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Lunes 19 de julio de 2021

Cardenal Aós ordenó diácono en tránsito al sacerdocio a Francisco Araya González

La liturgia eucarística se desarrolló en la Catedral Metropolitana, el pasado jueves, con un aforo reducido y fue transmitida por las redes sociales del Arzobispado de Santiago y concelebrada por los presbíteros Cristián Castro y Carlos Godoy, designados por el Papa como nuevos obispos auxiliares.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Al comienzo de la celebración, el rector del Seminario Pontificio, padre Cristián Castro, pidió al obispo la ordenación diaconal del candidato. Francisco tiene un hermano mayor en Francia y su padre falleció el año pasado. En la misa estuvo su madre, María González. El nuevo diácono obtuvo el título de contador, que ejerció por siete años antes de descubrir su vocación sacerdotal.

En la homilía, el cardenal Celestino Aós Braco señaló que muchos desean solo vivir tranquilos, sin sufrimientos, “con el mayor placer posible”, pero, preguntó, ¿a quién se le ocurre hoy hablar de servicio?, y al dirigirse a Francisco, le dijo: “Primero, has de servir a Dios, que no es sentirnos esclavos de Dios, porque no quiere esclavos sino hijos. Servir a Dios es cumplir su santa voluntad y sus mandamientos, lo que nos beneficia a nosotros mismos”. También llamó a honrar la santa liturgia, “pero no te olvides de que lo que haces en el altar lo debes realizar también en la vida”, advirtió.

Más adelante el pastor precisó que ser diácono -que significa servir- es “estar con los ojos y el corazón bien abiertos para preocuparse de las necesidades de los demás (...) Jesús es el gran diácono, que ha entregado su vida al servicio de todos, de los sanos y de los enfermos; de los ancianos, los jóvenes y los niños; de los virtuosos y de los pecadores. Nadie puede presumir de servir a Dios si no sirve a los demás”. Añadió que el diácono sabe de renuncias, sacrificios y sufrimientos. “La sociedad actual, con sus prisas y urgencias, nos invita a un activismo frenético. Pero Jesús invita a los suyos a que ordenen su vida, a que descansen, siempre en actitud de servicio con humildad”, expresó.

Muchos hoy necesitan conocer a Dios

Luego vinieron los diversos ritos parte de esta ordenación, como las promesas de proclamar la Palabra de Dios, mantener el celibato, de respeto y obediencia al obispo y sus sucesores y llevar una vida de oración. Tras ello, el postulante al diaconado se postró del todo en el piso mientras se cantaban las Letanías de los Santos, para dar paso luego a la Plegaria de Ordenación, presidida por el arzobispo, que lo convirtió en un nuevo diácono de la Iglesia. Enseguida, Francisco recibió la estola y el Libro de los Evangelios, como signo de que debe ser mensajero de Jesucristo. Tras ese momento, se incorporó a los concelebrantes de la Eucaristía, ya como un diácono en tránsito al sacerdocio.

Al término de la misa, Francisco Araya se dirigió a la pequeña asamblea presente y a todos los que siguieron la liturgia por las redes sociales, para agradecer a Dios por la familia y la vocación, a la que espera, dijo, servir fielmente. También agradeció a sus formadores y compañeros del Seminario Pontificio y a las diversas parroquias en las que hizo pastoral y preparación al diaconado. Además, pidió rezar por los sacerdotes, por los que pasan dificultades, “para que sean buenos pastores para el pueblo de Dios”, y también llamó a pedir por las vocaciones sacerdotales, “porque hay muchos que hoy necesitan conocer a Dios”. Para él pidió oraciones que le ayuden a desarrollar un ministerio “sincero, cercano con los que lo necesitan, al modo Jesucristo, Buen Pastor”.

Francisco será ordenado presbítero en unos seis meses más, en fecha aún no precisada.