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Martes 3 de julio de 2018

Cardenal Ezzati: Dios quiere la vida

El domingo 1 de julio, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati celebró la eucaristía junto a la comunidad de la Parroquia San Isidro Labrador, en la zona Centro.

Fotos: Omar González

Periodista: Marcela Maldonado

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/

Aunque el frío de la mañana se hacía sentir con fuerza en el centro de Santiago, los vecinos del sector de calle San Isidro llegaron puntuales para celebrar la eucaristía que esta vez fue presidida por el cardenal Ricardo Ezzati y concelebrada por su párroco, el padre Francisco Llanca.

El cardenal saludó cariñosamente a la comunidad y agradeció la invitación a celebrar juntos la eucaristía. Luego, en su homilía dedicó tiempo a reflexionar sobre la palabra de Dios.

La muerte y de la vida fue uno de los temas de la palabra en los que reflexionó monseñor Ezzati: "La muerte es parte de la experiencia de nuestra vida, cada uno de nosotros en su experiencia de vida personal y familiar tiene en su corazón, en su mente la experiencia de lo que la muerte a introducido en nuestra vida de dolor, de separación", dijo.

Luego añadió que "la muerte no es la última palabra de nuestra historia, la palabra definitiva la tiene Dios". En este sentido, dijo monseñor Ezzati, la primera gran enseñanza "es que Dios no creó la muerte, no quiere la muerte; quiere la vida. Cuando la limitación de nuestro pecado nos lleva a vivir en la muerte de la no comunión con Dios, el Señor nos invita a acercarnos".

La segunda enseñanza que el cardenal compartió con la comunidad de San Isidro Labrador, fue la de la solidaridad: "Es a vivir en la solidaridad, a compartir, a creer que en la comunidad siempre hay alguien que pude más que otro. El valor grande de la fe impulsa a esa comunidad a dar, a compartir".

Frente a las mayores posibilidades materiales que algunas personas tienen, el Arzobispo destacó que Jesús siempre llama a "a compartir, a ser hermanos, a sentir que la necesidad del otro es mi necesidad. Dios no ha hecho la muerte, la miseria, la pobreza angustiantes; es el enemigo de Dios que es también nuestro enemigo que ha introducido este mal a la humanidad".

Pese a que el templo mayor continúa cerrado por los efectos del terremoto de 2010, el ánimo de la comunidad no decae y confían en que será posible, con la ayuda de Dios, la reparación que haga posible que vuelva a abrir sus puertas. Por eso, con fe y alegría oraron junto al Arzobispo por el éxito de las obras de reconstrucción del templo: "Tenemos que pedirle a San Isidro que conmueva el corazón de mucha gente para que ayuden a terminar la restauración de este templo, que no solo es testimonio de nuestros antepasado, es un desafío para nuestra fe y para creer que el Señor siempre da mucho más", dijo el cardenal al término de la misa.

Alejando Ochava, es uno de los feligreses más mayores de la parroquia y justamente el domingo cumplió 80 años. Junto con recibir una bendición especial de parte de Monseñor Ezzati, recibió también el cariñoso saludo de la comunidad: "Es una gran alegría, nunca me imaginé llegar a esta edad", dijo emocionado. Sobre el futuro de la parroquia dijo: "Pienso que va a ser muy bueno los arreglos que se van a seguir haciendo y espero que esta iglesia se mantenga muchos años más".