres como ustedes, con sus desconciertos, con sus temores, con sus alegrías, con su generosidad y en este momento grande de la historia, en este siglo XXI”.

En este sentido, Pía Jorquera, estudiante de Letras Inglesas de la UC, señaló que haberse confirmado fue dar un paso más, “fue muy especial (...) y va más allá de dar credibilidad de mi fe cristiana. En los últimos años me he hecho cada vez más consciente de cuándo Dios está conmigo, cómo Él me toma de la mano cada vez que lo necesito, cómo ilumina mis decisiones, cómo me envía señales”.

Además, sobre su “tarea” como testigo de Dios, aseguró que “siento que mi misión como miembro de la Iglesia Católica es acercarme cada día más a Dios y tenderle la mano a quienes han visto su fe opacada; dar testimonio de cómo Él ha tocado mi corazón”.

El padre Guillermo Greene, capellán general de la Universidad Católica, concelebró esta eucaristía y destacó que se trata de “un paso importante en el camino de la fe”, el hecho de que estos jóvenes hayan recibido los sacramentos de iniciación cristiana “en este tiempo desafiante en la vida de la Iglesia y de nuestra sociedad, para poder aprender también de la mano de Jesús a leer nuestra realidad, a descubrir cómo el Señor nos invita en ella a comprometernos, a trabajar para que existan de verdad los valores del Evangelio”.

Los protagonistas de la ceremonia vivieron un camino de preparación que incluyó encuentros, catequesis, momentos de reflexión, retiros y peregrinaciones. En cada instancia, siempre estuvieron acompañados por un monitor.